Asoma septiembre y languidece el verano. Se va el verano
vacacional que empieza con julio y da sus últimos coletazos en agosto después de
mover tanta y tanta gente de un lugar a otro.
Vecinos de grandes y no tan grandes urbes están descubriendo para
disfrutar el periodo estival otro mundo alternativo al clásico de sol y playa.
El mundo rural. La montaña. Espacio natural puerta de paz, tranquilidad, buena
temperatura (más en un año como este donde los dígitos de los termómetros nos
tuvieron acongojados). Buenos lugares donde dar grandes paseos alejados del
calor y dureza del asfalto y algo que no es menor: el calor y hospitalidad de
los lugareños, que si el visitante se presta a ello en dos días es uno más del
lugar.
El turismo rural lleva a estos espacios naturales una pluralidad
y diversidad de visitantes tan variopinta como es la sociedad en sí misma. Por
ello, también se acerca algún que otro un tanto despistado que no sabe situarse,
y con su paso cambiado aspira a que lo cambien los nativos del lugar. Como el
que conduce en dirección contraria y piensa que todos los que encuentra de
frente viajan equivocados.
En el campo hay animales de todo tipo como es lógico y
natural. Hay producción abundante derivada de esta naturaleza. Algo intrínseco
al mundo rural. Pues bien, hay “urbanitas” que aterrizan en este ambiente y se
esfuerzan en cambiarlo. Díganme si no, cómo es posible que alguien denuncie a
un vecino porque al tener sus aves de corral en libertad observa que el gallo
viola a las gallinas, dicen. Y se asustan, escandalizan y denuncian. ¡Habrase
visto mayor disparate! Quien denuncia el ruido de un tractor porque le molesta
por la mañana. Que si el ladrido de un perro le impide conciliar el sueño (los
perros en la ciudad creo que no ladran y hay pocos).
También quien le molesta el olor a campo que aporta algún
animal del entorno. Un largo rosario de curiosidades podría glosar.
Molesta un aroma natural sin disfraz a quien probablemente
disfrace otros detrás de un Chanel, Armani o Dior.
Aspiran a involucionar la vida del campo y dirigirla hacia lo
que entienden correcto, aunque sea lo más incorrecto a que puedan aspirar.
Bien estaría que una vez situados aquí aprovecharan esa
estancia y quizá alguna más para aprender un poco cómo se desarrolla la vida en
el campo y a la vez, como se producen tantos y tantos productos que colocados
en las estanterías de esas grandes superficies que les son tan familiares
pueden interpretar que salen de una fábrica de un polígono industrial. Y claro,
no es así. Sin la actividad del campo, ese campo que tanto les llama la
atención no habría en esas estanterías muchos artículos tan bien etiquetados y necesarios
para su cesta diaria.
Esto en sí mismo ya es chocante y puede ser preocupante si
llegamos al siguiente escenario:
Decir primero, que si un “urbanita despistado” no le gusta el
ambiente rural lo tiene muy fácil: ¡váyase a otro sitio! Cuando menos no dará
el coñazo a la gente del lugar y a quien lo visita de buen grado, además de
vivir unas vacaciones estresantes interpretando secuencias que no entiende. Y
por supuesto nunca trate de adaptar la vida de un lugar a su forma equivocada
de entender una realidad.
En segundo lugar, y aquí me surge el escenario preocupante,
es que las autoridades in-competentes próximas a estas situaciones y
responsables en la toma de decisiones, atiendan estas demandas para favorecer
no sé bien que cosa, y para ello traten de recriminar, limitar o restringir la
vida de unos vecinos o un pueblo para dar satisfacción a la irracionalidad.
Tengan en cuenta que esta gente no es turista. Es otra cosa. Probablemente
individuos con tendencia o próximos a la estupidez que pasaban por allí.
Cualquier vecino de un pueblo, estoy seguro que dirá:
bienvenido todo visitante de bien, siéntase como en su casa.
A quien le moleste el gallo, la vaca, un aroma determinado,
etc., siempre le quedará la costa y el sol. No se equivoque: disfrute de sus
vacaciones y a su vez, deje disfrutar.
D. Robles
La indosincraccia del estúpido,lo más chocante los paletos somos los de pueblo. Perdón por lo que expreso a continuación ,jilipollas!...
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