Hace tan sólo seis meses, nadie podría imaginar que una
formación política, que entonces no existía como tal, iba a provocar el ataque
de nervios en la vida pública española que estamos viendo cada día.
El PSOE se dio cuenta, por fin, que caminaban hacia las
catacumbas; así que toque de corneta, de arrebato y a actualizarse toca. Veremos
si ahora lo consiguen o es tarde.
Izquierda Unida, con el paso cambiado, donde dijo no te
quiero ahora dice, te necesito; también mueve peones y El PP, de los nervios,
sólo se le ocurre hablarnos de regeneración política. No salgo de mi asombro,
ante un paisaje tan interesante.
Esto último me tiene cuasi perplejo. Mariano Rajoy hablando
de regeneración democrática, es lo que nos faltaba para rematar esta
legislatura tan amena. Cabe esperar que al frente del proyecto coloque al
dueto: D. Luis B. – Sanchís, o tal vez otros, la suerte de tener banquillo hace
que veces resulte difícil ver quien salta al terreno de juego.
Un buen ejemplo de esa regeneración se vive estos días en
Santiago de Compostela. Un hecho que sólo es creíble si se vive y ve. Siete de
trece concejales no fueron en las listas, pero como se agotó la misma por
diversos asuntos muy democráticos, el dedo divino nominó a los sustitutos y la
ciudadanía, si lo quiere bien y si no se aguante. Todo apunta que es el guión
de la regeneración de Mariano.
Si la partida está poco interesante, nos anuncia a mayores,
una modificación en la Ley Electoral, para que gobierne, según dice, la lista
más votada, y se queda tan ancho, y los súbditos a divulgar las bondades del
acertijo. ¿Quién no se dio cuenta todavía de la pretensión de tal propuesta?
Mariano y sus muchachos tienen pánico a una debacle y hay que impedir como sea
tal escenario. Eso es lo que hay detrás de tal proyecto, no seamos ingenuos. Y
ya sabemos, si la Ley no me permite, cambio la Ley.
No podrá haber regeneración pública seria en este país
mientras no empiece por estos personajes. Esta regeneración sólo puede venir de
la mano de la ciudadanía, y esto pasa por jubilar a todo lo que se mueve en la
actualidad en torno a las estructuras de poder de los partidos y seamos capaces
de poner caras nuevas a proyectos nuevos.
A Pablo Iglesias y demás miembros de PODEMOS: pienso que no
habréis sido capaces de pensar el día
que habéis tomado la decisión de dar el paso que disteis, que ibais a liar la
que habéis liado. A partir de aquí, cualquier persona podrá estar de acuerdo
con vosotros o no, es lícito; pero, si de algo no hay duda es que si no
hubieseis dado ese paso y obtenido el apoyo que tuvisteis, aquí no se habría
movido una mosca porque todo seguiría igual. Los mismos mensajes, los mismos
rostros aburridos y la gente harta y aguantando.
Cada vez que veo y escucho esos ataques desaforados a la
persona, la manipulación más que probada y en claro alarde del todo vale, el uso
desmedido de la falacia, cuyo objetivo no es otro que tratar de desprestigiar,
me doy cuenta que hay muchos nervios, tal vez demasiados y eso tendrá un fin,
el fin de los de siempre y el despegue de una nueva generación con nuevas
formas, nuevos proyectos y muy importante, nuevos rostros.
Los clásicos siguen en su mundo: sean políticos, sean
mediáticos; sin darse cuenta que ese intento de desprestigio no consigue el
objetivo que persiguen, que ya no sirve esa estrategia, eso pertenece a la
época de ellos y estamos ya entradito el S XXI.
La sociedad de hoy va muy por
delante de Rajoy, el dimisionario Rubalcaba, Cayo y demás familia.
Que nadie nos cuente, que de repente se dieron cuenta de la
necesidad de regenerar la vida pública. Tuvieron muchos años para hacerlo,
todos ellos y nunca hubo interés. Si ahora pasa esto es porque barruntan el
lobo y porque la ciudadanía les dio un buen toque de atención: luego hemos de
darnos cuenta que todos contamos en algún momento y que es una irresponsabilidad
permanecer impasibles y no tomar conciencia de lo que cada uno a título
individual puede y debe hacer.
D.
Robles
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