sábado, 24 de octubre de 2015

ESTADÍSTICAS Y REALIDAD

Se acercan las elecciones y hay que estructurar bien los mensajes. Hay que engrasar bien la maquinaria. Hay que procurar que la gente reciba el mensaje que interesa, no la realidad de lo que ocurre. Hay que ceñirse al guion, no cometer errores.

Estos días toca hablar de los datos de la EPA, del paro, de empleo. Escuchamos  todo cuanto ha lugar.
La primera pregunta que se me ocurre es: nosotros, oyentes ¿Reflexionamos sobre aquello que oímos? o ¿Simplemente recibimos y después reproducimos?

El Gobierno infla el pecho con los datos de paro: por fin baja de los cinco millones, y se dice sin el menor sonrojo.
Se hace balance de una legislatura y no se comunica la verdad, se magnifica aquello que interesa.

Fíjense lo fácil que resulta extraer una conclusión: si la cifra del paro baja de los cinco millones por primera vez desde 2011 y por otra parte vemos que hay cien mil cuatrocientos empleos menos  ¿qué está pasando? ¿Cómo se cuadra esto?

Tal vez sea el resultado de comprobar que  los datos no contemplan los miles y miles de personas, sobre todo jóvenes, que se fueron del país en estos años al no encontrar una salida aquí. Esa masa de inmigrantes que retornaron a su país, o simplemente se fueron de éste por el mismo motivo. Todas aquellas personas que al iniciar un curso de formación salen de forma automática de las listas de demandantes de empleo. No están trabajando, pero salen de las listas. Todos aquellos que se encuentran en una edad sin esperanza de encontrar trabajo, y salen también de esa lista.

Mejoran las estadísticas. Alumbran unos datos que los intérpretes usan a conveniencia, y la realidad es la que es. Por mucho que nos cuenten: 2+2 son 4, de momento.
También parece cierto que  tiene más valor una estadística que la propia gente sobre la que se hace.

A mayores añado y afirmo: En este país no se está creando empleo. Se están formalizando contratos, algo muy diferente. Sirve para mejorar las estadísticas, pero no resuelve el problema.

Empleo es el medio del que dispone una persona para desarrollar un proceso vital, un medio de vida. Hoy quien firma un contrato: un alto porcentaje le permite subsistir y en otros muchos casos ni esto. Luego ¿podemos hablar de empleo? No. Hablemos mejor de estadísticas.

¿Contratos indefinidos? Sí. Que nos expliquen  cuántos son de unas cuantas horas y 400€ al mes. Aun así se infla el pecho y obtiene aplauso fácil de quien es probable  que no piense mucho, todo hay que decirlo.

Hay médicos, pongo por ejemplo, que lo primero que hacen cada día es firmar su contrato de trabajo. Hablo de médicos. Contratos de un día. ¿Es esto empleo? No. Es otra cosa. Podrá servir para ajustar esas estadísticas de las que luego habla el gobernante de turno para enredar y mentir a su manera, pero no es empleo.
Cuando una persona debe trabajar en 2-3 sitios distintos, con  2-3 contratos diferentes para tener un salario: ¿Es eso empleo? No. Es otra cosa que sirve para edulcorar esos datos estadísticos.
Firmar un contrato de 4 horas, trabajar 8 ó las que fuere y percibir a cambio una retribución de 4, ¿Es empleo? Esta es la realidad a donde nos condujo quien infla el pecho hablando de cifras.

Por tanto, Sr. Presidente y familia: les ruego no me cuenten películas de dibujos animados, sientan por mí el mínimo respeto exigible, aunque sé que es pedir demasiado. No me consideren menor de edad. Menos todavía como un imbécil. Aunque, si después de lo que han hecho estos años, a dónde nos llevaron, y todo cuanto dicen, se me ocurriese pensar en renovar  esa confianza el 20D, creo que estaría padeciendo algo de esto.  

El buen equipo formado por el poder real y  quien pone la cara, es decir, el Gobierno, son quienes nos han conducido al pozo en el que estamos por mucho que nos cuenten y alaben con salmos litúrgicos.

No hay empleo, no hay recuperación social: recuerdo que se está llegando a los catorce millones de personas que en este país se encuentran en la cuneta. Por cierto, de estas estadísticas no se habla, no interesa, díganme cuantas veces van a escuchar al Presidente y familia hablar de ellas. Con un dato así ¿Se puede inflar el pulmón y hablar de recuperación?
En una palabra: si algo no hay, es vergüenza.

La gente cada vez mas pobre. Va a tener razón aquel dirigente empresarial cuando dijo que debíamos trabajar como chinos. Ese parece ser el camino trazado si alguien no lo enmienda. Y aquí, todos somos culpables y responsables de los hechos.

El  21 de diciembre se lo cuento. Después, que nadie se queje de la austeridad, de la troika, de Bruselas y menos del Gobierno.


                                                                              D.Robles

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