viernes, 24 de junio de 2016

FABRICANTES DE MOTIVOS

En plena efervescencia electoral, emerge con fuerza otra hazaña de un miembro del PP, otra más, otra de tantas. Trasciende que el Sr. Fernández, Ministro del Interior,  pretendía fabricar una serie de pruebas para acosar o debilitar a cargos públicos catalanes de CDC y también de ER.

Los términos que se conocen y que dejan pocas dudas al respecto nos indican una vez más el buen hacer y eficacia de unos gobernantes moderados, como gustan definirse. ¡Menos mal que son moderados!

El hecho en sí mismo es grave, pero no veo motivo para que cause tanta sorpresa. Es sobradamente conocido la forma de trabajar de este señor y su Ministerio. En más de una ocasión puso en aprietos a las fuerzas de seguridad por su indiscreción y también por su fábrica de motivos.

También recientemente  se supo a través de un asunto que llegó a los juzgados que miembros de su Ministerio habían preparado un buen menú de pruebas para inculpar a miembros de Podemos en el tan manido mantra de Venezuela, que para variar fue archivado porque nadie pudo acreditar ante el juez una sola prueba que verificase la intención, luego se puede afirmar que es eso, intención. Sabemos cómo funcionan algunas cosas: haz ruido que algo queda. ¡Y vaya si queda!

 A mayores se sabe también, que peones del Ministro contactaron con el elocuente y prestigioso periodista Eduardo Inda, con el que mantuvieron varias reuniones para que ejerciese de altavoz mediático de tales pruebas contundentes. Todos tuvimos ocasión de deleitarnos con las soflamas del susodicho, presumiendo de haber conseguido un abanico de pruebas contundentes que iban a desenmascarar a sus amigos de Podemos. Es fácil comprobar la dificultad que le supuso tal proceso de investigación. Terminó reconociendo que le habían pautado hasta la fecha de hacerlo público. ¡Qué nivel!

Tal vez recuerden un programa de la sexta en que denunció, este aristócrata de la telaraña, una cuenta que había descubierto del entonces alcalde de Barcelona Xavier Trías en el extranjero.  Pues bien, ahora sabemos que esa prueba también sale de la factoría de Fernández. Ya se habrán dado cuenta el recorrido que tuvo tal denuncia, ¿Cuánto tiempo hace que no se ha vuelto a hablar del asunto? ¿Si fuera cierto habrían apagado el altavoz? Pues no.

Así funcionan estos personajes. Lo triste es que el barrizal que provocan siempre hace que alguien, tal vez demasiada gente patine en él y termine embarrada.

Es hora ya que haya una legislación  que haga que quien actúa de esta manera tenga que asumir responsabilidades, penales si fuera el caso. No se puede consentir que mentir y difamar sea gratuito.

Dice Fernández que es víctima de una conspiración en víspera de elecciones y que resulta curioso que esto se sepa ahora, etc., etc.
Lo que tiene que preguntarse el Sr. Fernández y a la vez cuidarse es con quien se reúne, dónde y por qué esas conversaciones dejan de ser confidenciales. ¿Tendrá algún buen amigo dentro de casa? ¿O tal vez haya quien harto de tanta desvergüenza se encargue de abrir la ventana? Ningún medio de comunicación tiene sus micrófonos en esas salas de reunión.

Las fuerzas de seguridad del país deben estar contentas con este personaje al frente. Imagino cuan ávidas estén de ver un relevo. Va a ser difícil encontrar uno peor.

Por si esto fuera poco, este señor es candidato a las elecciones y aspirante por tanto, a ocupar cargo de responsabilidad. Es el responsable de informarnos del resultado electoral el domingo. Es para estar tranquilos.

Es compresible que se apresure a hablar de conspiraciones, al fin y al cabo es algo de lo que sabe bastante.
Y si todo esto fuera poco, para completar la faena Mariano no sabía nada, ¡qué casualidad! Fíjense que las grabaciones son claras: el Presidente es conocedor del asunto pero él afirma que no sabía que existiese el cargo que ostenta el reunido con Fernández. ¿Creen ustedes que un Presidente con tantas cosas que hay de las que no se entera puede ser Presidente?

No contesten. La respuesta el lunes día 27. Suele tener más influencia el barro que los hechos: demasiada ciudadanía suele ser más sensible a los Indas y fabuladores perversos, a los fabricantes de insulina para no diabéticos, que a los propios hechos delictivos.

Les voy a proponer una reflexión: Si todo cuanto estamos conociendo sobre el PP fuesen hechos que ocurriesen en otro partido, cualquiera que fuere ¿Qué estaría ocurriendo en este País? ¿Qué se estaría diciendo y haciendo desde el propio PP? ¿Casos aislados? No. Cuando menos estaríamos al borde del estado de excepción.

Digo una vez más: cada quien es libre de actuar como crea conveniente, es su derecho. Le puede seducir más una opción que otra, tal vez ninguna de las alternativas, pero este último caso no justifica un apoyo a corruptos, golfos y malvados. Estoy seguro que quien sí lo hace es cómplice activo y por tanto responsable de todo cuanto hacen sus actores principales y que nos afectan a todos.

                                                                           D. Robles