miércoles, 4 de diciembre de 2013

FRANCISCO MUEVE EL DOMINÓ



Una Semana antes a que el Vaticano elevase al cielo de Roma una nueva Fumata Blanca y pronunciase el histórico Habemus Papam, era impensable imaginar que asistiríamos en un espacio de tiempo tan corto a una revolución de tal magnitud en el seno de una organización de raíces tan profundas, anquilosadas y arcaicas como poderosas.
Cualquier sociedad avanzada, con un nivel de educación y cultura aceptable es consciente, a poco que reflexione y mal que le pese a más de un representante terrenal de la divinidad, de cuál es el modus vivendi, operandi y “sosteniendum” de esta organización.
Paso a creer que  el antecesor a Francisco en el cargo no basó su renuncia en los hechos que anunció sino más bien, en  que la realidad de esa representación divina está tan degradada y devaluada que no pudo intervenir en la forma que hubiese querido, lo que sumado a la edad  aconsejó hacer lo que hizo.
Francisco se ve un hombre con energía, principios y decisión, algo sumamente importante en cualquier momento pero de forma muy especial en el actual. No parece mover una ficha, la impresión que me causa es que está moviendo el dominó completo y eso me produce cierta satisfacción y hace que cambie mi mirada desde la indiferencia más absoluta hacia una posición cuando menos de curiosidad e interés.
La misma expectación me ocasiona los acontecimientos que  empiezan a producirse en España, que no dejan de ser consecuencia de la ola.
Considero bien recibido el sólo  hecho de comprobar la ausencia en  apariciones públicas mediáticas, así como en los órganos de dirección eclesiásticos de personajes como el prelado de mejilla sonrosada, que cada vez que abre su boca es para decir un disparate mayor que la vez  anterior, recordemos al lince boreal y el pecado homosexual (creo que en alguna ocasión  lo relacionó con Satanás) por enunciar alguno, así como al purpurado de Villalba, personaje revestido de un halo arcaico, retrógrado y vulgar, más propio de una representación del medievo o época inquisitorial que de una sociedad del  S XXI y lo que se supone  va a seguir aconteciendo, es para esperarlo con  interés. Hay que confiar en que el movimiento iniciado tenga en cuenta a los herederos de Boabdil que a estas alturas siguen defendiendo, jaleando y pregonando el sometimiento femenino entre otras lindezas. Son acontecimientos de los que estoy seguro, provocan atención no sólo en el seno de los más fieles sino en el conjunto de la sociedad, incluso en aquellos  en los que pueda haber más diferencias que coincidencias con postulados divinos, siempre entendidos y defendidos dentro del adecuado respeto, tolerancia y aceptación de la pluralidad, diversidad y diferencia; conceptos éstos que todo apunta que no forman parte de la iluminación divina de los anteriormente aludidos.
La Conferencia Episcopal Española nombró un nuevo portavoz y si me permiten una alusión en argot deportivo, veo que apunta maneras, ya es algo, más bien mucho.
Ahora sólo queda pedir que Dios los guarde muchos años para que puedan continuar el camino emprendido y que la salud les respete, porque si he de hacer un ejercicio de sinceridad me temo que los peores enemigos con que Francisco debe lidiar, están dentro de su casa y en nombre de Dios ¡pasan tantas cosas!
                                                                                              D. Robles    

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