¡Atención ganaderos! Procedan de forma urgente a matricular
sus reses si van a salir a la vía pública.
No se rían, no es broma. Hoy fue noticia que en una pequeña
aldea del municipio lucense de Becerreá, un ganadero fue multado con 80€ por
ocupar la vía pública con sus vacas cuando eran “conducidas” al pasto y carecer
de matrícula.
Esta vía pública, al parecer, es la única de que dispone
dicha aldea de muy pocos vecinos. El ganado para ir a pastar al prado suele ir
caminando. Hasta la fecha no se les dotó de alas ni tampoco disponen de motor a
reacción; no sé si su futuro pasará por ahí, pero a fecha de hoy no ha lugar,
todavía.
El caso es que, agentes de la Guardia Civil desplazados a la
zona, por la razón que fuere, entendieron que había motivos sancionadores y no
dudaron en aplicar el correspondiente correctivo: multa por entender que ocupaban
la mitad de la vía pública como un vehículo y carecer de matrícula.
Así consta en el parte sancionador: clase - turismo, matrícula.- carece
No se conoce si exigieron permiso de circulación al conductor
del ganado, tampoco si el requerido para el manejo de tal vehículo es de
turismo clase B, tractor, tráiler u otro.
Tampoco se especifica si la tracción que debe figurar en la
matrícula es mecánica, animal u otra.
No se dio a conocer si los agentes sancionadores gozan
de buena salud o se encontraban en un momento de gran influencia meiga.
De todas formas, todo ganadero ha de saber que sus reses
deben llevar matrícula para evitar sorpresas si salen del recinto privado y transitan
por vía pública.
La matrícula debe ir colocada en la parte trasera, detrás del
rabo, en lugar visible y de fácil lectura para los agentes.
Si esto les resulta extraño les diré que no es éste un caso
aislado: hace un año en el rural de Santiago de Compostela, matizo lo de rural,
no hablo de la emblemática Plaza del Obradoiro, un ganadero fue multado con
700€ porque una de sus vacas sólo se le ocurrió efectuar una deposición
mientras transitaba también al pasto. Claro, a las vacas no se les educa bien y
pasan estas cosas. A ver si nos enteramos de una vez, que una vaca antes de
salir de casa ha de ir al baño. Toda la vida fue así: vaca – baño y luego
calle. No sé cómo a estas alturas hay ganaderos que se les escapa el
cumplimiento de una norma de urbanidad tan básica como esta.
España, sabemos, es un país muy fértil en legislación. Cientos
de normas son aprobadas cada legislatura, de ello presumen nuestros
legisladores. Es una forma de justificar el sueldo. Después, algunas sirven
para nada, otras para poco, y alguna debe servir para esto: supongo.
Aunque hago esfuerzos para creer que no vivo en un país de
chiste, cada vez me lo ponen más difícil.
D. Robles