Se conoce así a una
forma de protesta que alguien ejerce delante de las narices de quien entiende
que es causante, o forma parte de un grupo de causantes de una injusticia que le afecta de forma
directa o a terceros con quien se solidariza. Más o menos así lo entiendo.
Después de la fiebre de
hechos y dichos que provocó, los unos en su defensa, los otros criminalizando
todo lo que se mueve a su alrededor; recordarán que hubo quien llegó a vincular a los participantes en estas
movilizaciones con ETA, ¡qué vergüenza!
parece que vivimos un momento de cierta calma. No sé muy bien si debido a que
no se producen o que se silencian y no trasciende mediáticamente, todo es
posible.
Lo cierto es que da
mucho juego.
En este país, ante el
atropello que supone expulsar a personas de sus casas y enviarlas a la calle en la forma que tenemos ocasión de
ver, la PAH dio un paso al frente, movilizó a sus filas e inició esa forma de ejercer la
protesta.
No se hizo
esperar el mensaje oficial de los increpados, Esteban G. Pons, Saiz de
Santamaría…….nos hablan de algo intolerable, vulneración del estado de derecho,
violación de la privacidad, actos violentos y un largo etc.
Bien; sin tratar de
justificar ni criticar dicho procedimiento, cada cual haga la valoración que
crea, lo razonable sería que no hubiese
circunstancias que provocasen estos hechos, y así, cuando una familia es sacada
de su casa a empujones, arrastro, sean adultos, haya niños, ancianos; cuando se les envía a dormir
bajo un puente, cuando se les obliga a renunciar a uno de los derechos fundamentales
y es debido, en gran medida, a quien gobierna, ¿esto no es violencia? ¿no se
vulnera el estado de derecho? ¿no se atenta contra la libertad de los
afectados? ¿no se viola la privacidad de una familia?
Parece que no, que sólo
merece tal consideración cuando afecta a quien establece las normas.
Curiosamente estos días
vimos como un nutrido grupo de cargos del partido gobernante zarandeaban el
coche oficial de la Presidenta de Andalucía, ¿cómo se le llama esto? Ni una palabra.
No puedo pasar por alto
una mención muy especial a muchos profesionales de la Justicia; jueces,
fiscales, procuradores, abogados, gracias a los cuales el desastre no es mayor
y también algo que me llama poderosamente la atención, es un colectivo que se manifestó en defensa de
los derechos de la ciudadanía y en ese momento ¿dónde estábamos todos? No sé
bien si siguiendo los hechos a través del televisor o tal vez ni eso, cuando
debíamos estar a su lado, entiendo, apoyándoles, porque están luchando para que no se
pierdan nuestros derechos, que por si alguien no se enteró todavía están siendo
arrasados. Como siempre, nos acordaremos de santa Bárbara cuando truene.
D. Robles
No hay comentarios:
Publicar un comentario