jueves, 28 de agosto de 2014

CONCLUSIÓN: TODOS CORRUPTOS

Día sí y otro también asistimos a algún caso nuevo de corruptelas, o bien al capítulo siguiente de aquellos  que se van denunciando,  descubriendo y que, según sea el caso, se resuelve con prontitud, los menos, o bien duran sine die.

Quien más, quien menos, vemos con cierta incredulidad e indignación el discurrir de tales acontecimientos; indignación que sube enteros si es compartida con algún contertulio en la barra de un bar acompañando un “sorbito” de café. Resulta sorprendente ver, cómo esa indignación va desapareciendo a la par que el café.

Hay casos curiosos: quien se enfurece con el lagarto del vecino y un tanto suave y comprensivo con el que habita la casa afín o propia. Puede ser debido a la amplia variedad de reptiles que puebla nuestra fauna.
Si esto es poco, llega el momento de hacer justicia y nuestro apoyo a los lacertilios se vuelve incuestionable. Sirva la experiencia vivida. Territorios invadidos por dispendios varios, variados y abundantes y el dictamen popular vía urnas, arroja un resultado que deja boquiabierto al más escéptico.

Creo que las malas prácticas, corruptelas y amistades de lo ajeno están instaladas y enraizadas en nuestra sociedad de tal manera, que no sé muy bien si tiene remedio o habrá que resignarse a pensar que no queda otra. Soy de la opinión de aquellos que puedan pensar, que esto último jamás, que hay que tomar conciencia para echar de la vida pública a quien delinque y a quien apoya.

 ¿Y tú?, “ciudadanito” de a pie, ese que se cabrea tomando café. ¿Por qué llegado el momento no eres capaz de ser consecuente y sigues votando a los tuyos, hagan lo que hagan?
Obrando así estamos siendo complacientes, cómplices y conniventes con el delito; lo que quiere decir que lo estamos avalando, luego podemos concluir que en el fondo somos también corruptos. Ante esta actitud, ¿de qué nos quejamos después? ¿Qué criticamos?

Puede darse el caso que llegado el momento no tengamos claro a quien apoyar con nuestro voto, pero lo que si debemos saber bien, es a quien no se le puede dar: a quienes delinquen, nos mienten y a quien les apoya y defiende. Si no nos convenciera ninguna opción, existe el voto en blanco. Todo menos quedarse en casa y pasar, ¿por qué? Porque de ese pasar siempre se beneficia quien menos quiere quien dice pasar.

Más ejemplos: todos sabemos de las cuentas del fútbol, o al menos de algunos clubs, con la S.S. y Hacienda. Cuando reciben una sanción hay gente que se manifiesta en las plazas protestando por tal atropello. Es decir, un club deportivo tiene derecho a defraudar, no se le puede tocar, aunque ello vaya contra nuestros impuestos y sea consecuencia de la buena gestión de sus dirigentes. A éstos ni tocarlos.

Estos días escucho que en Castellón se van a recoger firmas para que no sea sancionado, al menos en alguna medida, el benefactor Fabra, hombre insigne y afortunado del azar.

Son ejemplos que me llevan a preguntar: ¿Perdimos el juicio, el norte, el sentido común, o todo a la vez? ¿Cómo podemos pretender que las cosas cambien y mejoren si nosotros mismos favorecemos que siga todo igual y peor?
En breve habrá elecciones, el año 2015 es prolífico en consultas. En nuestras manos está dar un golpe en la mesa.

Aunque con estos ingredientes, difícil lo fiais.


                                                                        D. Robles

No hay comentarios:

Publicar un comentario