viernes, 5 de febrero de 2016

PACTANDO BAJO LA LLUVIA

Cuarenta y cinco días después del 20D seguimos asistiendo al juego de pactos, impactos, tal vez infartos y partos que no acaban de romper aguas.

Una nueva versión de negociación. Ahora hablan de forma virtual. Los actores principales se comunican a través de “tweet”, tal vez por “face” y cualquier otra forma que no sea sentarse a hablar como personas normales y civilizadas. No. Mejor a través de mensajes mediáticos. A ver quien resiste más la presión del o de los otros, quien flaquea antes, o también ver cómo se puede dinamitar cualquier opción de gobierno para ir a unas elecciones, porque ello puede interesar a unos más que a otros.
Situación más propia de una viñeta de Forges que de la realidad misma.

Es el escenario que nos dimos los españoles, así que, veámoslo desde la perspectiva de lo que supone de aprendizaje dado que pasará a los documentos de la historia de España y se repetirá; ya lo verán.

Mariano sigue en estado puro, fiel a su estilo: ni sí, ni no, ni lo otro; agachado hasta que escampe la tormenta. Habrá una ocasión en que esa estrategia deje de funcionar. Tal vez sea esta, o no, si de nuevo hay elecciones de las que puede salir algo fortalecido, aunque no suficiente.

Pedro da un  paso al frente y dice: ¡Ahí voy yo! ¡Salga el sol por donde quiera! Hay que reconocerle valor para que, en un momento como este de un paso adelante.

El toro a lidiar es tan bravo que para sí lo quisiera un diestro de raza. Por la derecha atacan, por la izquierda también y desde el salón de casa mejor no hablar. Veo en éste, el riesgo de la peor cornada.

El socio más posible del tablero, Podemos, está un poco subido y su líder algo pasado de frenada. 

Un buen día presenta una propuesta de gobierno sin hablar, al parecer, con su hipotético socio y lo ve normal, y cuando Pedro dice que lo suyo es responder con respeto, lo hace en los términos que conocemos, y en este caso, creo que bastante defendible, dice Pablo que mal empezamos.

Sr. Iglesias, ha de centrarse un poco. No sé si los hechos le sobrepasan o cual es la causa pero lo veo un poco fuera de contexto. Eso no gusta. No le favorece, más bien le resta. Usted sabrá, pero si corre tanto, tal vez en lugar de asaltar el cielo pinche el cohete y ya sabe qué pasa después.

Prudencia señor Iglesias, prudencia. Prudencia y discreción han de ser siempre elementos de buena compañía. En política más si cabe. Y si su apuesta es nuevas elecciones ¡Cuidado!

Si está aquí para cambiar las cosas, empiece por el principio. Convénzanos de ello. Ese principio es no cometer los mismos pecados que aquellos a quien tanto critica, y percibo unos tics que se parecen bastante a esos de los que la ciudadanía está un poco harta. 
El cielo no se asalta, se conquista: con razones, motivos y gran dosis de convicción y moderación.

Ese destino que te ofrece una sonrisa, también te puede dejar compuesto y sin novia.

Albert sigue navegando entre dos aguas y corre riesgo de terminar ahogado. Creo que sigue sin hacer la digestión del 20D y sin darse cuenta de la composición de la España que pretende dirigir. Si no hay consciencia de esa realidad que se quiere gestionar, mal vamos.

Dice el equipo de Albert que con Podemos ni a tomar café y cuando desde Podemos dicen que con C´s no es posible coaligarse se molestan y les critican. ¿Estarán jugando al escondite o será fruto de los nervios del novato?

Quien se muestra en situación de tener los pies más en la tierra, coherente y consecuente, en mi opinión, es Alberto Garzón. El más joven del tablero y parece que en posesión de la cabeza mejor colocada.

En fin. Toca pactar. Ya veremos qué y cómo y si al final hay parto o aborto.


                                                                             D. Robles

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