miércoles, 6 de noviembre de 2013

ESCRACHE

Escrache.  Término lingüístico con el que empezamos a familiarizarnos hace relativamente poco tiempo y que tiene su jugo.
Se conoce así a una forma de protesta que alguien ejerce delante de las narices de quien entiende que es causante, o forma parte de un grupo de causantes  de una injusticia que le afecta de forma directa o a terceros con quien se solidariza. Más o menos así lo entiendo.
Después de la fiebre de hechos y dichos que provocó, los unos en su defensa, los otros criminalizando todo lo que se mueve a su alrededor; recordarán que hubo quien llegó a  vincular a los participantes en estas movilizaciones con ETA,  ¡qué vergüenza! parece que vivimos un momento de cierta calma. No sé muy bien si debido a que no se producen o que se silencian y no trasciende mediáticamente, todo es posible.
Lo cierto es que da mucho juego.
En este país, ante el atropello que supone expulsar a personas de sus casas y enviarlas  a la calle en la forma que tenemos ocasión de ver, la PAH dio un paso al frente, movilizó a sus filas e inició esa forma de ejercer la protesta. 
No se hizo esperar el mensaje oficial de los increpados, Esteban G. Pons, Saiz de Santamaría…….nos hablan de algo intolerable, vulneración del estado de derecho, violación de la privacidad, actos violentos y un largo etc.
Bien; sin tratar de justificar ni criticar dicho procedimiento, cada cual haga la valoración que crea, lo razonable sería  que no hubiese circunstancias que provocasen estos hechos, y así, cuando una familia es sacada de su casa a empujones, arrastro, sean adultos, haya  niños, ancianos; cuando se les envía a dormir bajo un puente, cuando se les obliga a renunciar a uno de los derechos fundamentales y es debido, en gran medida, a quien gobierna, ¿esto no es violencia? ¿no se vulnera el estado de derecho? ¿no se atenta contra la libertad de los afectados? ¿no se viola la privacidad de una familia?
Parece que no, que sólo merece tal consideración cuando afecta a quien establece las normas.
Curiosamente estos días vimos como un nutrido grupo de cargos del partido gobernante zarandeaban el coche oficial de la Presidenta de Andalucía, ¿cómo se le llama  esto? Ni una palabra.
No puedo pasar por alto una mención muy especial a muchos profesionales de la Justicia; jueces, fiscales, procuradores, abogados, gracias a los cuales el desastre no es mayor y también algo que me llama poderosamente la atención,  es un colectivo que se manifestó en defensa de los derechos de la ciudadanía y en ese momento ¿dónde estábamos todos? No sé bien si siguiendo los hechos a través del televisor o tal vez ni eso, cuando debíamos estar a su lado, entiendo, apoyándoles, porque están luchando para que no se pierdan nuestros derechos, que por si alguien no se enteró todavía están siendo arrasados. Como siempre, nos acordaremos de santa Bárbara cuando truene.


D. Robles

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