sábado, 26 de mayo de 2018

DE PROCES A PROCESO Y TIRO PORQUE ME TOCA


Los Jueces hablan, sentencian. Cuando lo hacen deja de haber presuntos y pasa a haber inocentes o delincuentes, según sea el caso.

Varios procesos llevan años abiertos en España y visto lo visto, es fácil comprender por qué el Gobierno tuvo tentación de elevar modificaciones legales que iban a suponer que los casos que no fueran resueltos en un periodo determinado de tiempo más bien corto "caducasen", cuando lo lógico sería que los delitos nunca prescriban, y no menos lógico dotar a la Justicia de los recursos necesarios para que sus funcionarios puedan trabajar de forma digna y en tiempo adecuado.

 Esta semana vimos a Jueces y Fiscales decir basta ya de ninguneo.
En paralelo seguimos escuchando lo bien que marcha España.

 Años con el Procés caliente. Años con Gürtel ardiendo, y a pesar de todo España se sigue levantando cada mañana como si aquí no pasara nada y todo este "cocido" formara parte de la normalidad absoluta, hasta el punto que hay quien se atreve a criticar a quien a su vez critica a un golfo. Intuyo que la ignorancia popular tan abundante en la piel de toro en estos asuntos hace su trabajo. Ignorancia provocada por el poder, y asumida por quien lejos de pensar se limita a reproducir textos y mensajes que recibe y que suponen refuerzo para lo que se quiere creer.

Ausencia de reflexión social = a mantenimiento de estructuras delictivas.

Recordarán seguro aquel: "esto no es una trama  del PP,  es una trama contra el PP" y su largo etc., asumido y defendido por gran parte de la población incluso a día de hoy.

Asunto caliente de actualidad: El PP condenado, como no podría ser de otra forma después de todo cuanto se conoce, que sólo es una parte de lo que hay.

Medio equipo o más de aquel Gobierno del milagro económico entre la cárcel y su antesala.
Su gran líder, ungido por los dioses y colocado para ser el paladín de la lucha contra  la corrupción consiguió enraizar en este mismo país una auténtica mafia. Ese Gobierno del que formó parte nuestro Presidente desde el minuto cero y sigue sin enterarse de nada cuanto pasa en su Partido.

Esto es algo del pasado mientras otros asuntos más antiguos son traídos al presente cuando conviene.

¿Dónde está Aznar?, ¿por qué no se le llama a capítulo?, ¿Tampoco sabrá nada?

¿Cómo es posible que nos tomen en serio?

Cualquier español medianamente razonable estará colorado sintiendo vergüenza ajena. Vergüenza que los líderes populares no pueden sentir porque no la tienen. Si tuviesen la mínima exigible, cuando menos estarían callados o pidiendo perdón y no manteniendo el discurso que nos brindan un día sí y otro también: El mundo contra ellos y la honestidad por bandera.

¡Entérense ustedes! que aquí no hay nada de nada. Lo que sabe todo aquel que quiere saber y la Justicia dicta es mentira, es un error.

Y siguen gobernándonos.

Se anuncia y presenta una moción de censura: es lo menos que cabe esperar en una situación así, y a partir de aquí a retratarse todo el mundo. No valen excusas, y tampoco mirar de lado. Confieso que estoy impaciente por ver el posicionamiento de alguna formación. Va a resultar difícil colocarse de perfil. 

Lo veremos: ni contigo ni sin ti, esto no puede ser pero sí, etc.

 Al Presidente le obligaron a cambiar el paso. Rueda de Prensa, esta vez sin plasma. Pensé por un momento que sería para pedir perdón al pueblo español. Pues no, todo lo contrario. Es para anunciarnos lo malos que son los otros y lo bueno que es para todos que siga él y su equipo al mando de la nave.
Groucho Marx en Moncloa no daría abasto a elaborar guiones a su estilo y medida.

C´s, obligados también a cambiar el paso, a retratarse toca. 

Ahora me pongo en la situación de algunas personas ante una urna donde no encuentran una opción política adecuada a su interés. Algo legítimo y respetable. Lo que no puedo entender como legítimo es que en ausencia de esa opción y por los miedos infundidos y seguro que infundados se decida apoyar a quien se sabe que delinque.

Así no podemos llegar lejos.

                                                                  D. Robles

sábado, 12 de mayo de 2018

UNA VELETA LLAMADA ALBERT


 

Estimado Sr. Rivera:
Hace tres años, más o menos, presentó usted sus credenciales para la vida pública española al frente de la formación naranja abanderando un movimiento de ilusión (en paralelo con Podemos, o tal vez como reacción), ante el hartazgo que habían provocado en la población los de siempre.
Su discurso se puede escuchar.
Llega un paladín dispuesto a frenar la golfería.

Pasado este puñado de meses, confieso que no podía prever que pudiera usted darle la vuelta en los términos que veo, y en tan poco espacio de tiempo a ese atisbo de cambio que se antojaba.

Llegó usted haciendo bandera de regeneración y honestidad y por ello nunca apoyaría un Gobierno encabezado por el Sr. Rajoy, para sucumbir en pocas horas al triste argumento de: "mejor lo malo que lo peor" y hacer lo contrario de lo que dijo que haría.

Tal vez era algo previsto, por eso sigue siendo usted el gran valedor (en diferido) de la golfería, por mucho que se empeñe en tratar de disfrazar su ya previsible discurso.

 Dijo que derogaría o contribuiría a derogar la LOMCE y se le olvidó en pocas horas. También iba a acabar con la llamada "Ley Mordaza" y no se le espera.

Se hartó de criticar hasta el día siete de marzo la movilización feminista del día ocho para convertirse mágicamente en líder del feminismo el día nueve.

No se cortó lo mínimo para anunciarnos desde el estrado parlamentario la subida de las pensiones gracias a sus negociaciones, cuando todos sabemos, o debiéramos, que si alguien tuvo algo que ver en ello, es el PNV.
Se apunta usted a todo Sr. Rivera

Entra en el Parlamento una proposición para regular la muerte digna y se pone de perfil, seguro que para posicionarse en función de cómo sople el viento. Si el resultado de los acontecimientos es uno bien y si es otro también.

¿Qué le mueve a usted Sr. Rivera?
Tal vez sea fácil interpretar puesto que principios parece que no.

Sr. Rivera: Si alguien ha de ejercer derecho alguno sobre la vida de una persona, es ella misma.
Hay que ser claros, respetuosos y responsables. En el planeta Walt Disney están las ideas más definidas que en su casa.

Ahora se vislumbra la formación de Gobierno en Cataluña y usted empeñado en ejercer de duro y mantener el 155.
Sr. Rivera: El candidato a Presidente le podrá gustar poco o nada, es su legítimo derecho. Le anuncio que a mí, el Sr. Torra no me provoca seducción alguna, más bien lo contrario, pero si obtiene el apoyo mayoritario o suficiente, ha de serlo y a partir de ahí este episodio del 155 se acabó, no se empeñe en ejercer de Harry el Duro de la política española.
El Sr. Torra, según parece, está limpió de causas, algo que usted siempre pone en valor. A partir de aquí, por sus hechos ha de ser juzgado.

A España le sobra, Sr. Rivera, líderes de neuronas duras. Estamos ávidos de gente sosegada, con cabeza y mano tendida. Quede claro que ello, ni supone ni ha de suponer ausencia de rigor, ni de firmeza.

Sr. Rivera, más allá de lo que anuncien las encuestas, que como siempre han de ser cuestionables, el ansia de ensanchar su espectro electoral hace que ponga de manifiesto un discurso y proceder dirigidos a captar la atención de un sector bastante rancio del españolismo mal entendido. No todo vale.

Viendo su evolución en escena, puedo afirmar sin mucho margen al error, que se está convirtiendo usted, si es que no lo era ya, en un auténtico nacionalista radical.
Le aseguro que es lo que menos necesitamos.
Después de ver las incorporaciones que procura para el banquillo naranja me surge una pegunta: ¿Cuándo va a ser la  hora de incorporar, o casi, a un tal Aznar?

Quiero imaginar que a estas alturas le ha de resultar difícil encontrar argumentos para referirse a otros actores en términos de populismo.

Sr. Rivera, le veo buena formación y práctica, y por ello buen futuro en el arte del claqué.
 
                                                             D. Robles