lunes, 15 de agosto de 2016

EN EL NOMBRE DEL PADRE

El Parlamento de La Comunidad Autónoma de Madrid aprobó con la abstención del Grupo Popular una ley llamada: “Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y No Discriminación”

Me alegra observar que seguimos dando pasos en el reconocimiento de los derechos de las personas más allá de su credo, orientación sexual u otros. Causas que deben ser erradicadas como elementos fundamentales de la no existencia de igualdad entre personas.
Se suma así a las iniciativas desarrolladas en este sentido en Andalucía, País Vasco, Navarra, Extremadura y Canarias

Hubiera sido bueno que el Partido Popular se sumara a la votación de forma afirmativa, pero demos por bueno el gesto de la abstención.

Nadie puede ver vulnerados sus derechos como persona por el simple hecho de haber nacido diferente a lo que damos en llamar estándar de normalidad. ¡Qué barbaridad! ¿Alguien se paró a pensar alguna vez qué es la normalidad? ¿Qué entendemos por normalidad y lo otro?

Normalidad es todo aquello que es normal. Y normal es, una persona alta y una baja; una rubia, otra morena y otra de otro color; una heterosexual, una homosexual y otra transexual; una con unas capacidades y otra con otras; una blanca y otra negra; una católica, otra de otro credo y aquella que profesa ninguno; y así un largo etc. hasta que dentro de ese cajón se encuentre toda la diversidad social con absolutamente todas sus individualidades, particularidades y realidades. En tanto en cuanto no sea así, no podemos hablar de normalidad. 

Nadie es más normal que nadie, ni tampoco menos.

Hay que ser conscientes que no todo el mundo ha de aplaudir estos pasos que representan avances significativos hacia el respeto a las personas y sus derechos. 
En este caso como en otros, al día siguiente de la publicación en el Boletín de la Comunidad se asoman a la ventana los Obispos. Ahora tocó la puesta de largo a los de Alcalá y Getafe:
Juan Antonio Reig Pla (Obispo Complutense), Joaquín Mª López de Andújar y Cánovas del Castillo (Obispo de Getafe) y José Rico Pavés. Obispo este último de Mentesa y auxiliar de Getafe.

Todo el mundo es libre de expresar su opinión y estar de acuerdo o no con unas posiciones u otras, por lo que en este caso, y respetando tales manifestaciones,  trasladaré la mía respecto a la emitida por estos Prelados.

Leyendo el comunicado que hicieron público hubo momentos que dudé si estaba leyendo un párrafo escrito a día de hoy, en pleno siglo XXI o más bien era extraído de algún documento de la época de la Inquisición adaptado.
Les recomiendo que lo observen y puedan reflexionar sobre los argumentos que alumbran, eso sí, seguro que en nombre del Padre, no sé si del Hijo o bajo la iluminación del Espíritu Santo. Tal vez más posible, bajo las secuelas de una leve absorción de Sangre de Cristo, probablemente por la suma de celebraciones Eucarísticas a las que en estos momentos deben dar respuesta como consecuencia de la escasez de oferentes.

¿Qué entienden estos señores por libertad y respeto? ¿A qué se refieren cuando hablan de totalitarismo? ¿En qué piensan cuando reflexionan sobre adoctrinamiento? ¿Tal vez en la catequesis, catecismo, u otras manifestaciones tan liberales como ésas?

Respeto señores Obispos, es saber respetar al prójimo tal cual es, no imponer un credo y una forma de ver las cosas y además tratar de obligar a su asunción y defensa.

Interpretan el concepto de la libertad del legislador y dicen cosas como: “la persona es un ser creado por la infinita sabiduría de Dios y la libertad está enraizada en el propio ser dado. Nadie se crea a sí mismo, sino que recibe el ser. La libertad no crea al ser sino que es el camino para su perfección. Esto es lo que llamamos el bien de la persona según la propia naturaleza” Y añaden que el concepto de libertad presente en la Ley aboca a un pensamiento totalitario. ¡Menos mal que les tenemos a ellos para abrirnos los ojos sobre el peligro que nos amenaza!
Siguen insistiendo en su filosofía sobre la sexualidad. 
Hay que reconocer que de esto sí saben, a los hechos me remito, pero fíjense ustedes la facilidad con la critican de puertas afuera lo que a todas luces practican de puertas adentro: bien por ejecución, sea por ocultación, encubrir o disculpar. ¿Cómo se atreven a hablar de homosexualidad en los términos que hacen sabiendo lo que tienen y hacen en casa? Eso también tiene nombre, se llama hipocresía y…… ¿no será pecado?

Pues bien. Ahí los tienen. En su mundo, empeñados en salvar nuestras vidas del mal y sin darse cuenta que el recorrido que tienen sus discursos cada vez es más corto, hasta reducirse entre el espacio que hay entre un Púlpito y la Sacristía.

En otro capítulo dicen que no se puede violar la integridad física de una persona para el tratamiento de un mal de origen psíquico o espiritual.
También hablan de lo que ellos entienden como una intromisión en lo que afecta a la libertad de conciencia y la libertad religiosa, bien entendidas a la luz de la Palabra de Dios. Debiéramos  añadir: Amen. 
Fíjense: ellos hablando de intromisión.
¿Qué entienden estos purpurados por totalitarismo? Están profundamente confundidos y creo necesario que alguien, no sé si terrenal o no, según el caso les ilumine y conduzca a la consulta de un psicólogo.

Totalitarismo señores Obispos es lo que ustedes y aquello que representan practicaron siempre, base de su subsistencia y permanencia a través del tiempo. Su filosofía nihilista, a la que se refieren en su comunicado de forma claramente torticera y falaz, es aquella que hace uso de todos los recursos posibles para dominar al ser humano, someterlo a través de la conciencia, utilizando el temor y miedo.
Nunca una ley que permite a cada quien desarrollar su vida conforme crea conveniente puede ser considerada totalitaria. Esta Ley no prohíbe ni impide que ustedes hagan de su capa un sayo, ni que impartan la doctrina que crean oportuna, respetable como todas, por lo que es preceptivo rogar un poco de mesura, cabecita centrada y por supuesto no mentir, debieran saber ustedes que eso es pecado.

Libertad señores Obispos es que ustedes puedan expresar libremente su opinión y practicar su credo, yo la mía o el mío, y el resto de igual manera. Lo que ustedes entienden por libertad es casualmente lo contrario. Entienden la libertad desde la perspectiva del bien y el mal, de lo correcto e incorrecto; 
todo ello según su criterio y basado en la falacia que supone su ideario. 
Tal vez de forma inconsciente, pienso que no, están proponiendo prácticas totalitarias, y utilizo de nuevo la expresión que tanto les gusta para tratar de impedir que se activen mecanismos que faciliten esa libertad. Debieran darse cuenta que pierden el tiempo. La sociedad evoluciona y avanza, cada vez tiene más formación e información a pesar de ustedes.

Como hacen varias alusiones a expresiones papales, varias a unos Papas y, curiosamente muy poco al actual: debe ser porque Francisco es el Papa con la cabeza mejor puesta y situada en el S XXI, y eso molesta, por lo que parece, a muchos que cubren su dorso con capa roja, voy a aludir a algo que dice Francisco y es que en nombre de Dios se cometen muchos abusos y barbaridades.
Cualquiera es consciente de ello, otra cosa diferente es que desde la Curia no sepan, quieran o puedan asumir los hechos tal cual son.

Sobre las conclusiones  del documento no voy a hacer comentarios. Me produce rubor. Le invito de nuevo querido lector a que lo lea con detenimiento, son 6 páginas. Leyendo estos documentos es como mejor se puede conocer la composición del paisaje.

                                                                                 D. Robles  

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