QUE SE PARE EL MUNDO
Son muchas las cosas que deberían
parar y que no lo van a hacer porque son consustanciales a la especie homínida.
Cambian las formas, pero el fin es el mismo hoy que hace mil años o más. Que
pare la guerra en Ucrania, que pare la guerra en Oriente Próximo, que pare…… el
ruido en España. Que pare, que pare, que
pare, que no va a parar nada.
Aquello que nos es más próximo: el ruido; frenaría en el momento en que el “populacho” fuera consciente que sólo se mantiene vivo y subiendo decibelios por el seguimiento que le hace. Fuera consciente que hacer el juego a quien lo estimula y provoca nos intoxica, pero reconozco que “nos va la marcha y no sólo hacemos seguimiento, sino que además lo reproducimos con tanta facilidad y entusiasmo como tan poca reflexión.
Los responsables públicos lo saben
bien, por eso lo alimentan, y ese “populacho” erre que erre: bien aplaude, bien
se cabrea según quien lo ponga en escena.
Políticos, jueces, fiscales, periodistas,
policías…. no hay un colectivo que se salve de la podredumbre, corruptela, y
demás alegrías de la huerta. A pesar de que en todos ellos haya gente seria y
decente (la más) que sentirá vergüenza ajena del “recto” proceder de sus
congéneres; pero a estos últimos es a quien menos tiene en cuenta ese “populacho”
alborotado, enardecido cuan res en celo primaveral pareciera. Me asombra ver
expresiones en algunas manifestaciones.
Bien puede ser el interés del
político por intervenir en el sistema judicial o también del colectivo judicial
por intervenir en política. Díganme sino cómo interpretar que un colectivo de jueces
critique, censure y se oponga a una ley antes incluso de su tramitación
legislativa en los términos que se hizo recientemente. Un ejemplo de tantos que
vemos cada día. Una Ley puede gustar o no, pero la función de un Juez es aplicarla y punto, no salirse del tiesto como hicieron.
Un Sr., que se peina todos los días, parece ser, decide iniciar una causa basada en recortes de prensa, (bueno, prensa por llamarle de alguna forma) seguro que falsos, sino todos sí la mayoría, presentada por organizaciones tan serias como “Manos Sucias” o “Abogados Ursulinos”, permítanme la displicencia.
La UCO investiga y dice que no hay
nada que investigar, pero el sr. que se peina ha de estirar el caso hasta donde
pueda y en la forma que pueda para conseguir su fin, que no es precisamente judicial. Es el mismo que
el que recientemente puso de manifiesto otra lumbrera del momento: “Hay que
acabar con el Gobierno como sea”. Queda tan ancho y el “populacho” que aplaude,
no se para un momento a pensar qué está aplaudiendo.
Peor que este caso si cabe, es el esperpento presentado por un partido político con aspiración a gobernar, como es el PP copiando las formas de estas organizaciones tóxicas, en forma de querella contra el PSOE por supuesta corrupción, que hoy en día no tiene un solo caso declarado como tal, por más ruido que se haga, aunque haya alguno del entorno que pinta mal, pero no el Partido como tal. ¿Lo habrá? No lo sé. Y si lo hubiera ya sabemos cuál es el camino. No seré yo quien trate de defender a nadie por esta causa. Pero los hechos, hechos son y es lo que debe contar.
Estos pasos pienso que se hacen por
aquello de: “haz ruido que algo siempre queda” no sin razón.
Querella sustentada en una entrevista fantasma de un medio
fantasma en los términos conocidos.
El Juez tardó poco en verlo para decir lo que dijo y no es
necesario ser juez para presumirlo.
Pregunto: ese sujeto supuestamente entrevistado con voz
distorsionada ¿sería el mismo Juan Luis Cebrián? Una de las últimas estrellas incorporadas
a este panfleto. ¿Sería alguien de su entorno más próximo? ¿Estaría organizado
con alguien del PP?
Resulta cuando menos curioso ver a
responsables del PP anunciar la presentación de esta querella en Génova 13,
sede corrupta de un Partido declarado judicialmente organización criminal por
corrupción, como todos sabemos o debiéramos recordar. Sí, es cuando menos
curioso escuchar hablar de corrupción sin el menor sonrojo a quien tiene entre
manos lo que tiene. Creo que del orden de 38 causas abiertas además de las ya
juzgadas y sentenciadas.
Pero claro, para que no se hable de
lo mío hay que organizar algarabía del otro. Sea cierto o no, no importa. Lo importante es el ruido y que el “populacho”
trague sapos y codornices, pero que trague y se cabree.
D. Robles