viernes, 19 de junio de 2015

ZAPATA - EL NOMBRE DE LA SEMANA

Cada persona ha  de ser responsable de sus hechos y sus dichos. Asumir sus consecuencias si el caso lo demanda.
Cuando una conducta impropia corresponde a un cargo público, sus efectos debieran ser inmediatos, y digo debieran, porque la experiencia demuestra que no es así.

Esta semana se destapó una alarma social por los tuits de un concejal electo en la última convocatoria para las municipales. No creo necesario abundar en el hecho puesto que a estas alturas se conoce hasta en Australia.

Los comentarios conocidos, se produzcan en cualquier contexto, son censurables se mire por donde se mire; llámese humor negro, azul o colorado. Esto no son chistes, es otra cosa. Lo es, hasta practicado en la mayor de las intimidades.

Me llama la atención que una persona joven como es el caso, con su formación, no haya calibrado el alcance de las redes y en qué pudiera derivar tal manifestación. También me resulta bastante fácil de entender que en el momento en que se producen los hechos, Guillermo Zapata no pensara que cuatro años después iba a estar disputando un cargo público. Me resulta más curioso todavía, que esto salte a la actualidad ahora y no dos años atrás, pongo por ejemplo.

La lectura del asunto es relativamente fácil de hacer. 
Después de dejar bien sentado lo expuesto sobre estos procederes, me resulta repugnante la utilización que se hace de ello.

Está abierta la veda y todo vale. A un adversario político que amenaza el status actual, como es el caso de las nuevas formaciones no se le combate con ideas, argumentos, etc. No, lo fácil, aunque sucio, es  tratar de criminalizar y desprestigiar todo cuanto se mueve a su alrededor. Peor todavía si, quien exige dimisiones y responsabilidades no es capaz de asumir en su caso y casa la primera.

Escuché a Guillermo Zapata asumir su error, pedir perdón y no dimitir de un cargo puesto que no había llegado a él, pero sí renunciar, lo que es lo mismo. No sé si es suficiente o no, pero sí un gesto al que no estamos acostumbrados.

No lo será para los cazadores, seguro, que seguirán de forma implacable con su estrategia, y la extenderán a la formación propia, próxima, o que trate de defender este caso u otro similar. Todo, amparado y apoyado por ilustres opinadores mediáticos. Casos, que resulta cuasi paralelo, escuchar y sentir vergüenza del argumentario que con desenvoltura a veces y vehemencia otras lanzan al viento en busca de adeptos.

Hablando de dichos, permítanme algunos ejemplos, entre un variado elenco, para ilustrar este comentario:
- "Se acuerdan de su padre ahora que hay subvenciones" (referido a los fusilados)
- "Que se jodan" Todos lo recordarán  referido a los parados.
- "Ahora empezarán a quemar iglesias y violar monjas"
- Después de afirmar odio a los arquitectos, la Sra. Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid pide la pena de muerte para ellos por las tropelías, según ella, que cometen.
Habría que matarlos dijo.
Posteriormente pidió disculpas.

Todo esto fue dicho por cargos públicos. No personas anónimas, no, cargos electos, alguno incluso con el agravante de hacerlo en sede parlamentaria.
¿Disculpa? Sólo un caso que se sepa, ¿Dimisión? Sería una broma, ¿Justificación? De todo tipo. Pues bien: ¿Cómo es posible que quien lleva a cabo tales comentarios levante polvareda con casos como el de actualidad?
 Sobran comentarios. Cada cual haga la valoración que crea conveniente.

 Aguirre pide disculpas y sirve. Zapata pide perdón y no. ¿Por qué?
Otros ni lo uno ni lo otro y no pasa nada. No sólo evitan conjugar el verbo dimitir sino que siguen aspirando a altas cotas de poder.
Y los comunicadores: se escandalizan dependiendo de quién y de qué interesa.

Bien está dimitir por hacer comentarios impropios aunque se llame humor negro. Imagínense que se dimitiera también por el uso de dinero del mismo color. Imaginen además, que también dimite quien lo exige cuando hace lo mismo. Sencillamente estaríamos en otro país. No sería España.

A todo lo dicho añado una reflexión: Aquella persona que no haya pronunciado un comentario impropio, que tampoco haya cometido una imprudencia, etc., que levante la mano. Si el resultado es el que pienso, puedo afirmar que nadie en este país sería apto para ocupar cargo público. Distinta lectura debemos hacer si es una persona pública quien incurre en tal circunstancia.

Además, a otro elemento destacado del momento viene muy bien este tipo de ruido porque cuanto más se haga, menos conocerá la gente que los tres Magistrados que fueron nombrados para instruir la primera parte del caso Gürtel son conservadores y dos de ellos nombrados por el PP para ocupar puesto en el CGPJ. ¿Recuerdan a uno  que fue pillado con unas copitas de más en moto?

Es cuestión de tiempo llevar las cosas al terreno que conviene. Veremos el resultado. A lo mejor no pasó nada y todo fue un invento de Zapatero.

Franco, en casos similares organizaba un partido de fútbol de la selección.

Habrá ruido mediático para rato. Interesa. Permanezcan atentos a esos ilustres comunicadores de alcantarilla: no defraudarán.

Por cierto, creo que está habiendo un borrado masivo de tuits, ¿Por qué será? ¿Asistiremos a muchas dimisiones en próximas fechas?

¡Cuánta Hipocresía hay a nuestro alrededor!

                                                                                  D. Robles


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