Iker Casillas es de esas personas que nacen de vez en cuando
con unas cualidades algo más que comunes que les hacen destacar sobre el resto.
En este caso, en el deporte brilló con luz propia disfrutando y haciendo
disfrutar a la parroquia con sus habilidades. Es una leyenda viva.
No me atrevo a hablar de Iker como el mejor portero del
mundo. Soy de los que piensa que el mejor no existe. Sí estoy seguro, sin
embargo, que fue y es de los más grandes del orbe.
Este mes se cumple aniversario de aquella gesta en Johannesburgo.
De la gesta de una generación que nos hizo disfrutar de algo que parecía
inalcanzable.
Es cierto que para ganar un partido de futbol hay que marcar
goles, y en esta ocasión allí estaba
otro grande, Iniesta, pero también hay que evitarlos y allí estaba Iker, con
sus intervenciones únicas de alguien único.
Paradojas de la vida, también en julio, toca vivir una etapa
poco dulce. Toca hacer una transición.
No recibo que una Institución como dice ser el R. Madrid
cometa errores de esta magnitud. Sus gestores demuestran no saber estar a la
altura. Tal vez no la tengan y por eso no la pueden presentar.
Reciente está la despedida de su club de otro mito del futbol
español, Xavi Hernández. ¡Qué diferencia de trato!
Hombres con clase. La carta que dedica Xavi a su amigo Iker
es uno de esos gestos que engrandecen a una persona.
Seguí su despedida. Entendí por qué se presentó sólo. Paso a
creer que fue su deseo y mejor así que rodeado de postureo artificial y
apariencias hipócritas.
Días después se presenta en el Santiago Bernabeu con su ya
expresidente Florentino Pérez. Tal vez Florentino necesitaba esa foto y sólo se
le ocurre decir: “se va porque quiere”. Interesante la reacción del Estadio:
“Iker si, Florentino no”.
A Pérez le debe ocurrir un poco como a muchos políticos:
piensan que lo que dicen es palabra de Dios y que la gente no sabe leer.
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Iker: imagino la dificultad de tu situación tras el paso por
el madridismo de aquel ilustrado, tan buen entrenador como repelente y chulo, Sr.
Mouriño, que un día decidió sentenciarte, no sé si motus propius o por
indicación divina. Se sabe que interesaba incorporar a la portería madridista a
Buffón y también que a Florentino le motiva más los nombres y la chequera que
la razón de ser de un equipo.
Gracias Iker por todo
cuanto nos has dado, lo seguirás haciendo allá donde estés porque todavía te
queda cuerda. Gracias por ser como eres.
Vives una situación que te va a hacer más grande si cabe de
lo que ya eres. Tanto más cuanto más pequeño a quien representa la institución
madridista y facilitó, quien sabe si propició, pienso que sí, este momento.
Personas enfundadas en trajes muy bien cosidos y deshilvanados
al fin y al cabo.
Mucha suerte en tu nuevo equipo, otro grande de Europa. Vas a
contribuir sin duda a que lo sea más todavía. El Porto va a tener desde ahora
más seguidores en España.
D. Robles
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