sábado, 6 de mayo de 2017

PRIMARIAS DE ALTO VOLTAGE

El PSOE se encuentra en la recta final de su proceso interno de primarias para liderar el Partido.
Tal vez el más intenso, atípico y caliente que haya vivido esta formación en toda su historia, salvando aquel del contubernio en que J. Borrell se atrevió a amenazar la hegemonía del aparato y lo venció.
Posteriormente buscaron la manera (el aparato de entonces, que sigue  controlado por los mismos) de “cargárselo” como todos recordarán.
¿Se repetirá la historia?
Todo es posible. Observando los movimientos de las últimas fechas, donde el mayor apoyo popular todo apunta que lo lleva Sánchez y donde el aparato oficial está haciendo ímprobas maniobras para vender su realidad, que no la realidad, y colocar a Díaz contra viento y marea, cabe esperar, hasta que un Partido tan democrático como éste sea capaz de organizar la democracia a su medida.

Hay mucho nerviosismo en la oficialidad del Partido. Se saben repudiados, o debieran, por una parte importante de la base social que les sustenta y puede haber un nuevo caso Borrell. Cunde el pánico.

Las presiones “Susanistas” a la militancia son tan descaradas que trasciende lo particular a lo público. Por otra parte se conoce que hay agrupaciones afiliando hasta el perro del vecino para que sume voto. Todo esto, en una organización y unos representantes que dicen defender la democracia sobre todas las cosas.
El fin justifica los medios. Hay que ganar esta batalla. Se inflan los censos de forma artificial, y un buen número de afiliados que hoy son socialistas de toda la vida dejarán de serlo una semana después, pero habrán cumplido una misión y tal vez un favor. No importa: el objetivo es ganar. En este terreno hay señorías ampliamente curtidas. No es la primera vez que se recurre a una estrategia tan democrática.

Una vez conocido el resultado de los avales, llama la atención algún caso como el gallego, donde Sánchez es apoyado de forma mayoritaria. Gana en todas las provincias menos en Orense. Casualmente es de esas demarcaciones donde hay una baronía, según trasciende, haciendo recolecta y suma de afiliados fantasma. No se informa si va el perrito o no, pero suman. Hasta Pontevedra, con el todo poderoso (según cree él) Caballero al frente, dijo sí a Sánchez.
Presiones de todo tipo para avalar y votar a Susana, so pena de ser tenida en cuenta la desobediencia.
¿Y si después de todo el esfuerzo gana Sánchez?  
Se puede afirmar, sin temor a equívoco, que lejos de tomar nota y hacer la maleta, como sería exigible después de todo lo que se vivió, seguirán escribiendo el segundo capítulo del Borrell show.
Es mucho lo que se juega esta “tropa”. No son los intereses que dicen defender: los del País. No, es otra cosa.
Llevan demasiado tiempo instalados en el altillo del poder, con todo lo que supone de medio de vida, favores alcanzados y debidos como para no utilizar todo lo que esté a su alcance, sea lícito o no para seguir instalados en su atalaya.

Observo que la militancia de forma mayoritaria tiene decidida su opción. El aparato nervioso y preocupado.
Aquí puedo recuperar aquel dicho: “Roma no paga traidores”.
También muy propio un artículo que leí en un medio que se pregunta: ¿Y si gana Susana a quién votamos?
Pues eso. Si ésta resultase vencedora esa es la gran pregunta que se hará gran parte de la militancia y también los votantes que no militan, que son en definitiva quien decide unas elecciones. En ese proceso donde no es fácil ejercer presión ni compra de voluntades, tal vez recibieran la respuesta que no quieren escuchar. ¿Y después qué?

Después de hacer una lectura de los avales, creo que Sánchez tiene muchas posibilidades, puesto que el voto es secreto y mucha gente presionada a la hora de avalar, votará en conciencia y no en obligación. También los diez mil seguidores de López sacarán conclusiones, supongo.

En este mismo blog hice una predicción tiempo atrás. Todo apunta a que los hechos conducen a ese camino. López no cuenta. Tal vez su misión sea estorbar, dicho con el debido respeto.

Me pareció acertado y estratégico el ofrecimiento que le hizo Sánchez, y aunque López esté a otra cosa, sus votantes tomarán nota, o debieran.

¿Qué le ocurrió al PSOE con la imposición de Almunia?
A veces la historia se repite.

Hay para quien es más interesante perder y mantener los atributos, que ganar y tener que renunciar a ellos.

¿Usted qué cree?

                                                               D. Robles

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