España es un país de cultura milenaria. Una historia
forjada entre idas y venidas que el tiempo tradujo en una variedad y riqueza
cultural tan interesante como extensa. También suyo, un idioma universal de importancia
equivalente a su legado histórico.
Huelga comentar los motivos por los que no tiene la
relevancia que debiera, en justa correspondencia en el contexto universal, y
también por qué el inglés tiene la
que es. Dicho con toda consideración, por supuesto. No se trata de minimizar,
ni restar un ápice de valor al inglés, sino de preguntarse por qué no lo tiene el
español y también, qué estamos haciendo
mal, o no haciendo, para contribuir a ello.
A mayores, me llama la atención la
facilidad con que hacemos evolucionar nuestro léxico hacia posiciones que huyen de lo
propio; sustituyendo nuestro verbo por otro importado, y cuando nos demos
cuenta, habrá sido sustituido, absorbido, eliminado o lo que fuere
por el foráneo.
Me pregunto si realmente necesitamos tal nivel de
anglosajonización en nuestra forma de expresarnos y por qué.
¿Nos lo imponen?, ¿Es tendencia?, ¿No sabemos
reaccionar? O ¿Simplemente "mola" y hace más importante
a quien maneja alto contenido de expresiones anglófonas?
Es posible que un
poco de todo.
Miren: yo si salgo a pasar un día al campo,
procuro ir de merienda, comer un bocadillo, de los nuestros (inigualable) y si
coincide bien la jornada hasta echo unas carreras (voy a correr) por la campiña.
No siento necesidad de ir de "camping",
tomarme un "picnic" a base de "sándwich" de hamburguesa con "kétchup".
Tampoco necesito hacer "footing" ni "running". Simplemente
corro y aparentemente es lo mismo.
Damos una vuelta y nos encontramos con que a los niños ya
empezamos a referirnos como "kids". Debe ser porque suena mejor al
"marketing" comercial.
Cuando una empresa u organización decide
crear un área de comunicación, a la persona que se coloca al frente,
no se le conoce como tal, no, es nada menos que
"Community Manager", parece que de momento, más enfocado a
la comunicación internauta pero ya verán ustedes el
tiempo que tarda en hacer lo propio la extensa red comercial. ¡Con lo bien
que suena!
Si necesitamos ampliar nuestra red de contactos,
buscar oportunidades de negocio, etc., nada menos que estamos haciendo
"Networking"
Es decir, que está en nuestro entorno toda una serie de
formas de comunicación que lo último que hacen es eso, comunicar,
porque el común de los mortales no se entera que quiere decir lo que
está escuchando,
aunque un orador moderno levite sobre la audiencia con amplio contenido
internacional.
Recordarán seguro a Manuel Fraga, político de raza
con una locuacidad y agilidad verbal poco común. Pues aquí me viene a
cuento aquel seguidor suyo que dijo: ¡“Hay que ver que bien habla que no hay Dios
que lo entienda”! Pues eso.
Cuando hablo de anglosajonizar, reconozco que tal vez
no lo esté refiriendo de forma totalmente correcta; tal vez sea
más propio
hablar de americanizar. Desde ambos lados del Atlántico se
ejerce influencia, no obstante tal vez sea un proceso más
americanizante que de otra índole.
EEUU es un conjunto de estados cuya importancia no
vamos a descubrir, con una fuerza dominadora sobradamente conocida y tal vez
por eso, tratamos de importar, asumir y copiar casi todo; pero a nivel cultural
y tradición histórica, es lo que es, muy poquito. Folk, hamburguesa,
Hollywood y ¿qué más? Tengan en cuenta que, es lo que es desde finales
del S XVIII. Sus primeras manifestaciones literarias fueron importadas de la
vieja Europa, etc.
En fin, ya estoy pensando cuánto tiempo
habrá de pasar
para que cambiemos de lugar el volante del coche, empecemos a conducir por la
izquierda, o a saber qué. Tal vez poco después que lo decidan en Carolina del Norte.
De momento yo seguiré fiel a mis principios: comiendo buen
bocadillo, si de ibérico mejor, echando una carrera si apetece y también la siesta
cuando se pueda. Saldré de paseo con los niños, etc. Los kids, picnic, running,
manager y demás familia los dejo para ocasión más
"fashion"
D. Robles
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