viernes, 13 de febrero de 2015

DE FALCIANI A MONEDERO PASANDO POR MONTORO

Llevamos tiempo esperando que Hervé Falciani nos abriera su armario. Todo hacía presagiar que si empezaba a ver la luz esa famosa lista iban a pasar dos cosas: expectación e interés para unos; pánico, desprestigio, vergüenza; quizá un poco de todo para otros.

Comenzó el film y espero que "El Confidencial", diario que lo publica en España, nos deleite todos los días con algún nombre y hecho. Estoy seguro que nos aportará sorpresas diversas. Grandes defraudadores. Seguro que surge alguno de los que nos ilustran, o ilustraban con sus sabios consejos de buenas prácticas, cómo hacer para salir de la crisis y también gestionar lo público.

Tendremos la oportunidad de conocer nombres y cantidades, no sé si todo, tal vez no, pero sí suficiente para que, quien quiera sepa dónde está y qué tiene a su alrededor.

Emerge Podemos y se presenta como abanderado combatiente de estas prácticas. De repente en sus filas hay quien, salvando las distancias, parece que metió la “patita” y no veo todavía explicaciones suficientes que sirvan para disipar dudas.  Habrá que esperar qué deparan los acontecimientos, pero no es una aptitud ejemplar. Puede que no se haya cometido ilegalidad alguna. Inmoralidad parece que sí, y eso en política tiene nombre y precio. Más si cabe, para quien dice estar dispuesto a combatir las prácticas que denuncian Falciani y también ellos.

Si ahondamos un poco en la selva lujuriosa, inevitablemente nos topamos con Montoro. Sujeto curioso, entrañable en algunos casos y sin duda más propio de una serie de dibujos animados que de algo tan serio como un Ministerio, y nada menos que el de Hacienda.

Los defraudadores estafan y el Ministro, con la discreción que le caracteriza y la grandilocuencia de su verbo fácil, roza la legalidad por no decir la sobrepasa, ya veremos, para atacar a todo lo que se mueve a su alrededor y le molesta al no ser complaciente y obediente con sus mandamientos. Lo que parece bastante claro es que tiene de los nervios al plantel de técnicos de la Agencia Tributaria. No me sorprende.

Comienzan a conocerse los datos de Falciani y como si fuera un abanderado antifraude nos deleita con sus sabias diligencias. Ahora hasta parece estar dispuesto a tomar medidas legales contra el HSBC. Y queda tan ancho. Reconozco que escuchando estas cosas, no me provoca sonrisa por lo serio del asunto, pero sí una cierta apetencia de penetrar en la pantalla del televisor y obrar en consecuencia. ¡Montoro persiguiendo el fraude fiscal!

Si esto fuera poco, escuchamos a la Vicepresidenta del Gobierno y Portavoz referirse al asunto y dice apuntando a Monedero: “Si todos los españoles hiciéramos lo mismo a ver quién paga la Sanidad, la Educación, etc.”
¿Nos tomará por imbéciles?
Solemnemente y con el rostro serio y de circunstancia que le caracteriza habla sin sonrojarse lo mínimo. Pone como ejemplo la Sanidad y la Educación con la “tralla” que le dieron y siguen dando.

¿Cómo es posible que esta mujer tenga el atrevimiento de hablar en esos términos con lo que tiene en casa?
En la actualidad, en su Partido es donde más golfos aparecen por metro cuadrado (siguiéndole de cerca el otro gran Partido), y el propio paga en B para “escaquear” al fisco. Algo que parece probado a juzgar por los informes judiciales publicados. ¿Es tal el ansia que tienen de buscar elementos de censura para el rival que ciegan ante la evidencia de lo propio?, ¿A quién pretenden engañar?, ¿Esperan tapar sus vergüenzas subiendo el volumen a este tipo de ruido?

Un hecho delictivo, lo es y punto, con independencia de su tamaño y quien lo ejecute. Eso no quiere decir que inevitablemente se establezcan comparaciones. Que bajo el paraguas de Gürtel se saque pecho con el caso Monedero no deja de ser cuando menos chocante.

Conocemos a Bárcenas. El gestor económico más importante de España. Engañó a todos en Génova: dicen. Pretenden convencer a todo el mundo.

Les voy a proponer un ejercicio de reflexión: se dice que Bárcenas llevó en Suiza del orden de 45 o 50 millones de €. Millón arriba o abajo poco importa. Esto que se sepa. ¿Será suyo todo ese dinero? Me cuesta creerlo. Si así fuera y resulta que en Génova nadie se enteró, ¿En manos de quién tenemos el Gobierno del País? 
Opino que no es todo de él.
 ¿De quién?
Les invito a sugerir opciones.

Entre tanto, me resulta confortable ver que surgen figuras como Hervé Falciani, Edward Snowden y Julian Assange. Dispuestos a denunciar delitos oficiales amparados en legalidades varias establecidas por quien los practica.

Se les persigue como si fueran ellos los delincuentes. Recuerden que Falciani no fue extraditado de España a Suiza gracias a la intervención de una Juez. Nuestro Gobierno ya estaba dispuesto a cumplir el trámite. Claro, el contribuyente nunca debe conocer a quien le está defraudando.

Confío que un día se les reconozca a éstos, y aquellos que sigan su ejemplo, su labor y aportación a la Justicia.

Estoy seguro que la sociedad ya lo reconoce y valora, pero no es suficiente.


                                                                                  D. Robles

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