sábado, 28 de enero de 2017

¿EDUCACIÓN? O ALGO MÁS

Hay escenas en la vida diaria que no se creerían posibles si no fuera porque la tozuda realidad hace que toquemos, y por tanto nos hace tomar conciencia de su presencia entre nosotros, delante, al lado.

A raíz del fallecimiento de Bimba Bosé, se desencadenó una serie de comentarios a través de la red, medio que suelen utilizar quienes no tienen posibilidad de hacerlo de otra manera que les permite esconderse bajo el cobarde anonimato.
No encuentro calificativos que puedan definir de forma ordenada tal infamia.

Este cúmulo de torpezas y atrocidades no sé bien si enmarcarlo en una carencia de elementos fundamentales y básicos de educación, que sin duda sí, si ampliarlo a alguna alteración genética no identificada que pueda padecer quien se manifiesta de tal manera, si también, a alguna enfermedad que se retroalimenta socialmente con una pastilla grupal; o a otra alteración no identificada. Lo que puedo afirmar es, que escapa a la normalidad elemental.

Hay algo que considero probado: quien no es capaz de aceptar todo cuanto sale de sus esquemas bastante limitados, trata de eliminarlo de su entorno haciendo uso de la sinrazón más absoluta, no reúne condiciones para vivir en la sociedad de la que forma parte.

Una canción dice en su letra, entre otras cosas: “Aquí cabemos todos o no cabe ni Dios”, pues bien, aplicado al caso he de decir que, quien trata de ejercer su convivencia buscando apartar a quien pueda ser diferente, y no sabiendo respetar a una persona por el hecho de serlo, es alguien que ha de padecer una mutación genética que debe ser tratada por su potencial peligrosidad. Ahora bien, no contemplo como solución al caso, excluir a estos individuos de la circulación ordinaria puesto que nos colocaría a su nivel y esto no es apropiado, pero en la medida que son individuos que requieren seguimiento, sí es adecuado identificarlos para poder tratar su trastorno y reconducirlos a la senda de la civilización normalizada.
 Los mecanismos son varios, es cuestión de buscar el más adecuado a cada caso. Hay cosas que no admiten demora y deben perseguirse hasta el último rincón.

Es un caso de los muchos que conocemos día sí y otro también, y debe encontrársele remedio antes que pueda ser demasiado tarde.

Una fuente que alimenta y da de beber a este trastorno es la Universidad del Desatino, donde encontramos doctores impartiendo doctrina sobrenatural, basada en la verdad absoluta, o casi.
Por un lado, catedráticos purpurados, a quien hay que añadir seglares del nivel de Richard Cohen, que esta semana es noticia por haber escrito un libro y a la vez, a través de su conferencia invita, en singular sintonía con algunos portadores de “sombrero celestial”, a “sanarse” a aquellas personas que son homosexuales.
Estos pobres infelices viven su profunda ignorancia sin darse cuenta, o no querer hacerlo, que si hay alguien que debe ponerse en manos de un especialista para sanarse, y en este caso de la psiquiatría, es ellos mismos por su trastorno conceptual y por extensión personal. En España hay grandes profesionales en esta especialidad que sin duda pueden ayudarles. Para ello, primero han de ser conscientes de su controversia y contradicción, para después estar en condiciones de aceptar esa ayuda. El gran problema es saber reconocerlo y aceptarlo.

Hay manifestaciones que lejos de ejercer la libre expresión, porque no lo es, atentan contra derechos fundamentales de las personas.

Hacer manifestación que suponga enaltecer el terrorismo está penado como sabemos, y se persigue hasta a quien  pueda hacer alusiones en clave de humor, cuyo mal gusto o no, no voy a discutir.
¿Cómo es posible que cuando alguien expresa públicamente aptitudes de naturaleza homófoba no se tengan en cuenta en la misma proporción? En el fondo no deja de ser un incentivo que ampara y justifica la acción de esas mentes retorcidas dispuestas a dar forma a esos discursos tocados por halo divino.

Para esto, como para tantas otras cosas caben tres soluciones:
EDUCACIÓN, EDUCACIÓN  y  EDUCACIÓN

                                                                            D. Robles     

sábado, 21 de enero de 2017

SENTADO EN EL QUICIO DE LA PUERTA


Sentado en el quicio de la puerta, como cantaría Víctor Manuel, siento cómo pasan por delante de ella los trovadores del momento entonando los cantares que anuncian el camino que conduce al destino inmediato.
No se detienen a conocer la impresión que me produce. Tal vez sea prisa, tal vez no tenga interés, tal vez y más probable, las dos. Así que, sigo escuchando los cantares, sentado en el mismo lugar, sintiendo la impotencia que conduce a la resignación de tener que sufrir las consecuencias del devenir más inmediato.

En el contexto internacional, empieza el reinado Trump con todo lo que se aventura y puede suponer un energúmeno descerebrado a los mandos de la nave americana. Es necesario mantener la expectación sobre sus decisiones. Nos guste más o menos nos afecta a todos.
Sus andanadas apriorísticas si se convierten en efectivas, temblarán los Andes, los Alpes, y el Himalaya.

No parece estar sólo en la aventura. El amigo Putin, contribuirá a provocar el terremoto.
Putin y los suyos, que nos acaban de deslumbrar anunciándonos que pegar a una mujer no será delito siempre que sea una vez al año. Fíjense bien: día 31 de diciembre sopapo que va. Día 1 de enero sopapo que viene. No  hay problema, son hechos que corresponden a años diferentes.
 Cuando un gobierno y un parlamento aprueban normas de este calado, ¿qué se puede esperar de tan dignos mandatarios?

Está bastante contrastada la injerencia del Cáucaso en las elecciones americanas, y no es difícil adivinar que no será gratuito. El magnate del tupe ya da muestras de cercanía enfrentando un hipotético enemigo común al otro lado de Siberia.

China por un lado amenaza la hegemonía bilateral y tanto Trump como Putin no están por la labor de facilitarlo. Hay que añadir a la fiesta al invitado coreano: ¿Qué papel jugará  Kim Jong-un en este tablero?
¿Veremos a los comunistas chinos ejercer de liberales y a los liberales americanos de aburridos proteccionistas?
El mundo patas arriba.

En clave doméstica podemos aplicar el binomio anterior en los términos que corresponde a los dos partidos mayoritarios, aunque lo sean algo menos. El matrimonio de conveniencia que vivimos entre el PP y una parte del PSOE, no vayan a pensar que se mantiene porque de repente unos se vuelven dialogantes y a los otros les entró la vena de responsabilidad de estado. 
En el fondo del asunto está buscar la forma de arrinconar a los dos invitados de última hora hasta provocar su desaparición. Hay que convencernos a todos de lo importantes que son ellos, para buscar en ese futuro próximo quedarse solos de nuevo, para seguir campando a sus anchas en la relación y control bipolar.  

Es a grandes rasgos lo más sabroso que degusto de esta tarta. 
No hay que hacer grandes esfuerzos para ver que aquí la gente pinta poco (como siempre), lo importante es el control del escenario, los recursos, el poder y en definitiva el dinero.

Si cruzamos los Pirineos veremos como Europa sigue ausente de la escena y haciendo buena la tradición que le concede el título de enano político. Sin resolver sus líos internos con el mayúsculo del momento que emerge desde la isla. Una Europa que iba hacia un lugar y camina hacia el opuesto. Aquella Europa social que se evapora en favor de otra netamente inhumana y dominada por los lobos vs lobbies.

Todo parece atado y bien atado. 
La revolución social en favor y defensa de la gente corriente, ¿es imposible?
Depende.

                                                                                    D. Robles

viernes, 6 de enero de 2017

NO ME PERMITEN SER YO


El  año 2016 pasó su última página para dar la alternativa a la primera de 2017 incógnitas.

Será irrepetible por todo cuanto nos brindó. Y para no defraudar lo exhibido a lo largo de su recorrido, nos coloca en el transcurso de sus últimos días, como guinda y remate, dos posicionamientos institucionales que nos deja cuasi “pasmaos”.
Es imposible dar crédito en primera instancia a tanto despropósito junto, y como si todos los días fueran 28 de diciembre hay que revisar comunicados para confirmar la perplejidad que alumbran.

Por una parte nos dicen: que las personas que tienen alguna dificultad de tipo sensorial (aquellas que no pueden ver u oír) necesitarán un informe médico que les habilite para poder casarse.
Sólo falta en el documento para rematar la faena, un párrafo que nos alerte de la posibilidad de contagio, por lo que se recomienda al resto de la población mantener distancia con las personas aludidas. 

A continuación se visten de largo los Tribunales. Lo eleva al altar del dislate la más alta Instancia Judicial del Estado, el Tribunal Constitucional, para decirnos que hay personas con discapacidad reconocida que no pueden votar en unas elecciones. Pueden presentarse, sin embargo, como candidatos a las mismas, pero no puede votar ni votarse.

¿Qué les hace llegar a esta conclusión?

Desde una instancia inferior se emite una sentencia, que basada en un examen que hacen dice que una persona no puede votar porque no conoce el sistema político español.

Fíjense bien: no conoce el sistema político español, dicen.

El TC no se digna admitir a trámite el recurso y reflexionarlo, simplemente dan por buena semejante barbaridad y emiten veredicto.

Veamos:

En primer lugar: ¿alguien puede explicar la realización de un examen de esta naturaleza a una persona para valorar su capacidad ante una urna?
Puestos a hacer exámenes: ¿Cuál sería el resultado si nos examinamos todos? ¿Incluidos examinadores?
Aventuro que las tres cuartas partes del cuerpo electoral de este país sería declarado inhábil.  

En medio de tanta tiniebla, alumbra un poco de luz ese voto particular, tan claro como contundente y pegado a la realidad que emite la Vicepresidenta del Alto Tribunal. Pareciera que en esta Instancia fuere la única persona que manifiesta un poco de clarividencia en medio de tanto traje gris.

Conociendo como funciona el aparato electoral en este país, me pregunto por la motivación que seguimos a la hora de depositar nuestro compromiso en una urna.
¿Cuál es el criterio que rige en los miles de personas que acuden a votar en régimen de acompañamiento? ¿donde un “asesor” político les entrega el sobre, los acompaña en coche, taxi, autobús, depende del caso y lugar, a la vez que está pendiente que voten bien y no se equivoquen, para más tarde botar si el resultado es satisfactorio? ¿necesita examen este votante? y ¿el asesor?, pues parece que no, esto vale y cuenta, sin embargo hay cien mil personas en España que no se les permite votar porque parece ser que no conocen el sistema político del país en el que viven.
¿Debiera ser considerado este acompañamiento como parte del sistema político del país?

Cuando una persona manifiesta saber que le están robando pero añade que no le preocupa y que seguirá apoyando a quien le roba ¿debe ser examinada? Más bien pienso que debiera ser inhabilitada.
Este criterio, ¿es válido? Pues sí, sin embargo una persona que tenga reconocida una cierta discapacidad, que no incapacidad, puede estar harta que le roben pero no le permiten decir basta.

En verdad en verdad os digo, que todo esto que relato tal vez era mejor no conocerlo para no sentir vergüenza de país.
Me viene a mente aquel dicho de W. Shakespeare: “En la vida tenemos dos opciones: vivir informados o ser felices”.

A estas Altas Instancias del organigrama de nuestro Estado, con gran poder de decisión, espero y deseo que hayan pasado unas buenas Fiestas Navideñas, una Feliz salida y Entrada de Años, y  esa copa que les haya servido para brindar por ello, sirva también para abrir sus mentes a la reflexión, y que el año que empieza les conduzca a dejar de cometer errores de esta magnitud a la vez que arreglar los ya cometidos.
FELIZ AÑO A TOD@S
                                                                    D. Robles