Se sirven
injerencias a domicilio. Este podría ser el título de la escena enrevesada que
nos sirven actores y actrices de la vida pública un día sí y otro también. Aunque
más que injerencias yo hablaría de connivencias. Lo veo más ajustado a los hechos
a tratar.
El totum
revolutum de la vida social y política de este país nos propone una ensalada
difícil de aderezar y peor de digerir.
Políticos
por un lado y algunos jueces por otro nos van a volver locos. Como teníamos poco con
la manida injerencia de la política en el terreno judicial, ahora descubrimos
la injerencia de la Judicatura, o mejor, una parte de ella en la vida política,
y no es que no se supiera, solo que ahora se hace con descaro y a discreción.
Si la primera es censurable, que
lo es se mire por donde se mire, aunque, dicho sea, que si la hay es porque
siempre hay jueces dispuestos a participar del juego, la segunda es sencillamente
vergonzosa.
¿Por qué se habla tan poco de esta
última?, ¿no interesa?, ¿es políticamente incorrecto?
Los jueces por el hecho de
serlo no son sujetos intocables. No están al margen de la crítica y si se meten
en jardines han de asumir sus consecuencias.
“Que nos
dejen en paz”: dicen. Claro. Hagan su trabajo, que no es precisamente legislar
o tratar de impedir que se legisle y apliquen la ley con el rigor y seriedad
que se espera de sus señorías.
Las leyes
las hace el Poder Legislativo, es decir, el Parlamento, no sus señorías togadas.
A partir de aquí les puede gustar o no, como a cualquiera, pero su misión no es
de gusto sino de aplicación de aquello que emana del Poder Legislativo.
Como colectivo grande que es, está sujeto a que una parte de él de la nota, por eso hay que reivindicar también el trabajo serio y riguroso que lleva a cabo la inmensa mayoría de jueces y juezas y no caer en la tentación de extender a todos la mala praxis de unos cuantos, pero estos cuantos se hacen notar con estruendo incluido y por eso hay que denunciarlo y aseverar que no pueden estar donde están.
¿Cómo hay
que interpretar el posicionamiento del Poder Judicial respecto a una ley que no
existe, antes incluso de iniciar su recorrido? Además, en clara connivencia con
un partido político que ahora ya sabemos que haría lo mismo, o parecido, si
hubieran tenido la ocasión, y para el mismo fin que el actual Gobierno; eso
comentó en privado, que resultó no ser tanto el propio Sr. Feijóo. ¿Por qué si
esto es así tanta algarabía y tanto barrizal? Esto tiene nombre, se llama
hipocresía.
¿Cómo se debe interpretar un auto del Poder Judicial tratando de impedir una votación parlamentaria? en connivencia con el mismo partido político, claro, ¡habrase visto! ¿No es un escándalo?
¿Tiene algún sentido lógico
que un juez se saque de la manga delitos para boicotear una iniciativa
política? Sea buena o no una ley. Eso lo dejo al margen. Lo que no puede quedar
al margen es la actuación de estos jueces.
¿Quién es El Sr. García
Castellón? Se puede decir sin temor a equivocación que es un Juez del PP para
el PP. Recordemos los famosos audios entre Zaplana y González. ¿Dónde estaba G.
Castellón?, ¿por qué retornó a España y a la Audiencia Nacional?, ¿por medio de
quién y para qué? ¿A quién sustituyó y cual fue el mecanismo de su
incorporación a la A. N. y el traslado de su predecesor?, ¿qué casos estaba
llevando el Juez Velasco y asumió el Sr. García Castellón?, en fin, creo que los
hechos avalan esta opinión. Un Juez que cada asunto que eleva y cruza los
Pirineos recibe las collejas de sus colegas europeos que hasta lo acusan de mentirles
para conseguir su fin político.
¿Se preguntaron alguna vez cual es el motivo por el que el PP se empeña en no cumplir las reglas constitucionales y sigue bloqueando la renovación de estos personajes? No seamos ingenuos y vayamos a pensar que son ciertas las innumerables disculpas expuestas, no. Hasta que no se resuelvan todos los asuntos judiciales que tiene pendientes con la Justicia, y no son pocos, seguirá habiendo disculpas justificativas. ¿Por qué? porque hay que procurar que las causas se resuelvan a tiempo y por jueces amigos ya que, como bien dijeron en su momento (se le escapó a alguno, como hace muy poco al sr. Feijóo), lo tenemos controlado por la puerta de atrás, y eso ayuda. No deja de ser curioso que desde este partido no se cansen de anunciarnos todos los días el interés de otros partidos por controlar el sistema Judicial, que será cierto, no voy a decir que no, pero sabiendo lo que ellos hacen, es cuando menos chocante.
Ser
constitucionalista no es decirlo cada mañana, es cumplir la Carta Magna. Quien
no la cumple y respeta se sitúa fuera de ella y como consecuencia y conclusión podríamos
decir que el PP es hoy el único partido del arco parlamentario que no cumple la
Constitución. Algo muy serio.
Imaginen por
un momento si lo que está haciendo el Partido Popular lo estuviera haciendo el
Partido Socialista u otro. ¡Lo que estaríamos escuchando y viendo! Aunque
también es difícil pensar que cualquier otro Partido haría algo parecido. O tal
vez sí: sólo uno