El último mes, la vida de los españoles se vio sorprendida y alterada por
la excepcionalidad que nos brindó el PSOE. Un espectáculo lejos del alcance del
más optimista, previsor y avezado cinéfilo.
La sorpresa y confusión a la que nos
someten las partes riega abundantemente el esfuerzo de los actores por
justificar y convencer a la audiencia de las bondades de sus decisiones y
causas que las provocan.
Todos hablan de “responsabilidad”,
todo se ejecuta en aras de la “responsabilidad” y claro: o so o arre, pero
ambos a la vez resulta un poco complicado, o no, ¡quién sabe! La conclusión a la que me conducen es a no
entender bien el significado de la expresión “responsabilidad”, puesto que puede significar una cosa o la contraria
dependiendo del día e interlocutor que la apropia.
Tanto vemos en tan poco tiempo, que
resulta difícil hacer la digestión de este menú pantagruélico. Antes de finalizar
la del primer plato nos presentan el siguiente.
El poder de facto en el partido, las llamadas baronías acompañadas del poder mediático afín; aunque sólo
lo sea de forma efímera por interés; a lo que hay que añadir el zapeo de otros
invitados, consiguió impedir lo que estaba encaminado, por lo que parece, y que
tan poco gustaba a una parte de los convidados al festín.
Las consecuencias van a ser serias.
Se hizo caer al poder de las bases desde el altillo del teatro, eso sí,
por “responsabilidad”, para iniciar un recorrido, que también por “responsabilidad”
conduce a un partido centenario, el más antiguo de la piel de toro, a un punto
que ni los más viejos del lugar hubiesen imaginado: engañar y contrariar a su
militancia y votantes. Bueno, los más viejos del lugar, tal vez no todos, el
abuelo Porreta por ejemplo le hubiese contrariado no dar este paso: es público
y notorio.
Se pide a los congresistas “desobedientes”, que también por “responsabilidad”
entreguen su acta de diputado: yo pensaba, hasta ahora, que era responsable ser
fieles a los compromisos adquiridos y no vulnerarlos, pero al parecer no es
así. Son “responsables” quienes obedecen las instrucciones no se sabe bien de
quién aunque sí para qué, y ello suponga engañar a sus fieles. Es “irresponsable”
por otra parte, mantenerse firmes en unos principios y compromisos y ser
consecuentes con ellos.
Ruego que alguien me lo aclare. Me encuentro confundido.
Serán sancionados y quien sabe si expulsados, por “responsabilidad”, los
llamados díscolos por no haber obedecido a los notables y fallado a sus
votantes.
Lo segundo me temo que no va a tener mucho recorrido. Para eso hay
que tener dos cosas: razones y esa otra, y esta gente (la Gestora y entorno) le veo poco de la una y menos de la otra, el tiempo lo va a decir,
ya lo verán.
El domingo seguí con atención la entrevista que le hicieron al ya ex líder
socialista. Me sorprendió sólo hasta cierto punto su exposición.
Se dijo al día siguiente de
Sánchez que un día decía una cosa y otro otra diferente, y yo me pegunto si
resulta tan difícil entender las situaciones.
El domingo, Sánchez estaba libre de
ataduras y herido, entiendo, por tanta estopa y malévolas maniobras que le
propinaron los sabuesos más próximos.
Es perfectamente comprensible que hace un
tiempo negase las presiones que dijo este día. Su situación del momento le
obligaba a manejar el discurso y ser comedido, ¿es tan difícil de entender?
Ahora libre, dice lo que cree, y estoy
seguro que no dijo todo, y me parece muy bien. El común de los mortales está
esperando gente capaz de hablar claro y llamar a las cosas por su nombre.
Desenmascarar a ese ejército invisible que actúa en la sombra y nos mantiene en
las trincheras de la desidia y desesperanza.
El “responsable” Lambán no se hizo esperar y
exige a Pedro que por “responsabilidad” se vaya como sus antecesores. No se dio
cuenta todavía el infeliz, que el gran hermano González, no
se fue nunca; y no sólo eso, sino que sigue ejerciendo de jarrón chino (son sus
palabras). Me produce la impresión que Lambán está opositando y necesita
hacerse notar; al hombre no se le ve mucho recorrido y credenciales y ha de
esforzarse por agradar, el problema es que resulta muy posible que se equivoque
a quien y su camino sea más corto de lo que espera.
Yo pensaba que Lambán sería uno de los “irresponsables” que traicionó a su
gente, pero al parecer, el “irresponsable” es Sánchez y quienes se mantuvieron en
el no, por no obedecerles. Ahora Pedro, por “responsabilidad” debería huir, y
tal vez le loasen, si no lo hace será un “irresponsable”. La gente “responsable”
del Partido, es decir: Díaz en primer término, Vara, Page, Lambán y el gran Fernández
con el inestimable sostén y soporte de González, Cebrián y quién sabe si
también Rouco Varela (sí, no se asusten,
cosas peores se vieron estos días), es a quien la audiencia debe seguir y cuidar.
Ya se conoció que el Gran Hermano González aconsejó a Fernández “quemarse para
salvaguardar a Susana·” puesto que el futuro pasa por ella: ¡que Dios nos coja
confesados!
Dije en alguna ocasión y hoy repito: Si el futuro del PSOE pasa por
Susana, el PSOE está sin futuro y no veo el momento de ver la velocidad a la
que ha de cruzar Despeñaperros para abajo comparada a la que imprima cuando suba.
Se va conociendo también las reuniones que hubo entre González, Cebrián,
“responsables” del IBES 35, en las que Díaz estaba ausente pero presente, donde
se cocinó descabalgar a Pedro. Estaba amenazada la estabilidad, nos venden. Y es
cierto, la estabilidad de los reunidos podía estar en riesgo: seguir mangoneando
a su libre albedrío a la vez que medrar en su ansia desmedida e insaciable.
También se va conociendo que a PODEMOS
se le envió algún mensaje: o se incorporan al sistema, es decir, pasan
por el aro, o desde el CNI van a empezar a descubrir vergüenzas, vease: se
inventará lo que fuere necesario, se usarán los bufones de corte habituales
para que la audiencia se entere, que ya se sabe cómo consumimos información los
españolitos de a pie y leña al mono.
Fundamental e irrenunciable para el poder: mantener contra viento y marea
el establishment de avaros, corruptos y golfos y que la gente siga pagando su
lujuria.
En definitiva: responsabilidad e irresponsabilidad, quién lo uno, quién
lo otro, ustedes juzgan.
D. Robles
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