sábado, 6 de junio de 2015

EFECTOS POS-ELECTORALES

Sólo han transcurrido dos semanas desde la cita con las urnas. Dos semanas y parece que hubo un tsunami en este país. Los grandes seguían sin atisbar el panorama que alumbró la jornada del 24 M, y ahora se asustaron.
La conmoción no se podía ocultar en unos casos, como la alegría en otros. Lo habitual.

En estos pocos días el nerviosismo y la inaceptación de un resultado en algún caso, hizo audible una serie de argumentos-disparate que cualquier síntoma de sensatez habría puesto fuera de escena a los intérpretes de las estrofas.

Se anuncian apocalipsis. Hay quien pronostica, sin rubor alguno, quema de iglesias y violaciones de monjas.
Se moviliza el poder real: el económico, temerosos que sea el inicio del fin de algún privilegio.
También hay quien, seguro sin agradarle el resultado, manifiesta mesura y respeto. La excepción, ¡qué lástima!
¡Qué bueno sería que hiciese escuela entre sus huestes! aunque difícil me lo fiais Dª Inés.

Presidentas salientes que agitan el nazismo, amenazan y también asustan. Otras que procuran aliarse hasta con el diablo con tal de conseguir mantenerse en las "mamandurrias"

Por mucho empeño que se ponga en convencer al pueblo, todo parece que sólo se consigue a quien, a priori ya lo está. La gran mayoría, como se demuestra y cada vez más, miedo siente el justo.
Tal vez le produzca bastante más recelo lo que tiene delante. Es razonable. Viendo lo que está pasando no veo difícil llegar a una conclusión: el discurso del miedo es la excusa para seguir agarrados como garrapatas (esto lo dijo una directiva saliente, cabreada con los suyos) al sillón. El miedo real está en que llegue gente nueva a las instituciones y empiece a abrir ventanas, cajones, levantar alfombras, etc.
¿Por qué estamos asistiendo a tal movimiento de quema de documentos, trituración, destrucción de ordenadores......?
¿Por qué? ¿Qué temen los actuales inquilinos? ¿Han hecho algo mal?
Resulta sospechosa tal movilización.

Este es el problema, no el temor de monjas, iglesias, nazismo ni Venezuela. A estas alturas tratar de asustar a la gente con el coco, cuan si de niños se tratara ya debieran empezar a darse cuenta que no funciona.

En Barcelona nos deleita el jefe de la Policía Local anunciando su dimisión el día 14 si el día 13 Ada Colau es investida alcaldesa. Y yo pregunto ¿Por qué esperar al día 14? Puede irse ya, no creo que importe demasiado.
¿Qué teme este señor? ¿Algún comportamiento susceptible de censura?, ¿Tal vez alguna participación activa en un desahucio o similar? No creo que haya razón alguna por la que esperar al día 14.

El poder económico catalán, a lo suyo, a seguir influyendo, lo que es lo mismo, gobernando: ¡Sr Mas, Sr. Trías, pónganse a trabajar!, ¡eviten el caos! Nada menos que Mas y Trías. Si tenían poco para ellos ahora les embargan. No ganan para disgustos, por eso hay que agarrarse.

¿Y Pedro?, Pedro Sánchez hay que decir, que a pesar de algún "zurriagazo" repartido por la piel de toro, no salió todo lo mal parado que cabía esperar, tanto por el panorama general, como por la ayuda que le llega cada día más interesante del sur.
En general se puede decir que respira un poco.

El día 24 también provocó algo relevante para él.
Recordarán fácilmente cómo Pedro se refería a Podemos hace unos meses. Cuando le escuché, dije en este mismo blog: "Pedrito tate quieto" ¿Por qué? Porque, quien más quien menos sabíamos que tenía que llegar al punto en que está ahora.
¿Es posible que sepamos más en la calle sobre ellos que ellos sobre sí mismos? Dicho de otro modo ¿A quién pretenden engañar?

Ahora cambió el cuento y está donde siempre debió saber que tendría que estar: abriendo espacios de encuentro con quien hasta hace poco tiempo decía que no.

¡Céntrate Pedro! Esta es la novia con quien tendrás que bailar si quieres, y si no para casa. Es otra opción.

Les confieso que veo un escenario muy interesante. Hace mucho, mucho que no veo algo así, y hoy sigo dando gracias al 15M


                                                                   D. Robles

No hay comentarios:

Publicar un comentario