Comienza el curso
escolar y sus primeros pasos bajo el paraguas de la LOMCE. ¿Quién empieza a sufrir sus
medidas desde el principio? Como siempre los sectores más débiles de la
sociedad.
El día 29 de octubre de
2013 publiqué un comentario referido a esta Ley en el que anunciaba alguna de
las consecuencias de su entrada en vigor, la amenaza que suponía su aplicación;
lamento haber acertado. Todo apunta a que hay prisa, puesto que sus efectos se
empiezan a sentir desde el minuto cero.
Sirva de ejemplo el
siguiente: Estos días algunos medios de comunicación se hicieron eco de una
denuncia y preocupación que desde Galicia hace una organización, Down Galicia,
a cerca de los efectos iniciales de la normativa en vigor.
Según dice la nota y
que la propia Xunta confirma, a la pregunta de algún medio: el decreto que
regula las ayudas para la adquisición de material escolar a aquellas familias susceptibles
de recibirlas, recoge principios como el
siguiente: un alumno con síndrome de down u otra dificultad de tipo intelectual,
perteneciente a una familia que puede optar a ese derecho, puede recibir ese recurso para la
adquisición de unos libros de texto que no va a usar, puesto que estos alumnos
trabajan con unos materiales escolares adaptados a su realidad y no con los
libros de texto típicos, sin embargo no pueden utilizar el dinero para adquirir
ese material que sí necesita y siempre, hasta este curso, pudo utilizar; a
mayores, permite acceder a estas ayudas a quienes poseen una discapacidad
superior al 65%, algo que en esa etapa de la vida es excepcional puesto que el
propio sistema les asigna un 33 y ya de adultos se va viendo cual es el que
corresponde según unos baremos establecidos. Para más inri, si el alumno está
escolarizado en un centro de educación especial, es decir, segregado de la
educación ordinaria, entonces sí puede recibir ese apoyo económico para
adquisición de ese material que se niega a quienes están en la enseñanza pública ordinaria, tenga el
grado que sea y sin excepción.
Si alguien encuentra
una explicación lógica al caso, al margen de la que voy a exponer me gustaría
conocerla.
Veo con claridad que en
este caso no estamos ante un problema de tipo económico, como es fácil
comprobar. Lo que no se autoriza en la enseñanza púbica sí se faculta en la
segregada. Luego, es bastante fácil concluir que el trasfondo que hay no es
otro que iniciar ese camino, que parece hay mucha prisa en recorrer, para
expulsar de la enseñanza pública ordinaria a todo el alumnado con discapacidad
y enviarlo a la específica, es decir segregarlos del conjunto de niños y niñas,
marginarlos, porque no es otra cosa. Tal vez los guetos formen parte del
ideario de la actual clase dirigente e interese potenciarlos. No estamos ante
un problema económico, que también, estamos ante algo peor: un cambio de modelo, netamente
ideológico.
Todo el trabajo que
muchos chicos y chicas, familias y organizaciones del ámbito social llevaron a
cabo los últimos años; el trabajo, implicación y dedicación de muchos
profesionales de la docencia, con el resultado que a día de hoy se puede
contrastar; si no se remedia, habrá servido para muy poco. Las huestes de Wert
se bastarán para echarlo abajo.
Se puede percibir con bastante
claridad que para estos personajes una persona con discapacidad no tiene
categoría de persona, es otra cosa. Es hasta posible que se recuperen expresiones como,
“subnormales” para referirse a ellos, más adecuada, posiblemente, a su línea de
pensamiento y propias de los tiempos a donde pretenden conducirnos de nuevo.
Sólo se acuerdan de
ellos cuando necesitan una justificación para llevar adelante otra involución,
como es la pretendida ley de interrupción del embarazo, que al parecer ya no va
a seguir adelante y no es necesario decir por qué. No cuestiono el
discurso tan recurrente del derecho a la
vida, la pregunta que hago a continuación es ¿No tienen más derechos? Porque
hacia los nacidos ya se ve la consideración tan coherente con su discurso que
tienen, negándoles los más fundamentales También se acuerdan, cuando interesa
hacer una foto para salir en la prensa; siempre queda bien. Después ya se ve el
respeto que les tienen.
Desde estas líneas anuncio
que, cueste lo que cueste y caiga quien caiga no se va a tolerar que esta panda de
desalmados con disfraz de gobernantes lleven a cabo tal atentado a derechos
fundamentales de las personas, que tal vez tengan dificultad para defenderse,
pero que no están solas.
Las personas con discapacidad y todos quienes
les apoyamos no lo vamos a permitir.
D. Robles
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