Los Jueces hablan, sentencian. Cuando lo hacen deja de haber
presuntos y pasa a haber inocentes o delincuentes, según sea el caso.
Varios procesos llevan años abiertos en España y visto lo
visto, es fácil comprender por qué el Gobierno tuvo tentación de elevar
modificaciones legales que iban a suponer que los casos que no fueran resueltos
en un periodo determinado de tiempo más bien corto "caducasen",
cuando lo lógico sería que los delitos nunca prescriban, y no menos lógico
dotar a la Justicia de los recursos necesarios para que sus funcionarios puedan
trabajar de forma digna y en tiempo adecuado.
Esta semana vimos a
Jueces y Fiscales decir basta ya de ninguneo.
En paralelo seguimos escuchando lo bien que marcha España.Ausencia de reflexión social = a mantenimiento de estructuras delictivas.
Recordarán seguro aquel: "esto no es una trama del PP,
es una trama contra el PP" y su largo etc., asumido y defendido por
gran parte de la población incluso a día de hoy.
Asunto caliente de actualidad: El PP condenado, como no
podría ser de otra forma después de todo cuanto se conoce, que sólo es una
parte de lo que hay.
Medio equipo o más de aquel Gobierno del milagro económico entre
la cárcel y su antesala.
Su gran líder, ungido por los dioses y colocado para ser el
paladín de la lucha contra la corrupción
consiguió enraizar en este mismo país una auténtica mafia. Ese Gobierno del que
formó parte nuestro Presidente desde el minuto cero y sigue sin enterarse de
nada cuanto pasa en su Partido.
Esto es algo del pasado mientras otros asuntos más antiguos
son traídos al presente cuando conviene.
¿Dónde está Aznar?, ¿por qué no se le llama a capítulo?,
¿Tampoco sabrá nada?
¿Cómo es posible que nos tomen en serio?
Cualquier español medianamente razonable estará colorado
sintiendo vergüenza ajena. Vergüenza que los líderes populares no pueden sentir
porque no la tienen. Si tuviesen la mínima exigible, cuando menos estarían
callados o pidiendo perdón y no manteniendo el discurso que nos brindan un día
sí y otro también: El mundo contra ellos y la honestidad por bandera.
¡Entérense ustedes! que aquí no hay nada de nada. Lo que sabe
todo aquel que quiere saber y la Justicia dicta es mentira, es un error.
Y siguen gobernándonos.
Se anuncia y presenta una moción de censura: es lo menos que
cabe esperar en una situación así, y a partir de aquí a retratarse todo el
mundo. No valen excusas, y tampoco mirar de lado. Confieso que estoy impaciente
por ver el posicionamiento de alguna formación. Va a resultar difícil colocarse
de perfil.
Lo veremos: ni contigo ni sin ti, esto no puede ser pero sí,
etc.
C´s, obligados también a cambiar el paso, a retratarse toca.
Ahora me pongo en la situación de algunas personas ante una
urna donde no encuentran una opción política adecuada a su interés. Algo
legítimo y respetable. Lo que no puedo entender como legítimo es que en
ausencia de esa opción y por los miedos infundidos y seguro que infundados se
decida apoyar a quien se sabe que delinque.
Así no podemos llegar lejos.
D. Robles