El 17 de noviembre del
año pasado escribí un comentario en el que decía que si los partidos políticos
seguían por ese camino podía pasar lo que pasó el 25M. En aquel momento, me
refería al PSOE, recién salido de su Conferencia Política.
Mayo 2014, elecciones europeas y batacazo sin excusas, de los
dos que siempre se la jugaron a: ahora tú ahora yo, yo me lo guiso tú te lo
comes. Hasta que llega un momento en que se acaba el cachondeo. Aun así creo
que tuvieron demasiados votos para hacer lo que están haciendo.
Transcurridas las primeras
horas empiezan a producirse las reacciones:
-PSOE: Asumen sin excusas el resultado, y empiezan a dar los
primeros pasos para los relevos. Ahora sí. Acaban de darse cuenta de algo que
toda la ciudadanía sabía, menos ellos; que su enroque estaba conduciendo a la
deriva a unas siglas históricas en la historia de España.
Tal vez sea tarde para un simple relevo. Cuando las cosas no
se hacen en su momento, a su debido tiempo y de una forma seria, el coste siempre
es mayor. Ahora no sirve ya un simple cambio de intérpretes; es indispensable
un nuevo guión, nueva forma de interpretarlo y mucha dosis de humildad para
salir del agujero; y tengo mis dudas que estén en condiciones de gestionar ese
cambio en su justa y necesaria medida. Los aparatos hicieron crecer raíces muy
profundas.
-PP: Ganan las elecciones y con este resultado aunque sea
después de un “rijostio” en toda regla, aparentan tranquilidad y basan sus
comparecencias en un argumentario al estilo clásico. Pero, para empezar las
luces de Génova se apagaron y en el exterior no se veía manifestación alguna de
alegría.
Según alguno de sus portavoces, el bipartidismo, que tan bien
les va a los dos, no está en riesgo, debe ser que con esto de las nuevas
tecnologías se nos está olvidando hasta sumar.
La noticia de la jornada pasa, por la caída de los clásicos,
el crecimiento sustancial de los
llamados pequeños y sobre todas las cosas la irrupción de una formación
capitaneada por un joven profesor, que conquista 1.245.000 votos, en cuatro
meses, sin presupuesto y sin presencia mediática alguna, ¡ahí es nada! Después
vienen los que llevan toda la vida en ello preocupándose por dos minutos más o
menos de cobertura que otros, o si les prestan poca atención los medios.
Aviso también a los medios de comunicación, que siempre
juegan su papel en estos asuntos y tal vez debieran empezar a darse cuenta que
pude que tengan menos poder, aunque sea mucho, del que creen y con el tiempo
les puede pasar como al PP y PSOE.
Por si acaso, pasadas las elecciones ya hablan de PODEMOS y
también empiezan a hacer el trabajo típico y sucio. Algunos políticos por un
lado y sus adláteres mediáticos por otro, hacen referencias tales como que si
la extrema izquierda, que si antisistema, que si la campaña la financió
Venezuela, etc. Todo ello no deja de ser el resultado de un cabreo y la
preocupación que les inyectó en el cuerpo la ciudadanía a través de PODEMOS.
Una formación, que hasta donde sé, financió su campaña con +-
150.000€ haciendo uso de algo tan sencillo
como es el crowdfundig.
Pasamos en cuestión de horas de una situación en la que nadie
hablaba de esta formación a otra en que no dejan de hacerlo, los unos y los
otros.
Se les tilda de todo lo que se puede colocar en la
imaginación. Escuché a un cargo del PP decir cosas como, que todos los frikis
acaban en Madrid y lo primero que vino a mi mente es que podía estar
refiriéndose a Ana Botella o Ignacio González. Como por esas latitudes parece que el río baja un poco revuelto….
Si pienso un poco en alguna de las atribuciones que se
escuchan hacia PODEMOS, llego al planteamiento y conclusión siguiente:
Antisistema: se supone
que es alguien que está en contra del sistema; trata de cambiarlo, tal vez
involucionarlo, o simplemente eliminarlo, etc. Si esto es así, a poco que
pensemos es fácil llegar a la conclusión que auténtico antisistema es el
gobierno actual. ¿Por qué? Destruyen el sistema de salud, el educativo, no
hablemos del de bienestar, nos arruina
económica y socialmente, se están cargando, si no lo consiguieron ya a la llamada clase media. ¿Quieren más antisistema?
También es frecuente escuchar, referido a otros, el término “populismo”; me pregunto qué quieren decir con tal alusión.
Si lo entendemos como aquel que utiliza un discurso que gusta al auditorio con
el fin de conseguir un resultado, tampoco es difícil llegar a la conclusión que
no hay mejor ejemplo de populismo que el
Sr. Presidente del Gobierno. ¿Recuerdan lo que nos dijo que había que hacer e iba a hacer para sacar al
país de la crisis? Todo lo que la
población en aquel momento estaba esperando oír. Todos recordarán, o debieran,
lo que hizo y sigue haciendo; todo lo contrario, bajo la excusa ya predecible,
del no queda otro remedio.
Por eso, las descalificaciones a quien llega desde abajo, es
recomendable que se las guarden, porque a la gente cada vez se le engaña peor,
y miedo dan más ellos que aquellos a quien quieren desprestigiar. Sabido es que
no molesta quien quiere sino quien puede.
Vaya desde aquí mis condolencias para los damnificados del
25M y mi reconocimiento a todos aquellos que con medios mucho más limitados
pero con ilusión y empuje supieron conectar con la gente y obtuvieron un
resultado justo a su esfuerzo.
De una manera muy especial y significativa para la gran
sorpresa de la jornada, PODEMOS, por la revolución que está suponiendo. Me
atrevo a sugerir, tranquilidad, humildad para seguir trabajando, que no se dejen enredar y por tanto no “entrar
al trapo” de las descalificaciones y sobre todo, sean coherentes con su
proyecto, con su discurso. El pueblo sabrá juzgarles. La política exige tener mucha
cintura y espaldas anchas.
Los de siempre se encuentran noqueados, en situación de KO
técnico, y levantarse de la lona a veces cuesta mucho.
Hoy se exige otra forma de gestionar la política y tengo mis
dudas que quienes llevan toda su vida ligados a aparatos de partido sepan
hacerlo.
D. Robles