En plena efervescencia electoral, emerge con fuerza otra hazaña de un
miembro del PP, otra más, otra de tantas. Trasciende que el Sr. Fernández,
Ministro del Interior, pretendía fabricar
una serie de pruebas para acosar o debilitar a cargos públicos catalanes de CDC
y también de ER.
Los términos que se conocen y que
dejan pocas dudas al respecto nos indican una vez más el buen hacer y eficacia
de unos gobernantes moderados, como gustan definirse. ¡Menos mal que son
moderados!
El hecho en sí mismo es grave, pero
no veo motivo para que cause tanta sorpresa. Es sobradamente conocido la forma
de trabajar de este señor y su Ministerio. En más de una ocasión puso en
aprietos a las fuerzas de seguridad por su indiscreción y también por su fábrica de motivos.
También recientemente se supo a través de un asunto que llegó a los juzgados que miembros de su Ministerio habían preparado un buen menú de pruebas para inculpar a miembros de Podemos en el tan manido mantra de Venezuela, que para variar fue archivado porque nadie pudo acreditar ante el juez una sola prueba que verificase la intención, luego se puede afirmar que es eso, intención. Sabemos cómo funcionan algunas cosas: haz ruido que algo queda. ¡Y vaya si queda!
A mayores se sabe también, que peones del
Ministro contactaron con el elocuente y prestigioso periodista Eduardo Inda,
con el que mantuvieron varias reuniones para que ejerciese de altavoz mediático
de tales pruebas contundentes. Todos tuvimos ocasión de deleitarnos con las
soflamas del susodicho, presumiendo de haber conseguido un abanico de pruebas
contundentes que iban a desenmascarar a sus amigos de Podemos. Es fácil comprobar la
dificultad que le supuso tal proceso de investigación. Terminó reconociendo que le habían pautado hasta la fecha de hacerlo público. ¡Qué nivel!
Tal vez recuerden un programa de la
sexta en que denunció, este aristócrata de la telaraña, una cuenta que había
descubierto del entonces alcalde de Barcelona Xavier Trías en el extranjero. Pues bien, ahora sabemos que esa prueba
también sale de la factoría de Fernández. Ya se habrán dado cuenta el recorrido
que tuvo tal denuncia, ¿Cuánto tiempo hace que no se ha vuelto a hablar del
asunto? ¿Si fuera cierto habrían apagado el altavoz? Pues no.
Así funcionan estos personajes. Lo triste es que el barrizal que provocan
siempre hace que alguien, tal vez demasiada gente patine en él y termine
embarrada.
Es hora ya que haya una legislación
que haga que quien actúa de esta manera tenga que asumir responsabilidades,
penales si fuera el caso. No se puede consentir que mentir y difamar sea
gratuito.
Dice Fernández que es víctima de una conspiración en víspera de
elecciones y que resulta curioso que esto se sepa ahora, etc., etc.
Lo que tiene que preguntarse el Sr. Fernández y a la vez cuidarse es con
quien se reúne, dónde y por qué esas conversaciones dejan de ser
confidenciales. ¿Tendrá algún buen amigo dentro de casa? ¿O tal vez haya quien
harto de tanta desvergüenza se encargue de abrir la ventana? Ningún medio de
comunicación tiene sus micrófonos en esas salas de reunión.
Las fuerzas de seguridad del país deben estar contentas con este
personaje al frente. Imagino cuan ávidas estén de ver un relevo. Va a ser
difícil encontrar uno peor.
Por si esto fuera poco, este señor es candidato a las elecciones y
aspirante por tanto, a ocupar cargo de responsabilidad. Es el responsable de
informarnos del resultado electoral el domingo. Es para estar tranquilos.
Es compresible que se apresure a hablar
de conspiraciones, al fin y al cabo es algo de lo que sabe bastante.
Y si todo esto fuera poco, para
completar la faena Mariano no sabía nada, ¡qué casualidad! Fíjense que las
grabaciones son claras: el Presidente es conocedor del asunto pero él afirma
que no sabía que existiese el cargo que ostenta el reunido con Fernández. ¿Creen
ustedes que un Presidente con tantas cosas que hay de las que no se entera puede
ser Presidente?
No contesten. La respuesta el lunes día 27. Suele tener más influencia el barro que los
hechos: demasiada ciudadanía suele ser más sensible a los Indas y fabuladores
perversos, a los fabricantes de insulina para no diabéticos, que a los propios
hechos delictivos.
Les voy a proponer una reflexión: Si todo cuanto estamos conociendo sobre
el PP fuesen hechos que ocurriesen en otro partido, cualquiera que fuere ¿Qué estaría
ocurriendo en este País? ¿Qué se estaría diciendo y haciendo desde el propio
PP? ¿Casos aislados? No. Cuando menos estaríamos al borde del estado de excepción.
Digo una vez más: cada quien es libre de actuar como crea conveniente, es
su derecho. Le puede seducir más una opción que otra, tal vez ninguna de las
alternativas, pero este último caso no justifica un apoyo a corruptos, golfos y
malvados. Estoy seguro que quien sí lo hace es cómplice activo y por tanto
responsable de todo cuanto hacen sus actores principales y que nos afectan a
todos.
D. Robles
No hay comentarios:
Publicar un comentario