viernes, 20 de junio de 2014

DEMOCRACIA EN ESTADO PURO

Llevo un tiempo viviendo un tanto desorientado. Los asuntos de actualidad superan previsiones y expectativas. Las gentes de la política no dejan de sorprender y creo que van a conseguir que la ciudadanía terminemos haciendo alguna cosa extra, para ellos, porque visto lo que se ve y que todo vale, quien sabe en qué acabaremos si no le ponemos remedio.

A todo cuanto llevamos asistido en el panorama nacional, y que no requiere olfato fino para saber que es un suma y sigue, se incorpora un caso sumamente interesante y curioso en la ciudad de Santiago de Compostela; aportando información y documentación suficientes, tal cual, para elaborar una tesis doctoral al despropósito político.

El gobierno emanado de las urnas y que pronto dio, al parecer, síntomas de ciertas debilidades punibles, susceptibles de ser encausadas judicialmente, al paso del tercer año de legislatura, agotó la lista de candidatos debido a que por diferentes corruptelas y sentencias judiciales, uno y una tras otro y otra se vieron en la necesidad de tener que huir del Consistorio.

El segundo alcalde de la legislatura, el día que iba a presentar su nuevo equipo, como consecuencia de la baja de nueve concejales de un arreón, sorprende a propios y extraños con el anuncio de su más que forzada dimisión; no se dijo así, pero hay pocas dudas al respecto, y se coloca como sustituto al último de la fila. Hasta aquí, la sustitución puede resultar fácil de entender pero, ¿Cómo se completa la lista si ya no quedan candidatos? Pues muy sencillo. Se procede a la búsqueda, cuan si de un anuncio u oferta de trabajo se tratare, al más puro estilo de toque de arrebato y grito de: "se busca concejal” interesados…….
El resultado es, que el nuevo gobierno parece ser que va a tener más de la mitad de concejalías ocupadas por personas que no se presentaron a las elecciones, es decir, el futuro alcalde busca a quien mejor le parece y, “¡ala pa dentro!”. Pregunto, ¿Para qué queremos elecciones? Si no las necesitamos.
El asunto parece más propio de un guión de cine, de aquellos que tan magistralmente interpretaban Pepe Isbert o Alfredo Landa, que de una realidad palpable.

El nuevo equipo más bien parece un grupo llamado a contentar, en clave interna, las familias del PP que un equipo de gobierno.
Dicen que es un equipo muy técnico, como si en la Administración no hubiese sobrados técnicos cualificados. En fin, un esperpento hecho realidad.

 No imagino el escenario, en boca de los responsables de este partido, si los hechos tuviesen lugar en el patio de otro grupo. Mejor dicho, sí lo imagino, o mejor todavía, lo afirmo; la escandalera que hubieran organizado habría trascendido al polo sur; pero como toca en casa, cambia el cuento.

Por otra parte, el PSOE, también en Compostela, se enfrenta a unas primarias, y como si del fin del mundo se tratara empieza a llover afiliados. El  pasado fin de semana se supo que de repente, hipotéticos simpatizantes del partido, les entró el “reprís” y ansia participativa y comenzaron a afiliarse de tal manera y número que a poco que dure un mes más tal proceso, el PSOE en Compostela adelantará en afiliación al Real Madrid en socios. Así da gusto. ¿Quién dijo que la gente pasaba de la política?, sólo basta que les aprieten un poco y ahí van, en tromba.

Todo apunta a que desde el llamado aparato están haciendo de las suyas. Hay que ganar como sea, eso sí, con mucha democracia. Vamos que, el vecindario en Compostela no creo que dedique tiempo al aburrimiento y además estoy seguro que llevan aprendido más en los últimos meses que en treinta años de democracia; así la llaman.

¡Qué nos quedará por ver, con tanto camándula suelto!
                                                                 


                                                                      D. Robles

sábado, 14 de junio de 2014

LA JUSTICIA UNIVERSAL

Siempre quise creer en la justicia como elemento fundamental en la relación social de un estado de derecho.
Siempre creí que el delito debía ser perseguido, se produzca donde se produzca y se lleve a cabo por quien fuere.
También que, en justicia, un delito nunca debiera tener fecha de caducidad.
Me cuesta aceptar que algo tan trascendente esté sujeto más a intereses de políticos y  gobiernos de turno que al interés general de una población.
Asumo con cierto desasosiego, que sea ésta una reflexión más propia de la imaginación y tal vez de una ilusión que de una realidad posible.

Hay leyes que para ser aprobadas pasan un proceso parlamentario insufrible, mientras que otras se resuelven en una semana, casi sin darnos cuenta, porque interesa al ejecutivo que así sea. Recuerden la reforma de la Carta Magna (nada menos) en agosto del 2011, sí, digo bien, en agosto cuando se entera casi nadie, porque era una exigencia, según parece y todo apunta, de la Sra. Merkel.

Ahora se procede a abolir la normativa que regula la Justicia Universal, porque, al parecer incomoda a China y a EEUU.
Es decir, lo nuestro es no incomodar a los demás, aunque detrás de esos movimientos se esconda la no persecución de delitos de sangre.

Todos somos iguales ante la ley. Sí señores/as. Así nos lo dicen, tan convencidos que hasta la duda ofende, aunque también forme parte de la ilusión aludida.

El actual gobierno decidió “cargarse” la normativa que trazaba una línea de actuación en el contexto universal de la justicia.
Para justificar una medida siempre se buscan argumentos adecuados y cuidados, y en este caso, hay que decir que el sólo hecho de comunicar cosas tales como que nosotros no debemos, o no somos quien, de intervenir en asuntos más allá de nuestras fronteras es de muy fácil digestión para gran parte de la población. Lo escuché en no pocas ocasiones. Repito aquí lo dicho en otro comentario reciente: “pensamos demasiado poco”. Estoy convencido que no somos conscientes en manera suficiente de las consecuencias que se derivan de decisiones como ésta.

En este caso fue China quien dijo a nuestro gobierno qué debía hacer, y como era de esperar, sumisos y obedientes ante el poderoso obraron en consecuencia, dieron al traste con una normativa que en nuestro país garantizaba esa justicia.

Un delincuente lo es, sea chino, americano, de Budapest o Guadalajara. Sea un cargo político o cualquier otra cosa y sólo por ello no puede haber diligencias exculpatorias y menos, caducidades temporales de un delito. Mientras no se den estas variables no podemos hablar de justicia, ni de democracia.

 Un presidente chino, que fue, y a quien se le atribuyen delitos de Lesa Humanidad, genocidio, etc., no puede quedar al amparo de la impunidad, si todo ello es cierto, y convertirse en especie protegida; y pongo este ejemplo por ser el detonante, pero es, por supuesto, extensible a todo el universo delictivo.

Moncloa desoye a Magistrados y todo aquel, que con criterio y conocimiento anuncia las consecuencias que va a acarrear tal medida, pero la prioridad conduce a una decisión, y ésta es, complacer, en este caso al Sr. de Oriente.
Ahora vemos cómo, en aplicación del nuevo ordenamiento los jueces se ven en la obligación de excarcelar a narcotraficantes, maleantes y ya veremos en qué queda el asunto.

Lo importante y prioritario es no incomodar a un delincuente “con enchufe”, tampoco se debe investigar la muerte del periodista José Couso, a manos de militares americanos, se molesta la administración USA.
¡Menos mal! Y hemos de considerar a aquellos Jueces que con “agallas” suficientes luchan por el imperio de la Ley y  el caso señalado parece que puede seguir su curso. Confiemos en que no sea el único. Ya habrá quien no tarde en empezar a trabajar en un Decreto o equivalente para bloquear la situación; sólo queda esperar que lleguen tarde o cometan errores en su camino que tampoco es imposible, o también que alguna Instancia superior eche el freno a tal despropósito.

¿Alguien habla de ello? ¿Algún medio se implica en el asunto? Mejor, guardar silencios y el tiempo hará el resto.
¿Estaremos admitiendo y aceptando un tipo de delincuencia legal y por tanto autorizada?
Después nos hablan de equidad y de Justicia.
¿Qué entenderán, o pretenderán que entendamos por Justicia?

Palabras, simples palabras.

                                                                               D. Robles  

viernes, 6 de junio de 2014

MONARQUÍA Vs REPÚBLICA

Teníamos poco ambiente digiriendo el resultado de las elecciones europeas y lo animada que puso la vida política española Podemos, que viene Su Majestad Juan Carlos I y se le ocurre dimitir, aunque en este caso se le llame de otra forma.
Visto desde esa perspectiva bien se puede pensar que: alguien decide dimitir en este país.

El hecho en sí mismo reviste trascendencia e importancia suficiente, pero si faltaba algo, la gente sale a la calle demandando República.
A partir de aquí, como ya es habitual y la gente estamos acostumbrados, empiezan a sucederse opiniones y manifestaciones en un sentido y el contrario, en todos menos en el que entiendo más adecuado, que no es otro que el del equilibrio y sosiego.
Les aseguro que ya tenemos noticia y entretenimiento mediático para varios meses.

Debiera ser un momento idóneo para consultar a la ciudadanía sobre algo tan elemental, como saber su opinión acerca de la forma de Estado que quiere.
Tengo la impresión que, si en este momento se celebrase esa consulta, el resultado sería mayoritario a favor de la Monarquía y con ello la Coronación y Reinado de Felipe VI tendría una solvencia y más que probable estabilidad de la cual carece sin ella. ¿Se imaginan al todavía Príncipe, tomando el relevo y a la vez anunciando que somete  a la consideración del pueblo su Reinado? Los enteros que este hombre iba a subir serían incalculables. Y si resultare que tal hipotética consulta arroja otro resultado ¿Cuál sería el problema? Se cambia el sistema de Estado y se acabó el cuento. Cualquier situación con el aval del pueblo sería respetada y se acabaría la polémica. Además, imagínense la siguiente pregunta: ¿A quién quiere usted de Jefe de Estado, a D. Felipe de Borbón o a D. José Mª Aznar? por ej. Les garantizo el resultado. Si yo fuese el Príncipe dormiría muy tranquilo.

Bromas aparte; escuché entre otros, al que fue alcalde de Coruña,  Francisco Vázquez, en una emisora de radio decir cosas tales como que, las manifestaciones acaecidas por tal motivo estaban convocadas y asistidas por personas que querían imponer un sistema al conjunto de la población, y lo primero que pregunto es, si la Monarquía no es una imposición, dado que por lo que sabemos, el pueblo no fue llamado nunca a conocer su opinión al respecto, aunque tal vez al sr. Vázquez le hayan consultado y lo desconozcamos. El caso es que, en tanto en cuanto se consume la sucesión en los términos previstos, es por la misma vía, luego ¿de que imposiciones habla este señor? Debe ser que cuando se lleva toda una vida en política y  van pasando los años, una de dos: o se pierde un poco el norte, o se  va algo la “pinza”, o las dos.

Lo que la gente está demandando es que se consulte al pueblo y que sea éste, a través de las urnas quien decida sobre el modelo de Estado que quiere, creo que es algo sencillo de entender y muy natural.
El sistema democrático consiste en eso, y a partir de ahí respetar la opinión mayoritaria. Todo lo que sale de las urnas no lleva marchamo de imposición, lo que se ejerce en ausencia de ellas, es otra cosa, es probable que el Sr. Vázquez no se haya dado cuenta de esto.  Otras opiniones, dentro del respeto que merecen todas, mejor no comentar.

No obstante, no se trata de polemizar ni tampoco evitar la polémica, porque entiendo que son asuntos que si deben generar debate y sabemos que donde hay discusión de ideas, de proyectos, debate, etc., hay vida, lo contrario es apatía y si me permiten una expresión un poco dura, borreguismo.

Tan lícito es, que la preferencia de un ciudadano sea Monarquía, como otro que prefiera República, como quien ni una ni otra. ¿Por qué hemos de empeñarnos en vivir sumergidos en dudas estériles?

Siento cierta envidia de un país como Suiza. Un país, que cualquier decisión de alcance que toma su Gobierno es ejecutada después de consultar al pueblo vía referendo. Cualquier gobernante con ese aval está más que legitimado y respaldado para llevar adelante su acción de gobierno. Parecido al nuestro; un Gobierno que nos promete una cosa, hace la contraria y además pretende que le estemos agradecidos, después de hacer de la mentira su acción de gobierno. Si en España hubiésemos sido consultados y esa consulta fuese vinculante ¿estaríamos como estamos?
Habrá quien piense que tal vez peor y me parece respetable, siempre hay que considerarlo como posible, pero el Gobierno habría tenido el respaldo de su pueblo para hacer. Por cierto, Suiza no es un Reino.

Pues, el tema que nos ocupa hoy, es más de lo mismo. Consultemos al pueblo y si este dice que Monarquía estupendo y si dice otra cosa pues también. En una democracia ¿no es el pueblo quién decide?, o mejor, ¿quién debiera?

Percibo como una de las razones de la abdicación en este momento la siguiente:
Este proceso sucesorio requiere una aritmética parlamentaria adecuada y suficiente. Transcurridas las últimas elecciones, el panorama se presenta un tanto cambiante respecto al habido hasta la fecha y si a futuro se consolida esta evolución, el relevo en la Corona iba a tener un serio problema por lo que, llevarlo a cabo ahora es más que justificado desde esa perspectiva. Creo ésta una razón de peso.

Pero hoy, en una sociedad como la española, en pleno S XXI, llevarlo adelante en los términos previstos, sin el aval popular es un serio error.
Siempre ha de ser más importante evitar un problema que buscarle solución.


                                                                               D. Robles