Estimado Sr. Presidente.
Es cortesía felicitar los cumpleaños por lo que, en primer lugar y como
mi Presidente que es he de cumplir el
ritual y reconocerle sus dos años al frente del gobierno de España. Siendo más
sincero que protocolario tengo que confesar que no es mi deseo que cumpla
muchos más (en la Presidencia) por lo que paso a exponer.
Con anterioridad a la fecha electoral en que resultó elegido
por amplia mayoría para el cargo, era habitual escucharle posicionarse con
rotundidad y énfasis frente a su antecesor manifestando su desacuerdo en todo cuanto
hacía; lo que hacía porque lo hacía y lo que no, porque debía hacerlo, por lo
que cabía esperar que si usted resultase ser Presidente sus hechos serían
coherentes con su discurso.
Dijo usted que el gran problema de aquel gobierno, entre otros, era la
falta de confianza en él, algo comprensible, es muy difícil gobernar si no se
confía en quien lo hace. Era necesario un cambio, dijo, es decir, usted, para virar
la tendencia e invertir la situación; también nos dijo, entre otras cosas, que
su gobierno no tocaría servicios como la sanidad y la educación, por citar
alguno, eso también durante la campaña ¿lo recuerda Sr. Presidente? También que
conocía la fórmula para frenar el incremento galopante del paro y generar
empleo; que en época de crisis no se podían subir los impuestos ¿Recuerda sus
críticas y discurso sobre el IVA, con recogida de firmas incluido? Un largo etc.
le acompaña.
Referido a su antecesor, en algo tiene usted razón Sr. Presidente, son
muchas las áreas en las que no supo estar a la altura de un jefe de gobierno de
un país como España, hizo una gestión de
los recursos con exceso de alegría y una dosis de irresponsabilidad, por todo ello,
su partido obtuvo el resultado electoral del 2011.
De aquella época Sr.
Presidente, coloco en el haber tres áreas, Ley de Autonomía
Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, que usted se va
a “cargar” porque no cree en ella y tampoco le importa demasiado, por lo que parece, los millones de personas beneficiarias de los
servicios que aporta dicha ley. El trabajo en aras de la igualdad de las
personas, que a usted tampoco le gustó y el fin de la sangría terrorista, que me
gustaría saber si algún día llegará a
reconocer.
La sociedad española le brindó su apoyo para que usted hiciese aquello
que dijo que había que hacer, también hay que decir, analizando el resultado
electoral, que su éxito fue más por descalabro de sus oponentes que por méritos
propios, ahí están las cifras que lo abalan; sea cual fuere el caso, tiene
usted un apoyo incuestionable, y fuera de cualquier duda.
Cogió el testigo de gobierno y para sorpresa de todos comenzó a trazar el
camino que nos trajo donde estamos hoy y sin saber dónde estará el final del
mismo. Pienso que usted si lo sabe, porque se lo dicen, pero nunca nos lo dirá,
habremos de verlo. No sólo no hizo nada de aquello que dijo que había que hacer
sino que está haciendo todo lo contrario; algunos presumíamos cual iba a ser el
discurso inmediato, “nos encontramos con una situación….”
Puedo decir Sr. Presidente que hizo bueno aquel dicho “otro vendrá que
bueno te hará”. Tardó usted dos meses en comenzar a hacer bueno a su antecesor.
Sr. Presidente, nunca antes en
democracia un gobierno hizo tanto daño a
su pueblo en tan poco tiempo como el que usted preside, sabe perfectamente que
sus medidas políticas arruinaron y siguen arruinando a demasiados españoles.
Hay algo Sr. Presidente que hace francamente bien, mentirnos, la mentira
es algo que no le es ajeno, pero en su etapa de gobierno actual supera todas
las expectativas, estoy seguro que algún día nos dirá una verdad y nadie le
creerá.
Por si fuera poco y con el dolor que tanta gente está sufriendo, sigue usted instalado en su discurso, haciendo uso de
argumentos falaces en unos casos e interesados en otros, difícilmente creíbles
y nada ajustados a la realidad que vivimos.
El paro, ese drama para tantos millones de sus conciudadanos. ¿Dónde
están sus políticas activas de empleo? Nos dijo que con usted aquella sangría
se acabaría, sin embargo, un millón más, ¿Por qué le gusta tanto “enredar” con
los datos? ¿Pretende engañarnos permanentemente? Los últimos anuncian una caída
en el paro, ¿cuál es la causa, Sr. Presidente?
Si el paro cae en 2.475 personas y resulta que las cotizaciones a la
Seguridad Social caen también respecto al mes anterior en 66.829 quiere decir
que lejos de crear empleo se sigue
destruyendo, ¿influirán en sus datos esas 420.150 personas que se tuvieron que
ir del país en los últimos nueve meses, de los cuales 54.912 son españoles? Un
21,6% más que en el mismo periodo del año anterior, la mayoría jóvenes y le
puedo asegurar que no es por ánimo de aventura como apuntó su brillante Ministra
ni por aquello de la movilidad exterior, es porque aquí, con usted y su
política no hay vida.
En un periódico de los de mayor tirada
nacional veía estos días un dato que referido a una comunidad como Galicia
decía que jóvenes entre 25 y 39 años se iban a razón de 70 diarios, ¡cuánto
aventurero, verdad!
Le vi en una ocasión, hace cinco meses a través de TV hablando de
los funcionarios que tenemos en este
país, lo importantes que son y buenos profesionales; no puedo estar más de
acuerdo Sr. Presidente, sí que tenemos grandes y buenos cuadros de funcionarios
¿Por qué entonces, en lugar de prestarles el apoyo adecuado y dotarlos de medios
se dedica a “triturarlos”? decir lo que
dice usted y hacer lo que hace, tiene nombre, hipocresía.
Sr. Presidente, dijo usted que los
mercados necesitaban confianza, usted representaba ese valor; los mercados, ese
amigo etéreo que sólo conoce el entorno próximo al poder.
¿Recuerda donde estaba esa prima (que todos llegamos a conocer) cuando
usted llegó a la Moncloa?, 21 de diciembre de 2011, 336 puntos ¿recuerda
también dónde llegó con usted de
Presidente? Siete meses después, 631 puntos. Afortunadamente su moderación actual le está y
nos está dando un respiro a todos, parece. También hay un por qué.
La deuda pública, un 70.5%, hoy está en el 93.34%. ¿No es capaz de hacerse
con su control? Confiábamos en ello.
Si aplicando las medidas de sus dos años de gobierno, el resultado es el
que es ¿quién le obliga a seguir insistiendo Sr. Presidente? ¿Por qué no nos lo
dice? dicho de otra forma ¿por qué no
tiene el coraje de girar el rumbo? ¿No le dejan?
Sr. Presidente, a pesar de todo comprendo a veces su agobio. Tiene que
ser muy difícil estar en la presidencia de un gobierno y no poder gobernar, sólo
hacer aquello que le dicen que hay que hacer y a usted lo que le toque sea
seguir instrucciones. A nadie se le escapa quién ejerce el gobierno real.
Recientemente nos dijo a través de su Ministro de Industria que el recibo
de la luz no subiría, indicador claro que iba a ocurrir lo contrario, empezó siendo la subida un 2%, pasamos a un 2+5 y ya estamos en un 11%, Sr.
Presidente ¿No le produce sonrojo?
Estos días compruebo con tanta tristeza como indignación cómo su grupo bloquea
una propuesta parlamentaria que haría posible que aquellos que tienen tantas
dificultades y no pueden pagar, no se les corte la luz en invierno. No dudo que
a su grupo le haya llevado mucho tiempo llegar a la conclusión que siempre pueden
juntarse un poquito bajo una manta para no pasar frío, pero lo que nunca se puede hacer es contrariar
a las compañías eléctricas, grandes benefactoras sociales, es así, ¿Verdad Sr.
Presidente? ¿Serán por casualidad sus
representantes unos de los que gobiernan
este país?
He de decirle Sr. Presidente, que soy uno de tantos de esa mayoría silenciosa que tanto le gusta
aludir cuando le interesa; que le conste que ese silencio de calle no es
sinónimo de complacencia, aceptación o credulidad y menos de resignación.
España es un país con un nivel de educación y cultura aceptable, aunque PISA
diga lo que diga, suficiente para que no
se le pueda ningunear permanentemente, tal
vez por eso tenga usted interés que
entre en vigor con prontitud su LOMCE como paso importante en el
intinerario trazado. Recuerde Sr.
Presidente aquel refrán que dice “cuando
las barbas del vecino veas quemar pon las tuyas a remojar.” Por el este soplan
vientos racheados. La ciudadanía tiene límites Sr. Presidente, su capacidad de
resistencia es finita, después no se le vaya a ocurrir hacer acto de presencia a través del
plasma que tanto le gusta, discursando el mensaje preestablecido para el
caso y que si usted me permite le puedo adelantar sin temor a equivocarme.
Sr. Presidente, termino rogándole (aunque sin esperanza de éxito) que
haga una de estas dos cosas, girar su acción de gobierno 180º para poder salvar lo
que quede de esperanza, si queda alguna, o bien tenga la dignidad de irse por incumplimiento absoluto de todo aquello que
prometió hacer y no hace.
Tiene dos opciones Sr. Presidente, escuchar y responder a su pueblo, a quien se debe y a quien debe, o bien a quien
le manda, ordena y dispone, pero que en última instancia vota poquito.
Con mi mayor respeto, interés en que
la salud le acompañe y sin esperanza de respuesta, aprovecho la ocasión para
desearle unas Felices Fiestas.
D. Robles