viernes, 1 de noviembre de 2013

EL OSO QUE APRENDIÓ EL BABLE

Hace dos, tes años el Valle de Laciana (León), se vio sorprendido por la visita y posterior asentamiento en alguna de sus pedanías de unos ilustres visitantes. Hoy podemos hablar de vecinos, en la medida que se mueven con más libertad por los pueblos que los propios nativos, tal es su tranquila vida que restringe la del resto de habitantes, al menos una vez cae la noche.

Este año 2013, está siendo particularmente especial. Su perfecta adaptación al medio hace que encuentre sus provisiones en lo mas inmediato a las viviendas más céntricas de la localidad. 

El oso halla su base de subsistencia entre el ganado del pueblo, ovejas, algún ternero, frutos de las huertas, la dulce miel de las colmenas, etc. Fijaos si estamos ante un ser educado que hay veces que se le escucha llamar a la puerta antes del festín, ¿tal vez por su origen en cautividad? Hasta se dice que en ocasiones se le escucha expresarse en bable, variante idiomática ancestral de la comarca.

Es una especie protegida, nadie lo duda ni cuestiona, por eso se le consiente todo. Los vecinos ven como pierden una res, dos, tres. La Administración dice hacerse cargo, tal vez por lo visto, con un poco de suerte, en los presupuestos del 2016 haya partida de reposición. Los responsables de la Fundación Oso Pardo, dicen no haber problema, es un ser pacífico, aun así no me consta que el Presidente de dicho órgano haya invitado a tan ilustre vecino a cenar o dormir a su casa algún día, algo que debiera formar parte de la normalidad.

Entre tanto, los vecinos llegado el atardecer procuran evitar merodear el vecindario, más por prudencia que por miedo no vaya a ser que tenga lugar un encuentro inesperado y se produzca alguna diferencia de criterio y ya sabemos, si la situación provoca un agravio a un vecino no pasa nada, si éste lo sufre el plantígrado, dependiendo de la importancia puede incluso estar penado con cárcel dado que no se le `puede molestar, en alguna ley estará recogido. Si este ciudadano sufre un desperfecto, con un poco de suerte se arregla en la partida del 2016 y ¿si cae de un zarpazo? será cuando las autoridades y la FOP comiencen a pensar que puede pasar algo.

Que el oso es un animal querido, no hay duda, dentro de la diversidad faunística me atrevo a decir de los más queridos, es fácil entenderlo, a quien no hay Dios quien entienda es al Homo Sapiens.




D. Robles
                                                                                                                               

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