sábado, 31 de enero de 2015

GRECIA: CAPITULO II

El día siguiente al 25E, Grecia se despierta preparada para vivir un guion escrito. Algo parecido a lo que nos anuncian las Sagradas Escrituras en su pasaje: “está escrito”.

Después de la victoria incontestable de la coalición Syriza, que ya se barruntaba, el escenario empieza a vislumbrarse cuasi Sagrada Escritura: telegrama de la Canciller Europea - felicitación obligada y mensaje medio avisando. La bolsa cayendo. Esa prima común que tenemos todos, subiendo, etc., es decir, todos los ingredientes para avisar al nuevo equipo de gobierno que no pretenda “tontear”. Han de saber quién manda y qué hay que hacer.

Visto desde la atalaya carroñera, podríamos intuir el siguiente escenario: “Yo soy quien manda aunque no me veas. A ti te eligieron los griegos para presidir el Gobierno, pero has de saber que soy yo quien dice qué has de hacer. Si no lo haces te ahogo. Aquí lo único que hay en juego es el dinero y el poder. Me importa poco, más bien nada, tu pueblo. Si pasa hambre o no y si hay quien se suicida porque no puede más, no es mi problema. Lo que se juega es nuestro dinero. Harás aquello que te indique. Bien te lo trasmito yo, bien mis lacayos: los gobernantes de la Unión.

Para empezar vamos a disparar los indicadores, para que vayas tomando nota.                            
P.D. No tengas la debilidad de buscar el grano en otro corral. Has de cumplir los plazos que te di. ¿Cómo?, es tu asunto”.

Este ejercicio de imaginación, que bien pudiera ajustarse a la realidad: en su escenario, discurso y contesto adecuados, es el primer aviso.

Cambiando de tercio y yendo al terreno de juego: el aval que tiene el gobierno griego, tras los resultados obtenidos es suficiente para tomar las decisiones que crean y deban y no puestos de rodillas ante la golfería del dólar. No va a ser fácil. Tampoco imposible.

Los analistas coinciden en algo que es de puro sentido común: la situación económica griega a donde llevaron, tanto gobernantes como los señores mercados, es tal que su deuda en las condiciones actuales es sencillamente inasumible e impagable, por lo que deberán hablar de ello necesariamente todas las partes, mal que le pese a la Sra. Ángela. Por encima de todo ha de estar la ciudadanía griega, que es quien menos culpa tiene de lo que sus gestores hicieron hasta conducirlos a donde están.

Me llamó la atención un hecho: pasadas las elecciones, Tsipras tardó 24 horas en formar gobierno y 48 en comenzar a tomar decisiones. Parecido a lo ocurrido en España: el actual equipo de Gobierno ganó las elecciones el 20 de noviembre y transcurridos cuatro meses empezamos a ver qué iban a hacer.

Esto lo atribuyo a que el Gobierno Griego tenía muy clara la hoja de ruta, que es aquello que vinieron diciendo que  harían si ganaban, mientras que en España sabían que habría que hacer lo contrario de lo que vendían, como ocurrió, y en consecuencia había que dejar pasar algún tiempo para enfriar los mensajes, empezar a preparar el terreno y como la memoria de la ciudadanía en estos asuntos es frágil, ya habría algo ganado.

En fin, nos espera unos meses muy interesantes viendo las partidas que se jugarán en el tablero europeo entre Syriza, la Troika, el euro (Draghi), Merkel y los satélites. No se fíen mucho de lo que escuchen. No todo lo que digan va a ser cierto. Se dirá más lo que interese, que lo que ocurra realmente.

Para empezar, me seduce la idea que comience a aparecer alguien dispuesto a plantar cara a los buitres. Me parecería todavía mejor que algún otro país se planteara secundarle. Los gobiernos deben gobernar para sus pueblos: son a quien piden su apoyo, quien se lo proporciona y a quien se deben. No es tolerable que, después de pedir y recibir ese apoyo lo hagan para esas rapaces invisibles. Y ello suponga la ruina  de tanta y tanta gente.


                                                                             D. Robles

sábado, 24 de enero de 2015

COMPOSTELA TRANSPARENTE

Estos días trascendía la noticia de la puesta en marcha, en Santiago de Compostela de una iniciativa ciudadana denominada:“Compostela Transparente”. Se constituyó por varias organizaciones sociales. Su objetivo no es otro que, en aras de la aprobación de la Ley de Transparencia el pasado diciembre, procurar que no caiga en saco roto y hacer cumplir a los cargos públicos, en este caso municipales, con este principio. También aquellas Instituciones que puedan manejar fondos públicos.

Que haya surgido en Santiago de Compostela puede que no sea casualidad, teniendo en cuenta la aventura vivida por la capital gallega durante la presente legislatura.

Dicen que el celo en esa transparencia es el mejor antídoto frente a la corrupción y para ello van a crear dos grupos de trabajo: uno de control y otro de divulgación.

Me parece una iniciativa sumamente interesante y que debía extenderse al conjunto del Estado.

Nuestros cargos públicos, bien sabemos a qué están acostumbrados en este terreno. Después de lo que llevamos vivido estos años ha de llegar un momento en que la sociedad civil diga basta y deje de solucionar aquellos problemas en la barra de un bar tomando un café con amigos. Problemas que suelen tocar fin a la par que el café. Lo dije en más ocasiones y ahora de nuevo, a la vista de este movimiento. Es necesario dar un paso al frente de activo compromiso social por parte de toda la sociedad civil. ¿Será este movimiento inicio de algo? Sería bueno que sí.

La Ley aludida en este caso, creo que se presenta, como otras del ámbito de la delincuencia económica para justificar que se hace algo. Ante la alarma social existente hay que reaccionar. Tengo la impresión que su objetivo es que sirva para poco. Que pueda seguir todo igual o casi. Lo primero que me pregunto es: ¿Puede alguna persona corrupta o próxima a la corrupción fabricar una ley que la penalice?

Sinceramente digo: aquellas leyes de este tipo que vengan de la mano de los grupos que nos estuvieron gobernando siempre, hace que me fíe bastante poco. De ahí la importancia que tiene que la ciudadanía empiece a organizarse y dar pasos en el sentido del dado en Compostela: es insuficiente, pero es un primer paso. Para recorrer un camino hay que iniciarlo.

Les pongo un ejemplo: un Presidente de Gobierno Autónomo estableció como medida anticorrupción que un funcionario no podía recibir regalos por importe superior a 90€. Gran medida como podrán comprobar. Uno de 100€ no. ¿Tres de 80? Quedan tan anchos, como si hubiesen acabado con cualquier posibilidad de corruptela. Y además, presumiendo y sacando pecho de haber hecho algo importante.

Habrán escuchado estos días que el Gobierno prepara una Ley que habla de la financiación de partidos: no sé bien si pretenden prohibir la donación para importes superiores a 500.00€, si ha de identificarse quien las hace, o qué. Lo iremos viendo. ¿Nos estarán tomando el pelo?  Dicho de otra forma. Imaginen al tesorero más famoso de España ejerciendo con esta nueva normativa y dirigiéndose a esos amigos del alma, benefactores magnánimos en términos parecidos al siguiente: “no me puedes hacer una entrega de 500, tiene que ser tres de 300 tres días diferentes”. Pudiera ser ¿no?  Ya están dentro de la Ley. Pues por eso hay que decir basta a este cachondeo.

En otro orden de cosas hay que referirse también a promesas incumplidas. Hablar resulta fácil, prometer, qué quieren que les diga, y ¿hacer?, es otra cosa. Esos grupos de trabajo que parece se van a organizar en Santiago y esperemos que en más plazas, han de obligar a los partidos a que incluyan en sus programas que el incumplimiento de promesas ha de ser motivo de dimisión inmediata.
A los dos años de legislatura, evaluación. Ante incumplimientos serios: dimisión y si no quieren, como si hay que echarlos del puesto a escobazos (entiéndanlo en sentido no literal).

¿Qué habría pasado con el Gobierno de la nación si esto fuese así? Probablemente no sería necesario que dimitiesen porque ya no habrían prometido todo cuanto dijeron y que por si no lo recuerdan les confirmo que no cumplieron nada de lo dicho. Según qué caso, haciendo  lo contrario.


                                                                          D. Robles

viernes, 16 de enero de 2015

VIAJE AL PELOPONESO

La actual agenda política europea la marca Grecia. Todos pendientes de este país. Expectantes a la espera del mensaje que el día 25 enviará al viejo continente. 
Mariano Rajoy, viaja a tierra Helena a prestar su apoyo al líder conservador de Nueva Democracia y explicar, supongo, cómo sacó a España de la crisis. Ejemplo que debe guiar a los griegos en lugar de pensar en “aventuras inciertas”.

Les dirá a los griegos, cómo gracias a su gestión política España consiguió en estos años: invertir la situación y generar esa confianza tan necesaria. Cómo estamos creciendo más que nadie en Europa. Cómo su reforma laboral hizo que el paro se haya reducido de forma importante y hoy los contratos laborales son estables, bien retribuidos y eso hace que la gente de nuevo, con mucha confianza haya empezado a consumir; algo básico para la activación de la economía. Hay alguno que incluye jornada laboral de 9 horas diarias, 7 días a la semana, sin vacaciones y 500€ al mes, pero es algo puntual. 

Los jóvenes no es cierto que se vayan de España, viajan al exterior sólo como consecuencia de las facilidades que el gobierno les proporciona, lo que se conoce como movilidad exterior.

Seguimos teniendo una Sanidad de primera. Hay alguna patología que al parecer, no hay dinero para administrar el fármaco que necesitan los pacientes, y se muere alguno por ello, pero eso debe ser algo que se dice en algún medio que le gusta exagerar. En estos días se encuentra colapsado el servicio de urgencias y los pacientes se agolpan en los pasillos. Es debido a que la gente este año, se le ocurrió no vacunarse de la gripe.

La Educación no se tocó, tal como se prometió, sólo se hizo una ley que mejora sustancialmente sus contenidos, por lo que en toda España estamos impacientes por conocer los nuevos datos de Pisa. El número de docentes aumentó en la misma proporción en que se redujo el ratio de alumnos por aula. Los profesores especialistas y de apoyo se multiplicaron y ahora la educación es más personalizada.

Las personas con necesidad de apoyos, tienen más que nunca. La desigualdad en España nunca fue tan reducida. Si hablamos de la infancia, no se conoce ningún niño que se encuentre en situación difícil. Todos los ciudadanos tienen vivienda. Eso que se dijo que les echaban de su casa por no poder pagar, debió ser una fabulación mediática.

La deuda pública está en su cota más baja de la historia. Los impuestos bajaron, tal como nos habían prometido, sobre todo los indirectos, y así sucesivamente. A todo ello hay que añadir que preside un Gobierno que siempre dijo la verdad a su pueblo. Nunca le mintió. Tal vez por ello el pueblo español le rogará que repita como Presidente.

Después de este relato no puedo dejar de hacer una pregunta. ¿Para qué dan vueltas ustedes a otras alternativas, suponiendo que así sea, si nunca van a estar mejor? Ya saben que Europa necesita estabilidad y no aventuras.  ¿Quién garantiza tal cosa? Pues eso.

Grecia es un país con una evolución paralela a la española, por lo que  deben votar a Antonis Samaras para que también se obre el milagro. A eso fue Mariano a la tierra del Olimpo, a convencer a los griegos y alertarlos de los riesgos de aventuras.

A la vez que escribo estas líneas, estoy siguiendo en la televisión la intervención a través de teléfono de una mujer, viuda, en un programa griego. Un programa de debate, participado por varios políticos en plena campaña electoral. Su opinión, mensaje y transcripción de la realidad no pueden ser más elocuentes y desgarradores. Algunos participantes en el debate bajaban su cabeza. No es para menos. Dijo por qué había sido votante de Nueva Democracia y también por qué iba a votar en esta ocasión a Alexis Tsipras. ¿Habrá quién se sorprenda?

No sé por qué, pero si no fuese por el idioma diría que era española.

                                                                  D. Robles

                                                  

sábado, 10 de enero de 2015

EMPIEZA EL BAILE


El día 4 de enero publiqué mi última reflexión, dedicada en este caso a la etapa que se abre en Grecia. Dije, que intuía que habría un momento que desde Europa, en este proceso se iban a verter amenazas con el fin de asustar a la ciudadanía para que vote una determinada opción y se aleje de otras. 

No pasaron 24 horas y dio comienzo el baile. Merkel, si cortarse un ápice ya quiere expulsar a Grecia si gana Syriza, Holande un poco más suave, pero también enseñó el colmillo y así sucesivamente irán produciéndose las secuencias.

Esta Vieja Europa no deja de asombrarme. Al conocido gigante económico (eso antes), y enano político (tal vez, antes ahora y después) hay que sumar la situación actual, donde la gendarmería, dueña y señora del cortijo ordena y manda sobre todo lo que se mueve a su alrededor.

Según estos criterios, en los distintos países de Europa sólo pueden gobernar dos opciones que, en mayor o menor medida son obedientes. Es indicativo de estabilidad, dicen. Me pregunto qué estabilidad, para quién y a costa de qué.

Próximamente hay elecciones en Grecia. El pueblo griego dirá quién quiere que sean sus representantes. El resto, incluida Alemania, a respetarlo y acatarlo y si a la Sra. Merkel y Cía., no les gusta algún resultado, tendrán dos trabajos: cabrearse y des-cabrearse, suponiendo que sea el caso. Lo que resulta intolerable a todas luces, es que trate de imponer a un país el gobierno que a ella le interesa. Le recomiendo que mire un poquito a su alrededor y si hoy, Syriza tiene la fuerza que parece tener y en el resto de Europa, también florecen formaciones, en algún caso más que preocupantes, es debido, en gran medida, a sus políticas insufribles. Repito lo dicho en otra ocasión: cuando aprietas a la gente más de lo debido, que nadie se sorprenda que salte. Si algo así ocurriese, que tengan la decencia de no culpabilizar precisamente a quien estalla. Decía Martin Luther King “el alzamiento es el lenguaje de aquellos a los que nadie escucha”. Que tomen nota, no se asusten, y menos todavía,  asusten a la gente.

Dice Ángela que si gana Syriza, Grecia tendrá que salir de la Unión y del Euro. Sentencia absoluta. Da por sentado una realidad que no sabe si se va a producir o no. Si resulta que gana Syriza, que tanto teme, su obligación será sentarse a hablar, y sobre todo a escuchar, algo de lo que parece anda un poco coja ¿Piensa esta mujer y quien la secunde que no hay vida más allá del Euro? ¿Debe gobernar quien ellos dicten en todos los países de la Unión para que todo esté bien? Recuerdo cuando en Italia se “cargó” el gobierno y entronaron a M. Monti, ya vimos qué arreglaron y curiosamente nadie movió un dedo. Algo inaudito. ¿Para qué necesitamos elecciones? Será para dar carácter formal a un paripé. ¿Es esto democracia?, ¿O más bien democracia a la europea?

 ¿Méritos de Monti? Sin poner en duda ni cuestionar los que su formación le otorgan, que presumo importantes, me da el olfato que el mayor mérito es su vinculación a los grupos de poder real, entre otros, ese del que hablé el otro día que ayudó a la Grecia de Karamanlís a presentar sus cuentas falsas. Tal vez sea este el tipo de gobernantes que necesita Merkel para que todo esté bien y estable.

Yo en su lugar sería algo más prudente, no vayamos a encontrarnos con un remedio peor que la enfermedad. En la hipótesis poco probable que eso ocurriese, (que Grecia saliese del euro y de la Unión) las consecuencias sí que podrían ser preocupantes para todos. Después, no busquen culpabilidades en los demás. Tanto Merkel, como Holande, también J. C. Juncker y quien corresponda, les recomiendo menos nervios, más sensatez, menos amenazas y más diálogo y cabecita. Esa cabecita que no sé muy bien donde la tienen viendo lo que están haciendo. O tal vez sea más propio decir que si sabemos dónde la tienen. 

Es preceptivo exigir respeto. En Grecia o el país que sea, deberá gobernar quien su ciudadanía decida. No quien diga Alemania o Goldman Sachs. Si quieren hacer campaña, me parece muy respetable, que se desplacen al terreno y acompañen a sus homólogos, canten sus mensajes y sobre todo, no mientan, aunque esto sé que es pedir demasiado.

Aquí, en este tablero, no está en juego el pueblo griego. Estoy convencido que les importa más bien poco, lo que se juega es el imperio del dinero de unos cuantos; de los gendarmes del orbe. No vaya a ser que cunda el ejemplo y se encuentren con un problema. La ciudadanía hace años que nos encontramos con uno muy serio y aquí seguimos, soportando mentiras, vulneración de derechos y destrucción, lenta pero segura de nuestra estructura social. No pueden pretender que además sea en silencio.

                                                                                       
                                                                               D. Robles

domingo, 4 de enero de 2015

GRECIA ESTALLA - LOS BUITRES ATACAN


Cuando se aprieta a un pueblo más de la cuenta, llega un momento que estalla. Si  ocurre, las consecuencias pueden ser imprevisibles. Resulta que, quien aprieta se preocupa y asusta cuando la gente, harta, se revela. Debe ser, que les asiste algún derecho internacional para esa práctica sin réplica.
Grecia, puede ser el inicio de algo más trascendente, algo que bien se puede extender, al menos en aquellos países que viven una situación similar, cuyos gobiernos son simples marionetas al dictado del poder (que aprieta).

Estamos abarrotados de discursos prefabricados, de deudas, de quien debe a quien (algo francamente difícil de saber). Amenazas  de catástrofes apocalípticas si no se cumple el guión marcado. Nadie explica el sentido de esa deuda, por qué se produjo, quién la causó, etc. Tal vez no interesa, ya sabemos que a la gente no hay que contarle lo que pasa sino aquello que interesa que sepa.

¿Alguien puede pensar que Grecia puede pagar esa deuda en los términos que se le exige? No creo necesario ser economistas, ni tampoco muy entendidos en asuntos varios. Basta con pensar un poco y aplicar algo de sentido común.

Hasta el momento, los buitres y todo cuanto les rodea no quieren escuchar mensajes de rebajar la presión, buscar otras fórmulas de pago posibles, menos todavía de condonación de una parte de esa deuda. Como casi siempre, quien más motivos tiene para callar es quien primero habla. No sé cuántos de ustedes pueden recordar, cuando en 1953, en Londres, reunidas las partes, se tomó la decisión de perdonar el 62.6% de la deuda a Alemania, después de aquellas dos guerras mundiales tan democráticas. Gracias a tal acuerdo pudo remontar el vuelo. El 37.4% restante terminó de pagarlo en 2010. Entre aquellos países acreedores, curiosamente se encontraba Grecia, y colaboró. Hoy las cosas son distintas y ya observamos el escenario. ¿Saben ustedes que si Alemania saldara con Grecia su deuda histórica, ésta podría liquidar su deuda actual? Sin embargo, el panorama es el conocido. ¿Alguien de ustedes lo puede entender? ¿Alguien puede encontrar una explicación lógica?

Grecia se levanta, los buitres se preocupan y qué mejor que comenzar a sembrar el terreno: ahora es preocupación con anuncios apocalípticos, más adelante vendrán las amenazas y ya veremos en qué acaban.
Anuncian consecuencias devastadoras si llega a ganar las elecciones Syriza. La pregunta es ¿Cabe mayor caos  y camino apocalíptico que el emprendido hace unos años? ¿Se puede asustar más a un pueblo ya condenado por estos elementos?

En momentos como el actual cuando se presenta una situación como la vivida en Grecia, con elecciones en ciernes hay dos opciones: miedo a lo peor, si es posible (que anuncia el buitre), o rebelión. La segunda opción, antes o después se va a producir, por lo que hay que saludar que sea más bien pronto que tarde. Si es pronto, se llevará a cabo por procedimientos democráticos. Si es tarde, quién sabe. Esto sí debemos temerlo.

Nuestra memoria es frágil, por lo que tampoco recordamos, cuando no hace tanto tiempo se criticó a Grecia por haber presentado unas cuentas falsas en Bruselas. Lo que no trascendió es que esas cuentas fueron avaladas por una de esas organizaciones que dictan normas, que nos dicen qué está bien y qué no. Ese aval se dio a cambio de dinero, claro, que es el único objetivo que mueve a tales guardianes benefactores. ¿Quién  era uno de sus altos ejecutivos? Casualmente, el actual “master chef” de las finanzas europeas. A Grecia se le censuró tal comportamiento, por mentir, como es procedente. Pero: ¿El avalador? Ni una palabra. Resulta fácil extraer una lectura al respecto.

Todos debemos dormir tranquilos. Esta tropa ya vela por nuestros intereses. Recuerden: subsistan y no se revelen, puede ser peor, dicen.

                                                                                  D. Robles