Esta semana conocimos a través de los técnicos de la Agencia
Tributaria los datos que miden la llamada Economía Sumergida.
El dato en sí mismo, añadido a lo que se escucha al respecto
por parte de las autoridades en la materia, además de preocupante me produce
cierto desconcierto y hace que no sepa muy bien a que se refieren realmente
cuando hablan de este concepto.
-Tal vez aludan a aquellos casos en que se lleva a la
práctica una actividad económica al margen de la tributación correspondiente, y
si eso es así hay que considerar que es un hecho impropio y por tanto susceptible
de ser penalizado. Nada que objetar. Ya conocemos aquello tan nuestro de, “lo
quiere con o sin factura”
-Quizá también, a quien pueda hacer algún trabajo sin factura
por no poder emitirla debido a que, después de haber perdido el empleo y otro tipo de prestación, es el único recurso
que le queda como medio de vida, mejor, de subsistencia.
A diferencia del caso anterior, si éste es así, quien
suscribe, no sólo lo entiende sino que acepta y les diré más. Si en la situación
actual, en este momento necesitase llevar a cabo algún trabajo y sé que
recurriendo a una persona en situación como la expuesta puedo ayudarle,
públicamente digo que lo hago y me importa un pepino la factura y la opinión
del Ministro del ramo. En este apartado no me produce ningún sonrojo declararme
insumiso fiscal.
-Tal vez se estén refiriendo, no sé, a los titulares de
valores del IBEX 35, o grandes corporaciones que evaden al fisco por varias
vías: Las SICAV, Impuestos de Sociedades o simplemente sacando millones del
país un día sí y el otro también, según parece.
Ustedes ¿Qué creen? ¿Se estarán refiriendo a éstos?
No sé por qué, tengo la impresión que estos últimos no
computan en la economía sumergida, tampoco en la evasión de divisas ni en
tropelías varias. Es más, tengo el convencimiento que pertenecen a una especie
protegida, es decir, como el oso. Basta saber que cuando un técnico de la A.T.
descubre algo interesante, bien se le destituye, bien se le traslada, o
simplemente se le retira el ordenador,
según dicen.
Así que, con este panorama ¿Alguien tiene autoridad moral
para perseguir y sancionar a día de hoy a quien para subsistir hace un trabajo
sin IVA, por cierto, 21%?
Señores Gobernantes, empiecen a arreglar el cocido por donde
deben, por sus amigos del tercer grupo y cuando hayan dado pasos en este
sentido pidan compromiso al resto de la población; probablemente lo tengan, (salvo
el inevitable % residual), entre tanto tengan el pudor de callarse.
Si ha lugar a estas situaciones, culpables son ustedes.
Otro día les diré por
qué, por si no lo saben.
En este momento más que de Economía Sumergida tendríamos que
estar hablando de País Sumergido, porque es donde estamos, sumergidos sabe Dios
dónde.
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