viernes, 26 de febrero de 2016

EPISTOLA MORAL A RITA

Recuerdo aquellos años de adolescencia, donde era imperativo, so riesgo de coscorrón, asistir a la celebración de la Santa Eucaristía y también del Santo Rosario.

Uno de los pasajes que se leían desde el púlpito titulaba: “Epístola moral a Fabio”. Confieso que no recuerdo el texto epistolar.

La recordé estos días siguiendo el proceso judicial abierto a Rita Maestre por aquella forma de expresar su protesta en aquel lugar y momento. La Capilla de la Universidad Complutense.

Rita está transitando a través de una epístola moral.

Podemos entender esa forma de expresar una protesta o no, nos puede parecer mejor o peor. Es una más a la que se debe dar la importancia justa.

Sí considero un auténtico despropósito que esos hechos hayan llevado a sentarse en el banquillo a esta joven, que al igual que otros y otras participaron en aquellos hechos y curiosamente sólo ella parece haber cometido algún delito. Ello debe ser debido a que cometió otro error mayor: decidió dar un paso en la política activa, y esto según dónde se coloque una persona  puede ser alto riesgo.

El Arzobispo de Madrid, es a quien veo en este caso poner un poco de sentido común a la hora de hacer valoraciones sobre el caso. El terreno político mejor no mirarlo: de vergüenza.
Debemos también fijarnos un poco en quién está detrás de la demanda. Observando algunos perfiles es para asustarse un poco.

Toda la atención centrada en Rita: que si desnudó su torso, que si ofendió a algún santo, etc.  Y no veo a nadie detenerse un poco a pensar en algo que entiendo bastante más importante y trascendente:

¿QUÉ PINTA UNA CAPILLA EN UNA UNIVERSIDAD?

La Universidad es lugar destinado a formar a nuestros universitarios, entiendo,  y no creo que esa formación requiera o exija bendición apostólica, ni tampoco necesidad de confesión. Si algún miembro de la universidad necesita orar antes de iniciar su jornada, es algo legítimo y respetable que tiene espacios suficientes donde hacer manifestación de fe y ejercicio  de credo. Si la universidad tuviese que habilitar uno para ello, tendría que tener uno para cada confesión. ¿Por qué sólo una? No todo el mundo es católico

Un centro público de educación, y más si hablamos de la universitaria debe tener ausencia absoluta de cualquier vestigio y manifestación confesional. Es algo, que a estas alturas, debiera ya ser materia reservada y circunscrita al ámbito personal y privado, y ahí, cada cual con su fe y sus creencias: tan legítima y respetable una como otra, y no menos la ausencia de todas ellas.

Le piden a Rita un año de prisión por estos hechos. Es para ruborizarse. Y si esa fuese la sentencia habrá que recurrir al dicho: ¡Que Dios nos coja confesados!

Curiosamente la otra Rita, ya saben ustedes: especie protegida, no vaya a ser que se le ocurra aprender a cantar.

Para completar el sainete faltaba la petición de dimisión. ¿Y quién se prodiga en ello? Nada menos que desde el "Partido de las Ranitas" 

No se sorprendan demasiado: somos así.


                                               
                                                      D. Robles

viernes, 19 de febrero de 2016

CARTA ABIERTA A UN LIDER EMERGENTE

Estimado Sr. Iglesias Turrión:

No deja usted de sorprender al populacho. 
Irrumpió en la escena pública imprimiendo un halo de aire fresco y esperanza en medio de tanta desazón y necesidad que se pulsaba en la sociedad por ir jubilando a los de siempre, que por méritos propios se subieron al altar de la vergüenza, y según el caso, de la delincuencia y abuso. Nos tenían más que aburridos sin alternativa posible en el horizonte.

Ha conseguido algo muy importante: revolver el gallinero, obligar a cambiar el paso a uno pocos y la necesidad del sector económico de crear otras vías alternativas a su predicamento en alza. Es mucho, he de reconocerlo. Gracias a ello,  en este país desde el 15M para acá, algo empezó a moverse, y mucha gente salió del letargo acomodaticio que le caracterizaba.

Buena prueba de ello: el resultado de las últimas elecciones y la canalización de ese gran descontento que hay que saber gestionar y no le veo buen pulso.

Desde el 20D a nuestros días vengo observando una puesta en escena que lejos de sentirme identificado con ella, le veo unos "tics" que me preocupan profundamente.

Sr. Iglesias. ¿Cómo puede usted atribuir a otros actores, el Sr. Sánchez por ejemplo, soberbia y prepotencia?

Sr. Iglesias: esto es justo lo que usted desborda desde que sale el sol hasta que se pone. Siempre tuvo esa tendencia, le escuché en alguna ocasión reconocerlo. Pero en los últimos tiempos le veo sencillamente “desbocado”

Alguien que se postula a presidir un gobierno debe controlar esos impulsos ineludiblemente, no basta con reconocerlo. Dicho de otra forma: quien no es capaz de dominarlos no está en condiciones de optar a tan alto cargo.

Es posible que le hayan desbordado los acontecimientos, no lo sé, pero sea cual sea el caso, para estar ahí hay que tener cuajo y gran dosis de sabe estar.

La unión con Pedro Sánchez, que dice pretender, y sería la más natural del momento dadas las circunstancias y escenario, la está desnaturalizando usted y he de decirle, que al igual que en otras ocasiones critiqué a Pedro aptitudes que no me parecían correctas, en este caso está jugando a una altura muy superior a la suya.

Tal vez su entorno más próximo le vea como ese líder sólido sobre escenario adecuado.
Le puedo asegurar que ese entorno no le va a hacer ganar unas elecciones, y quien sí lo podría hacer empieza a verle con cierto recelo. Tanto, que me atrevo a aventurar que si lo que persigue es una nueva contienda, es muy posible que la audiencia acabe cortándole la coleta.

Usted sabrá Sr. Iglesias. Pero quienes vemos el partido desde la grada, nos damos cuenta que un penalti no se puede pitar en el centro del campo, y que los jugadores que se extralimitan en sus acciones terminan fuera del terreno de juego.

Esa atalaya, a la que me subo de vez en cuando para observar el ambiente que se respira a su alrededor, me indica que los últimos  movimientos están provocando un Sánchez al alza y un Iglesias a la baja.

A veces, alumbra más luz el viejo por serlo y haber vivido que los datos estadísticos que proveen algunas encuestas.
¡Cuidado! No vaya a haber sorpresas imprevistas.

Usted no puede presentarse, Sr. Iglesias, como hizo, anunciando aquella propuesta de gobierno, en los términos y momento elegidos. Hizo cambiar el paso a más de uno. Sí, ¿y qué?
Tuvo un buen resultado electoral, es indudable, pero no el suficiente para actuar como lo hace, y observando lo que observo, me atrevo a añadir que ¡menos mal!

No puede pretender marcar el terreno de juego como intenta; mejor dicho, no debiera, porque hacer si lo hace. No debiera actuar con esa sobre-exposición, prepotencia y soberbia que hace, y por añadidura aplicar al Sr. Sánchez tal mérito.

Esto Sr. Iglesias, es lo que hace la vieja política que usted dice combatir y que puedo estar de acuerdo, pero no para hacer lo mismo, que me obliga a disentir.

No puede usted hablar de la independencia judicial y presentar un documento como el que nos mostró estos días. Estoy completamente de acuerdo que las manos de la política han de salir por la puerta de urgencia de los órganos de la Justicia.

Escuche Sr. Iglesias: ¡Fuera de la Justicia todo vestigio y rastro de un político! No le puedo aceptar que pretenda quitar a Mariano para colocar a Pablo. Eso no es higiénico ni lo que usted dijo que habría que hacer. 
Si pretende hacer en todo lo mismo, le ruego, al igual que a los de siempre, que nos deje en paz.

Si así fuera, tal vez su campo esté en la Universidad y Consultoría, cuya capacidad y formación no pongo en duda, pero no en dirigir nuestro futuro.

Sólo faltaría Sr. Iglesia, que terminara usted dándole la razón al poco presentable Eduardo Inda.

Con la indignación que me provoca la soberbia y prepotencia, que en su caso ruego reflexión y punto y aparte.
En la confianza de poder contar con su aportación para el desarrollo de nuestro país necesitado de  cabeza, corazón y personas más dispuestas a sumar que a sustituir.

Reciba un  cordial saludo.
                                                                         
                                                                          D. Robles


P. D. Cabeza tiene, Sr. Iglesias, es evidente, y habiendo llegado aquí, sólo pido y espero que sepa utilizarla.

sábado, 13 de febrero de 2016

SEGUIMOS EN EL LABERINTO


Sigue el recorrido por el laberinto de la política, y en lugar de encontrar ese pasillo que conduce a la salida, parece que el revoltijo que hay en el interior hace disfrutar a los participantes en el juego. Cruzan un arco para acceder a la sala de al lado y hay casos que da la impresión que encontraron al mismo diablo porque salen con el pelo erizado (quien lo tiene). Otras se les ve joviales, tal cual hubiesen alcanzado un premio. Al final lo que queda, es que siguen recorriendo los pasillos de Dédalo sin encontrar la salida.  

Tengo la intuición que entramos en una semana clave para saber qué va a pasar en el futuro inmediato de nuestro país y por tanto, de nuestras vidas.

Se escenifican apuestas, órdagos, fotos, seguro que también negociaciones en trastienda (esto no trasciende). Todos los ingredientes típicos de una buena ensalada.

No se preocupen ni tampoco incomoden. Es parte del juego.

Mientras tanto, siguen viendo la luz bandas y bandidos, y como si nada ocurriese seguimos en el día a día, dando cobijo a la delincuencia y buscando respuesta en casa del vecino.

Causa cierta tranquilidad que por fin, Jueces y Policía – Guardia Civil, dan pasos al frente y no se arrugan ante la delincuencia organizada.

Sigue sorprendiendo ver, cómo presidentes y ex - presidentes siguen sin enterarse de lo que pasa en su casa. Los malos son los otros y levantar sus posaderas de las sillas también es algo que se recomienda a los demás.

Siento dos sensaciones contradictorias: por un lado me sonroja la pertenencia a este país y por otro me hace sentir orgullo. ¿Por qué? Porque estoy convencido de vivir en  un país muy grande. Resulta increíble ver cómo sigue en pie y de qué manera en medio de tanto ladrón, golfo, salteadores de camino, y muñidores del bolsillo ajeno.

¿Se imaginan España sin toda esta tropa? A la que hay que añadir, por supuesto, los grandes personajes de negocio que no pagan impuestos, exportan su dinero, etc. Estaríamos ante una potencia de primer orden.

Por mucho empeño que pongan en convencernos de lo que interesa, a través de sus adláteres mediáticos, la gente cada vez es más consciente de una realidad que podrán pintar del color que quieran, pero que va conociendo el verdadero tono. Ahora sólo falta que sepamos reaccionar con suficiencia.

Tal vez por esto es importante colocar barreras en el acceso a la educación y la cultura. Ya sabemos que un pueblo culto y rico en educación es difícil de manejar.

Robín Hood, fue un personaje que forjó su leyenda en la Gran Bretaña de finales del S XIII y principios del XIV. Robaba a los ricos para repartirlo entre los pobres, se dice. Ahora, siete siglos después, estamos en una etapa similar pero al revés. Se saquea a los pobres para que engorden los ricos. ¡Que viva el vino!

Y así, seguimos fijándonos en cómo hacer para formar gobierno, o cómo para no dejarlo: con secuencias que necesariamente tendrán que formar parte de los reglamentos de urbanidad como ejemplo de lo que no se debe hacer, además de las hemerotecas históricas. Para muestra la cita de ayer día 12, entre Pedro y Mariano. ¿Por qué Mariano no habrá quedado en su bunker? Al menos no habría dado lugar a escenificar su falta de gusto y educación.

¿Sabremos salir del laberinto?
                                                               D. Robles


viernes, 5 de febrero de 2016

PACTANDO BAJO LA LLUVIA

Cuarenta y cinco días después del 20D seguimos asistiendo al juego de pactos, impactos, tal vez infartos y partos que no acaban de romper aguas.

Una nueva versión de negociación. Ahora hablan de forma virtual. Los actores principales se comunican a través de “tweet”, tal vez por “face” y cualquier otra forma que no sea sentarse a hablar como personas normales y civilizadas. No. Mejor a través de mensajes mediáticos. A ver quien resiste más la presión del o de los otros, quien flaquea antes, o también ver cómo se puede dinamitar cualquier opción de gobierno para ir a unas elecciones, porque ello puede interesar a unos más que a otros.
Situación más propia de una viñeta de Forges que de la realidad misma.

Es el escenario que nos dimos los españoles, así que, veámoslo desde la perspectiva de lo que supone de aprendizaje dado que pasará a los documentos de la historia de España y se repetirá; ya lo verán.

Mariano sigue en estado puro, fiel a su estilo: ni sí, ni no, ni lo otro; agachado hasta que escampe la tormenta. Habrá una ocasión en que esa estrategia deje de funcionar. Tal vez sea esta, o no, si de nuevo hay elecciones de las que puede salir algo fortalecido, aunque no suficiente.

Pedro da un  paso al frente y dice: ¡Ahí voy yo! ¡Salga el sol por donde quiera! Hay que reconocerle valor para que, en un momento como este de un paso adelante.

El toro a lidiar es tan bravo que para sí lo quisiera un diestro de raza. Por la derecha atacan, por la izquierda también y desde el salón de casa mejor no hablar. Veo en éste, el riesgo de la peor cornada.

El socio más posible del tablero, Podemos, está un poco subido y su líder algo pasado de frenada. 

Un buen día presenta una propuesta de gobierno sin hablar, al parecer, con su hipotético socio y lo ve normal, y cuando Pedro dice que lo suyo es responder con respeto, lo hace en los términos que conocemos, y en este caso, creo que bastante defendible, dice Pablo que mal empezamos.

Sr. Iglesias, ha de centrarse un poco. No sé si los hechos le sobrepasan o cual es la causa pero lo veo un poco fuera de contexto. Eso no gusta. No le favorece, más bien le resta. Usted sabrá, pero si corre tanto, tal vez en lugar de asaltar el cielo pinche el cohete y ya sabe qué pasa después.

Prudencia señor Iglesias, prudencia. Prudencia y discreción han de ser siempre elementos de buena compañía. En política más si cabe. Y si su apuesta es nuevas elecciones ¡Cuidado!

Si está aquí para cambiar las cosas, empiece por el principio. Convénzanos de ello. Ese principio es no cometer los mismos pecados que aquellos a quien tanto critica, y percibo unos tics que se parecen bastante a esos de los que la ciudadanía está un poco harta. 
El cielo no se asalta, se conquista: con razones, motivos y gran dosis de convicción y moderación.

Ese destino que te ofrece una sonrisa, también te puede dejar compuesto y sin novia.

Albert sigue navegando entre dos aguas y corre riesgo de terminar ahogado. Creo que sigue sin hacer la digestión del 20D y sin darse cuenta de la composición de la España que pretende dirigir. Si no hay consciencia de esa realidad que se quiere gestionar, mal vamos.

Dice el equipo de Albert que con Podemos ni a tomar café y cuando desde Podemos dicen que con C´s no es posible coaligarse se molestan y les critican. ¿Estarán jugando al escondite o será fruto de los nervios del novato?

Quien se muestra en situación de tener los pies más en la tierra, coherente y consecuente, en mi opinión, es Alberto Garzón. El más joven del tablero y parece que en posesión de la cabeza mejor colocada.

En fin. Toca pactar. Ya veremos qué y cómo y si al final hay parto o aborto.


                                                                             D. Robles