Mañana, 13 de junio de 2015 es el día de la verdad. El reloj marca la
hora cero del momento clave de la resolución de tantos movimientos y decisiones
en torno a cuanto se vino cocinando las últimas semanas. Ya no hay tiempo para
seguir negociando, se acaban las horas dedicadas a las exigencias y
componendas, encuentros y desencuentros, compra de voluntades (de nuevo se escucha
hablar de sobres). También se acaba el tiempo para la destrucción de
información y documentación sensibles. La intensidad de estas semanas, justificaría por sí misma el sueldo a
percibir en el futuro inmediato por sus protagonistas, si no fuera por el
motivo de la misma.
En un lugar de la Mancha de cuyo nombre si quiero acordarme, trascendió
que se buscó con ahínco la posibilidad de reeditar el “Tamayazo” que todos
recordarán. Conociendo a Cospedal, todo es creíble.
Madrid mejor dejar que descanse: Parece todo definido, pero
la incógnita permanece suspendida sobre el aire de Cibeles. Tamayo y compañía
crearon escuela y resulta inevitable hacerse preguntas. Todo es posible al
grito ¡qué vienen los rusos!, para justificar. Nada se puede descartar.
Este fue el argumento esgrimido entonces. No en su
literalidad, pero se asemeja bastante al mensaje trasladado.
Valencia: Casi emerge el “despelote”. Hay que subirse a la
silla más alta como sea, aunque haya que exigir que se apoye para ello a la
tercera o cuarta fuerza en votos. No se considera la coherencia que la mesura
recomienda. Aun así parece todo pactado.
Galicia: El PP pide apoyo al Bloque Nacionalista. Sí sí, ha
leído bien. La política tiene estas cosas.
Aragón: demasiadas prisas de unos para transformar la
sociedad y de otros para que todo siga igual.
En Asturias invocan a D. Pelayo para poner orden en tanto
revoltijo de la izquierda. Todos en desacuerdo. El PP agachado esperando
asaltar la presa ante el desconcierto rival.
Hay degustación para cualquier paladar en este mercadillo de
fin de semana con ampliación de jornada. El feriado se presta a ello. El 24M
alumbró un escenario muy propio para este teatro.
El 14J nos despertaremos con un panorama completamente
diferente al que dejamos esta noche del día 12 al acostarnos.
¿Con alguna sorpresa? Me atrevo a aventurar que sí. ¿Alguna
realidad contra natura? Diría que también.
Lo que es cierto, que nada será igual. Y eso hay que contemplarlo
cuando menos, con expectación y esperanza. El tiempo hará de testigo
permanente.
Atención destacada merece la capital del Apóstol durante el
próximo mes. ¡Atentos!
D. Robles
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