viernes, 15 de julio de 2016

INFORME CHILCOT

La noche del 20 de marzo del año 2003, el fuego aliado surcó el cielo Iraquí llenando su firmamento de fuegos artificiales.

EEUU al frente y Gran Bretaña, España, Polonia y Australia, fueron los grandes valedores de aquella lucha contra las armas de destrucción masiva y un tirano que acosaba a su pueblo. Es fácil recordar aquellas causas que justificaban la invasión.

Que Saddan Hussein era un tirano repudiable, no seré yo quien lo ponga en duda, lo mismo que, puestos a luchar contra tiranos y tiranías tenemos a nuestro alrededor un abanico de posibilidades al que no vamos a ser capaces de dar abasto. Las hay y los hay, hasta amigos.

Recuerdo aquellos días en que, en alguna tertulia había quienes manifestábamos nuestra percepción de los hechos, bastante ajustada a lo que fue, y quienes se sumaban a la versión oficial. El tiempo suele ser testigo y colocar las cosas en su lugar; aunque esos tiempos a veces son muy largos y dejan demasiadas víctimas en el camino.

Hoy, trece años después y tras una investigación de siete, llevada a cabo en Gran Bretaña, conocemos detalles que de alguna manera ya sabíamos y son la confirmación de la tropelía.

Hay que decir que estas investigaciones se pueden esperar en países como Gran Bretaña. Imaginen tal posibilidad en España: antes nos cargamos a 27 jueces que consentir una sombra sobre el poder.
Gordon Brown, correligionario de Blair promovió la investigación. ¿Se imaginan este escenario en España?

Pues bien: el informe “ IRAQ INQUIRY”, conocido como  “INFORME CHILCOT”, en honor a su líder, Sir John Chilcot, no deja lugar a dudas. Considero destacable que no se presenta como una “vendetta”, como fácilmente ocurriría en España, sino como análisis de errores y fallos a no repetir.

Aquí, hay quien sigue empeñado en defender al Sr. Aznar en su firme decisión, y también insistiendo en que España no estuvo en la guerra. Ahora sale a la palestra, nada menos que quien fue Ministro de Defensa entonces, y afirma tal cosa con una rotundidad que hasta parece cierto. También sus aliados de la comunicación erre que erre, discutiendo si las fechas del viaje de nuestros soldados eran coincidentes con las bombas, con sus consecuencias, o no se sabe bien cuando. ¡Cual será la diferencia que pretenden justificar!

“Señores oyentes, entérense ustedes que había armas para destruir el mundo, y que España no estuvo allí”. Nuestros soldados fueron de excursión, Irak les coincidió en la ruta e hicieron un alto. En sus mochilas llevaban un picnic para fin de semana.

Once soldados españoles murieron, uno ejercía misión civil, y también dos periodistas, uno de ellos claramente asesinado, pero debió ser un efecto colateral sobre el que es mejor echar encima la tierra que supone el paso del tiempo.

Este informe nombra 24 veces a Aznar, también habla de las maniobras comunicativas  de él y Blair para tratar de hacer ver a la opinión pública que estaban buscando evitar lo que en realidad estaban empujando, hasta el punto que nuestro líder presionó para no esperar a una segunda resolución de Naciones Unidas, no fuera a ser que les aguaran la fiesta.
Ese líder que actuó para gloria propia, le importó un pepino el país ni tampoco donde lo metía, era más importante su ego que cualquier otra cosa. Recodarán cómo en su visita a EEUU y en el rancho de su amigo: el que fue Presidente más torpe y patético de la historia de los EEUU, al día siguiente de poner los pies en esa tierra ya se le había pegado el acento tejano. ¿Será tal vez, porque es tan lúcido como su anfitrión?

En octubre del 2015, Tony Blair salió en público, tal vez empezó a conocer algo sobre el informe que se estaba elaborando: reconoció su error y pidió disculpas, no sirve de mucho pero es un paso, también G. Busch reconoció errores, todos lo hacen menos José María Aznar que sigue encumbrado en su pedestal del saber y situado por encima del bien y del mal. Para variar, Mariano Rajoy preguntado por el informe, no sabe no contesta, es lo habitual, ¿alguien podía esperar otra cosa? Mariano no se entera de casi nada. Se limita a decir que hace ya mucho tiempo de eso: ¡ala! Ya está, y por tanto mejor “no menealo”. No quiero pensar, aunque es fácil adivinar su discurso, si quien llevase a efecto tal acción se llamara Zapatero en lugar de Aznar: ya habría leído, o se lo habrían hecho, el informe al completo y…………

También Blair reconoce, que esa acción provocó que hoy tengamos en activo un grupo terrorista como es el EI y que estemos viviendo el momento que nos toca, amén de otros hechos sobre los que no es necesario ahondar porque debieran ser conocidos por todos. Alguno de nuestros líderes sigue insistiendo que hoy el mundo es más seguro que antes y ustedes seguro que lo creen, ¿me equivoco?

Que los actores principales reconozcan el atropello, es un paso, pero no sirve, es mucho el daño, sufrimiento e inseguridad que crearon en todo el mundo y sobre todo en los países en que se intervino.

Tal vez en los propios países sea difícil hacer justicia, por lo que hemos de confiar en la justicia internacional, que sea capaz de llevar a estos personajes ante los tribunales y ser juzgados por lo que hicieron: crímenes de guerra y atentado contra la humanidad. La no impunidad advertiría a futuros iluminados a pensarlo bien.

                                                                            D. Robles 

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