Si hubiese pasado un tiempo dormido y de repente despierto de ese letargo; sitúo en mi cerebro lo que a través de ojos y oídos recibo del otro lado del
Atlántico, de la primera potencia del mundo, regreso al sueño esperando despertar
bien y tratar de no hacerlo bajo la presión de una pesadilla.
Cada día que pasa, cada mensaje que llega, cada opinión que conocemos del
Candidato Republicano es como esa mala pesadilla que nos acompaña durante días antes
de diluirse en el mar de lo imaginario.
Me resultó difícil dar crédito a lo que el Partido Republicano terminó
haciendo: postular nada menos que a ocupar la Casa Blanca a un energúmeno.
¿Cómo es posible que en EEUU pasen estas cosas? A no ser que este EEUU sea algo
diferente a lo que nos trasmiten que es.
Pero si esto fuera poco (su
nominación), pensar en la posibilidad que este sujeto pueda convertirse
en Presidente de esa parte del mundo me lleva a pensar que aquí hay algún
desajuste serio. Si esto se llevara a efecto, habría que pensar que la sociedad
americana, más que enferma padece una epidemia.
Un personaje que no tiene una sola cualidad defendible. Todo en él es
despreciable: su animadversión hacia las personas de origen diverso, su perfil
racista, su menosprecio y repugnante aptitud hacia las mujeres, y ese largo etcétera que lo define tenía que ser suficiente causa para que la propia sociedad americana lo mantuviese acotado
en el universo de la indiferencia.
Me pregunto si en el Partido Republicano Americano no hay mujeres, y si
las hay qué están pensando, ¿se limitan a reír unas gracias que no existen? Cómo
es posible que apoyen a semejante neandertal.
Sus alforjas estarán repletas de
millones, no lo dudo, ni voy a pensar que su consecución haya sido ilícita
puesto que no tengo ningún elemento que lo ampare, a diferencia suya cuando
presume sobre el resultado electoral, al que dice que sólo aceptará si gana:
¡hay que joderse!, (con perdón). Tal vez no se haya dado cuenta que el dinero
no aporta dignidad ni puede comprarla, y cuando alguien está dispuesto a venderla,
es que sin haberse dado cuenta carece de ella.
El día nueve de noviembre amanecerá en EEUU un día más; En EEUU y el
resto del mundo, porque de lo que aquí ocurra va depender en buena medida el
devenir de todos. Espero que los americanos permitan salir al sol. Confiemos en
que los apoyos con que haya contado el día ocho Donald Trump, sean lo
suficientemente escasos y suficientemente abundantes para empujarlo a un lugar
donde no volvamos a verlo desde ninguna parte del mundo.
Es difícil comprender cómo un Partido del nivel del Republicano Americano
haya cometido un error de tal magnitud eligiendo a Trump entre todas las demás opciones.
EEUU: territorio de grandes contrastes, no hay duda.
D. Robles
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