domingo, 16 de febrero de 2020

EUTANASIA: PROBLEMA O SOLUCIÓN


La historia se repite. No abandonamos el empeño de no aprender de ella.
Siempre que un Gobierno Socialista promovió una norma -ley que supone una cierta normalización y da respuesta a una demanda social, emergen las voces más conservadoras del País expresando su más férrea oposición. 
Utilizan todos los recursos habidos y algo más para evitar que puedan salir adelante. Cierto es también, que cuando tienen ocasión de cambiarlas no lo hacen, y además se convierten en fervorosos practicantes. Observemos qué ocurrió con la ley del divorcio, la ley que favorece los derechos de las personas homosexuales, la ley de interrupción del embarazo, y todas cuantas supongan un cambio importante.
Debe ser debido a que, como buenos conservadores, quieren conservar lo que hay sin mover una coma. ¿Hay algo más incongruente que una persona homosexual criticando y oponiéndose a una ley que normaliza su situación y derechos? Este caso como otros me lleva a decir que: ¡cosas veredes!
Otra: la del aborto, no exenta de la correspondiente hipocresía puesto que mientras se oponían con fuerza a su entrada en vigor en España, había quien acudía a Gran Bretaña o Portugal a practicar lo que tan malo era aquí. Había quien no quería hablar de ello porque lo denominaba asesinato, hasta que tocó en casa, pasó entonces del asesinato a preguntar dónde se hacía eso. No se atrevía a pronunciar la fatídica expresión, le llamaba eso.

Hoy toca la eutanasia. Seguro que tendrá el mismo recorrido. Hasta entonces nos tocará escuchar de todo, hasta las ¨sandeces¨ más impensables.
El portavoz Popular, ya lo habrán escuchado, dice que es una maniobra de la izquierda para ahorrar recursos; una forma más de practicar recortes. Lo dice sin sonrojarse y lleno de razón. Este Sr, para más inri es médico. ¡Quién lo podría pensar! Está claro que los títulos académicos pueden aportar conocimientos, pero no dotan de inteligencia y mucho menos de educación.
Ahora entran en acción los recién llegados y nuevos salvadores de la humanidad y patria para decirnos que ¨Dios nos perdone¨.
Y cómo no, los representantes de Dios en la tierra empeñados en cuidarnos de nuestros malos pensamientos y advertirnos de la proximidad del pecado y el mal.
Pues bien, como esto forma parte del libre pensamiento, es legítimo y como tal ha de ser respetado y también sujeto a crítica como todo.

La ley que pretende regularizar la eutanasia facilita y permite, nunca obliga, ¿cuál es pues, el motivo racional para la feroz oposición? ¿han de prevalecer las moralinas sobre el raciocinio?
Teniendo en cuenta que sobre mi vida decido yo, y nadie más que yo, quede claro, puedo en un momento, bajo las circunstancias que corresponda decidir que se acabó la película. ¿Quién se puede erigir en garante de decisiones que contravengan las mías? ¿Quién me tiene que decir qué está bien y qué no? más todavía, ¿qué está bien y qué mal?
Si alguien quiere, sea por influencia divina o la suerte que fuere agotar sus días sufriendo como una bestia, está en su derecho de hacerlo, es su decisión, la ley no le va a obligar a hacer lo contrario. Pero quien decida acabar sus días ¿quién es alguien para arrogarse derecho alguno a impedirlo? ¿en nombre de qué o quién?  
Abundan ejemplos que asisten este pensamiento, y quien crea disponer de un derecho que no le corresponde, sea en nombre de la divinidad como pretende el clero a través de su doctrina de fábula y sus fervientes defensores parlamentarios, sea en nombre de otra convicción, sepan que NO ES ASÍ.
A ver si se enteran de una vez por todas:
SOBRE MI VIDA DECIDO YO.
                                                           D. Robles

domingo, 9 de febrero de 2020

EL OCASO DE UN POPULISMO


Se dice que el tiempo suele colocar cada pieza en su lugar.
Si así es, no es menos cierto que según de que hablemos ese tiempo puede ser demasiado largo, y en algún caso prudentemente razonable.
Viene a cuento este comentario para tratar el asunto que hoy me ocupa.

 De forma insistente y repetida hasta la saciedad, estos últimos años hubo políticos empeñados en convencernos y tratar de hacer que interiorizásemos algunos conceptos, no ajustándose al significado de estos sino más bien a lo que ellos pretendían que interpretásemos; tal es el caso de populismo y constitucionalismo. Seguro que en muchos casos lo habrán conseguido y otros, viendo el resultado final, seguro que no.

Nadie como Cs a través de sus representantes, en especial su líder abanderó tal objetivo, a la vez que pocos interpretaron de forma tan sublime el manido y denostado populismo. Se hartaron de repartir carnés de populismo. Se llenaron de razón para afirmar quien era constitucionalista y quien no, y un etc., tan largo que al final ese tiempo terminó llevándolos a un escenario donde por méritos propios aspiraron y nunca hubieran deseado.
Ese tiempo y forma de proceder se llevó por delante al populista Rivera y a la debacle su formación. Y cuando se abría una puerta a un posible cambio de rumbo, fruto de un resultado claro, contundente y sin paliativos, que debía haber servido de aprendizaje de lección, todo apunta a que, si ese mismo tiempo no lo remedia veremos convertirse a Cs en la segunda versión de UPyD. No se requiere mucho esfuerzo para poder prever tal momento. Si Inés Arrimadas se erige como todo apunta en sucesora, viendo su puesta en escena de las últimas semanas, este destino será un hecho inevitable. Tiempo al tiempo. No sólo no aprendieron nada, sino que siguen insistiendo en el error.

El último movimiento es buscar salvavidas en el PP. Ahora. El argumento exhibido no es más que una pedida de auxilio in extremis que de llevarse a efecto hará que terminen diluyéndose bajo el paraguas azul. La pinza PP – VOX les asfixiará. Su electorado de hace tres, cuatro años, hoy encontró otras opciones más sólidas acorde a su ideario.
¿Cómo pueden explicar este giro dos meses después de no aceptar esa coalición porque su eterna aspiración era convertirse en auténtica alternativa? 
Sumergirse en el PP, y nada menos que el PP de Casado y sus muchach@s les conducirá a su ocaso absoluto.

Su exlíder presentará en breve un libro. Libro que no deja de preocupar a más de uno de los suyos. Y nos anuncia que se va a dedicar a dar conferencias y asesorar a políticos latinos.
Opción que no deja de plantearme otra pregunta: esa asesoría ¿será desinteresada o será retribuida? Porque de ser lo segundo estaríamos ante un movimiento autocrítico. Recordemos las algarabías orquestadas con gran eco mediático interesado frente a otros trabajos de esta naturaleza.
En definitiva, y para terminar con otra expresión hecha, como comenzaba esta opinión: ¿será que por la boca muere el pez?
                                                             D. Robles